Volver del lugar donde se prohíbe morir. Una conversación con Tito Pérez Mora

S/T, fotografía digital impresa en papel Hahnemühle Photo Rag Pearl, 35 x 55 cm. Tito Pérez Mora, 2015

“Deslocalización, pérdida de referencias y desaparición. El iceberg y la persona como elementos a la deriva. Trabajar en y con el paisaje. Como soporte. Como lienzo donde ocurren cosas. Donde la vida se manifiesta y se hace tangible. Donde tratamos de encontrar nuestro propio rumbo”. Tito Pérez Mora

“1/8” es la segunda individual de Tito Pérez Mora en Twin Gallery. Confieso que me deslumbró su primera muestra (La herencia, 2013). Tito resultó ser un debutante atípico. Formado en la arquitectura y enamorado de las ciencias, proyecta y resuelve sus instalaciones con sutil maestría y poesía punzante.

Su poética minimalista es el resultado de una forma de entender el espacio como un generador de contextos donde colisionan historias, afectos, paisajes, objetos y conceptos. Sus instalaciones acontecen cuando son recibidas por un espectador al que siempre se le invita a colaborar con sus propios recursos afectivos.

En “1/8”, el artista comparte las experiencias de su viaje a la nada, al Ártico, en un momento de tránsito emocional en el que necesitaba sumergirse en la hoja blanca infinita de aquel paisaje.

La conversación con Tito es como su obra: serena, inteligente, a veces cruda, sin aderezos y no exenta de poesía.

S: Tito, me contabas que este proyecto aborda la deriva. ¿Desde qué planteamiento te interesa el concepto: desde el filosófico, el náutico, el psicológico…?

T: Abordo la deriva no como una “experiencia situacionista”, sino como el análisis de un espacio en el que existe una absoluta falta de referencias. Me encontraba en un momento emocional en el que sintiéndome dueño de mi rumbo quería dejarme llevar, perder mis referencias, la ciudad, la casa…

S: “Sentirte a la deriva”…

T: Sí, dejé de tener capacidad para definir nada y me dejé llevar… y esta condición opté por llevarla a un punto positivo.

S: Es cuando aprovechas la residencia artística The Artic Circle y viajas al archipiélago ártico de Svalbard para desconectar de todo… Sin teléfono, sin Internet… tan solo con un teléfono compartido para emergencias, eliges el aislamiento, la página en blanco infinita. Y buscas un iceberg… ¿Qué se esconde detrás del título “1/8”?

T: “1/8” hace una alusión directa al volumen que emerge del iceberg. Un iceberg tiene siete partes por debajo del agua y una parte que sobresale: un octavo. Voy al Ártico para trabajar con el iceberg como elemento a la deriva.

S: ¿Considerarías que es un trabajo sobre el paisaje?

T: En realidad no es un proyecto de paisaje. Se trataba de entender el espacio como espacio en blanco, y no tanto por la nieve y el hielo, sino por la falta de referencias…

S: Esa sensación de nada

T: Eso es. El vacío casi absoluto ayuda a ver ese blanco infinito. Justo antes de viajar hice una instalación para acotar y trabajar el espacio en blanco. Trabajé con el metro cuadrado y con el kilometro como unidades de medidas básicas de longitud y de superficie. Dibujé sobre un papel de seda la unidad básica del metro cuadrado a partir de mil líneas de un metro. Tiene un metro por un metro. Es un metro cuadrado pero en realidad es un kilómetro dibujado.

S: Y sobre un material muy frágil como es el papel de seda.

T: Sí, es un papel vegetal. Es acrílico sobre papel vegetal a mano alzada para valorar las irregularidades y la vibración de cada línea. Son mil líneas separadas por un milímetro.

S: ¿Y cómo lo trazaste? ¿Situando el papel en vertical?

T: Sí, en vertical. He calculado que puedo trazar de un modo cómodo sin dejarme la lumbar unas cien líneas… y luego ya voy subiendo en una escalera.

S: Es un trabajo “muy Zen”, una meditación… Me recuerda al cuadro que lijaste en La Herencia, tu anterior exposición.

T: Absolutamente. Hay similitudes. El lienzo borrado fue una acción de restar y aquí es de adicionar, de sumar, pero al final me quedo con lo mismo: el blanco del soporte.

