Durante la segunda mitad del s XX, se desarrolló una tradición figurativa que se basó en el ser humano como punto de partida para la reflexión artística.

Fuera de los países anglosajones, más desarrollados económicamente, en Francia, en 1960, artistas como Klein, Arman, Christo y Deschamps elaboran el Manifiesto de los Nuevos Realistas que han tomado conciencia de su singularidad colectiva. Nuevo Realismo es igual a nuevos acercamientos perspectívicos a lo real. Estos artistas estarán abiertos al mundo que los rodea y pretendieron acabar con la separación entre el arte y la vida, haciendo arte con materiales tomados de la vida cotidiana, despojándolos de su condición de objetos. Es una reacción contra el aislamiento de los informalistas y la vuelta a los orígenes, considerando el Arte como una manifestación más de la cultura y la naturaleza humanas.

El objeto es tema y materia artística. Cada autor lo trata de manera distinta, pero todos dentro de un proceso de recuperar, anular o pegar, más que de creación en el sentido tradicional. En ello cinciden con el Pop.

No quieren hacer obras de arte en sentido artesanal, ni dejar huellas ni implicarse físicamente en la obra: Klein da protagonismo a la pistola o al fuego como hacedores de arte, Tinguely deja a la máquina que las pinte.

Los nuevos realistas se presentaron de forma provocadora y espectacular, en la mejor tradición dadaísta, cuando los informalistas copaban las muestras de las galerías más prestigiosas.