Cubismo analítico

Fase temprana del cubismo practicada tanto por Braque como por Picasso entre 1908 y 1911 aproximadamente, caracterizada por el análisis estructural de las formas.

La preocupación fundamental de la pintura cubista es conseguir el equilibrio estructural del cuadro, considerado éste como espacio en el que se ordenan las formas. Apollinaire dijo que para comprender el Cubismo había que remontarse a Courbet, por su construcción objetiva de la realidad.

La exploración cubista pretendía superar las ideas del Impresionismo.

El Cubismo se opone a la vista parcial y, en oposición a la pintura que concibe el cuadro como una parte de la naturaleza, al modo en que miramos a través de una ventana. Esta nueva pintura analítica busca una formulación arquitectónica ordenada y de naturaleza abstracta que valga como una visión total de los objetos, elaborada a partir de sus elementos constructivos. No se pretende engañar, sino transcribir al pie de la letra la realidad.

Las obras de Picasso y Braque en este periodo estuvieron marcadas por un estilo austero al que se subordinaba la realidad en favor de la unidad estructural del cuadro. La técnica del facetado fue uno de sus principales recursos: consiste en representar el espacio por facetas, es decir, ofrecer una visión fragmentada por parcelas que se reunen en el cuadro como en el fondo de un ojo facetado, nombre por el que se conoce al aparato óptico de los insectos. A partir del aspecto de las cosas, según se presenten desde distintos ángulos, se perfilaban los esquemas básicos del cuadro.