S: Sabes, me gustaría ver alguna vez esas dos obras juntas.

T: Tienes razón en que podrían funcionar bien juntas.

Sin título Instalación: bandera de plomo, mástil y cable de acero 200 x 150 x 90 cm, 2017
Sin título. Instalación: bandera de plomo, mástil y cable de acero, 2017

S: Y tras esta instalación preparatoria que hiciste antes de partir… cómo continuaste el trabajo en el Ártico.

T: Para la siguiente acción necesité la ayuda de las guías noruegas que nos acompañaban. Llevábamos cuatro mujeres guías armadas que nos protegían de los osos polares y que acotaban la zona de seguridad. Pedí a dos de ellas que se separaran un kilometro sujetando una cuerda. Tomaron la cuerda y se pusieron a caminar. Están separadas por un kilometro y unidas por la línea de acrílico que es un metro.

S: Háblame de las cinco banderas que son los elementos clave que llevas desde España y que van a “señalar tu deambular”.

T: Me llevé cinco banderas. Necesitaba un soporte que tuviera un texto y la bandera es un elemento muy icónico en el Ártico. La idea era situarlas en diferentes localizaciones a la deriva, como acto inútil, pues vas a colonizar un iceberg que va a desaparecer. Al final, cada una de las instalaciones que fueron surgiendo de los lugares señalados tienen una bandera, una imagen estática y una imagen en movimiento.

S: ¿La imagen en vídeo está editada o es en tiempo real?

T: Es en tiempo real. Allí los tiempos son muy lentos y me gustaba captar esa sensación.

S: Eso me encanta. Es muy acertado que no edites, que encapsules aquella temporalidad, que es su materialidad.

T: Además viajé en verano y nunca tuve noche. No tienes la sensación de paso del tiempo. No hay hora de irte a dormir, ni hora de comer.

S: Un día infinito.

T: Sí.

S: Los vídeos me gustan mucho. Está todo crudo en ese plano fijo. Y la bandera aporta el dinamismo.

T: Esa era la idea. La bandera aporta el movimiento. Descubres que corre el aire.

S: Sí, porque humanos no hay muchos… casi ninguno.

T: Tan solo algún vestigio de civilización, como esas maderas que los pescadores secan en las tiendas de campaña, para que los pescadores futuros tengan leña para hacer fuego. En ese infinito, de pronto emergen esas construcciones para medir el espacio.

S: Y eso nos recuerda que hay gente que vive ahí, que hay cazadores, que hay osos…

T: Es interesante lo que comentas. En esa hostilidad extrema vive gente. Fue un impacto, por ejemplo, encontrar Pyramiden. No sé si conoces la historia de esta ciudad, construida por los rusos entre los años cincuenta y sesenta con todas las comodidades que no existían en Moscú: piscina cubierta, colegios maravillosos… Lujos que atraían a los trabajadores que iban los inviernos allí a trabajar en la mina. Pues bien, en 1998 desaparece toda la gente de este lugar. Se dice que la mina cerró y que todo se dejó tal cual estaba en ese momento: las mesas puestas, los juguetes de los niños esparcidos… Ahora es una ciudad fantasma con seis rusos que tienen las llaves de los edificios y las enseñan.

S: Es muy inquietante. Como esas películas en las que moría todo el mundo… por un escape de un gas letal, por ejemplo…y permanecían los objetos personales intactos.

T: Exacto… La biblioteca guarda todas las fichas de la gente, la casa de cultura mantiene la última exposición que hubo. Te pone los pelos de punta. Por eso aquí situé la bandera con la locución latina “Hic et nunc” que significa “aquí y ahora”, para destacar que en ese lugar hablaba más del presente, del momento actual. Frente a la deriva entendida como desaparición de las instalaciones anteriores, se imponía el momento presente. Y por eso el vídeo es más largo. Entre plano y plano intercalo las coordenadas de cada punto del viaje. Se relata toda la expedición.

 

S: Pero descubres que todos los puntos son casi idénticos. Es mágico. Solo cambia la bandera y la localización.

T: Eso es. Tan solo varía cuando surge la ciudad fantasma de Pyramiden y el continuo se interrumpe.

S: Es muy inquietante.

T: Y ese mismo recorrido aparece dibujado en este mapa trazado en papel de seda sobre la cartografía precisa. Cada bandera se clavó en el lugar exacto, pero al final quité la base cartográfica de debajo y solo quedan unos puntos recortados en el frágil papel blanco.

S: Y también está el clavo y la estaca, utilizados para señalar.

T: Sí, pero con la punta cortada. Una contradicción… pues un clavo sin punta no sirve para nada. Los sitúo sobre el espejo como reflejo del infinito.

S: Háblame del cementerio…

T: Es otro de los momentos potentes del viaje. Se trata de un cementerio con treinta y cinco crucecitas, con treinta y cinco muertos. Allí descubro que en aquel lugar está prohibido morir y enterrar a nadie más. Hasta el punto de trasladar a los enfermos al continente si hay riesgo de fallecimiento. Parece que hay un fenómeno por el que la temperatura no sube de 25 grados y los enterrados están como criogenizados. Se dieron cuenta cuando los científicos, buscando una cepa de peste del siglo pasado, descubrieron que los cuerpos estaban en un excelente estado de conservación. Frente a la desaparición del paisaje…

S: la permanencia…

T: Sí, y la inmutabilidad. Enterré la bandera blanca en aquel cementerio. Allí estuvo todo el invierno. Pedí a una chica del lugar que la desenterrara antes de la temporada de nieve y me la enviara por correo. Aquí está en este sobre.

S/T, instalación: papel de aluminio mecanografiado, bandera, sobre de kraft, urna de vidrio 75x45x35 cm. Tito Pérez Mora, 2015. Foto: Daniel Vega Borrego
S/T, instalación: papel de aluminio mecanografiado, bandera, sobre de kraft, urna de vidrio 75x45x35 cm. Tito Pérez Mora, 2015. Foto: Daniel Vega Borrego

S: ¿Y la bandera de Caín?

T: Caín fue el primer nómada, castigado a vagar. Este barco apareció en el último punto del viaje. Es un abarco que había estado a la deriva. La idea fue darle a este barco el nombre del primer nómada errante.

S: Me conmueve como hilas los hallazgos con tu proceso emocional.

T: Todo lo que surgió en el viaje forma un todo: encontrar el barco, el cementerio, la ciudad fantasma…

S: La ausencia y la permanencia como un mismo concepto… Imagino que no fue fácil regresar a la ciudad… recuperar el bullicio, Internet, la hiper-comunicación, salir de la soledad buscada…

T: Bueno, en la ciudad todo el mundo “está en el barullo” pero quizá el vacio es más vacío que el Ártico. En el Ártico hay unas leyes. Está organizado. Están las ballenas, los osos y en esa aparente hostilidad todo funciona. Aquí es contradictorio. La ciudad debería ser acogedora y fácil… pero es lo contrario.

S: Aquí no sabes quién te protege de los osos.

T: Eso es.

 

TWIN GALLERY
San Hermenegildo, 28
28015 Madrid
Hasta el 2 de abril

 

BIOGRAFÍA

TITO PÉREZ MORA Benidorm, 1977 Arquitecto y artista. Desde 2005 co-dirige el estudio de arquitectura y diseño AKA estudio. En 2012, a raíz de “Atlas. Proyecto de una barca de madera”, una expedición que se iniciaba en el diseño y construcción de una barca de madera en Madrid, para su navegación y posterior enterramiento de la misma en Galicia, se vuelca en desarrollar diferentes proyectos artísticos donde los procesos de trabajo y la experiencia personal definen su nuevo rumbo vital. En septiembre de 2013 Tito Pérez Mora participa en la primera edición de la feria de arte contemporáneo SUMMA FAIR con Twin Gallery, donde presenta un anticipo de La Herencia, su primera exposición individual (incluida en el Festival OFF de PHotoEspaña 2014). En junio de 2014 participa en la feria PINTA London con la misma galería. En abril de 2015 participa con Twin Gallery en 1915-2015, una relectura del siglo, muestra colectiva en la Sala Polivalente del Centro Cultural Conde Duque; en septiembre presenta una instalación en la feria Estampa 2015 y en octubre participa en la exposición Leonardo, homenaje a la ciencia, organizada por Twin Gallery en el Consejo Superior de Investigaciones Cientí- ficas (CSIC). En diciembre expone en “Galerías Ilustrísima”, en Museo ABC de Dibujo e Ilustración.

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