Luis Feito, gestos íntimos

El Museo Carmen Thyssen expone nueve lienzos que el artista siempre atesoró

Málaga,

Pionero de la abstracción en los cincuenta, cuando formó parte del grupo El Paso, Luis Feito comenzó creando pinturas lineales en las que las referencias a lo real no se eliminaban del todo, dejando constancia de una tensión primera entre el mundo empírico y las dificultades para eliminar su rastro. Sin embargo, ya a mediados de aquella década, buena parte de sus composiciones podían enmarcarse en una estética informalista: desconectando, veremos que definitivamente, con la representación figurativa, incorporaban desarrollos geométricos más o menos explícitos o latentes.

Su trabajo evolucionará, a principios de los sesenta, al incorporar formas similares a las de las galaxias, en las que predominaba la presencia del círculo y se establecían lazos directos con lo informe, metaforizando una especie de caos originario. Contaban esas piezas con formas orgánicas y con tonalidades en contraste: rojos, amarillos y fucsias vigorosos junto a colores apagados. Esa década culminó con innovaciones en los soportes: el madrileño comenzó a unir dos telas como estrategia compositiva.

Los setenta, por su parte, constituyeron un periodo de investigación que fructificó en series de lienzos monocromos en los que replanteó sus parámetros pictóricos; aquellos cambios coincidieron con su traslado de París, donde vivía desde 1956, hasta Nueva York y Montreal, ciudades que le permitieron examinar con distancia el peso de la tradición europea en su trabajo y alumbrar nuevos caminos. Algunos pasaron por el uso del dorado y por el análisis de la complejidad de las relaciones entre el marco y el interior de sus composiciones, entonces muy geometrizadas, lejos del gesto espontáneo de sus primeras obras.

Partiendo de esa radicalidad de la geometría como ejercicio de problematización de su pintura, volvería a incorporar paulatinamente la gestualidad a fines de los noventa y hasta el final de su trayectoria.

Luis Feito. N.º 165, 1960. Colección del artista. © Luis Feito, VEGAP, Málaga, 2023
Luis Feito. N.º 165, 1960. Colección del artista. © Luis Feito, VEGAP, Málaga, 2023
Estudio de Luis Feito en Madrid, 2023
Estudio de Luis Feito en Madrid, 2023

Hasta el próximo 11 de junio, la Sala Noble del Museo Carmen Thyssen malagueño acoge nueve pinturas de las que nunca se desprendió y que colgaron de la casa y el estudio de Feito en Madrid hasta su muerte, en 2021: de gran formato, pertenecen a su etapa informalista (las realizó entre 1956 y 1962) y destacan por su contundencia; se trata de óleos muy densos en los que incorporó arena, cuya textura subraya la solidez del conjunto. Este tipo de obras, que coincidieron como decíamos con su participación en El Paso, las llevaba a cabo en sesiones de trabajo únicas y sin apenas planificación previa, un proceso común a buena parte de su producción, despojada de ideas preconcebidas.

La exhibición lleva por título “La pintura misma”, en referencia al rechazo habitual de Feito por explicar sus composiciones, al entender que las interpretaciones emborronaban su condición de pintura pura. Algunas de las piezas son casi monocromas, y se basan en el empleo de blancos, negros y ocres; otras, las fechadas a principios de los sesenta, nos ofrecen los fondos rojos con los que muchos identifican al autor, tonos que remiten a Oriente y que conceden a estas imágenes una mayor gestualidad.

Forma parte la muestra de una línea expositiva del Thyssen malagueño dedicada a analizar las aportaciones renovadoras de artistas de la vanguardia española: la han precedido otras dedicadas a Juana Francés, Joaquín Peinado, Vázquez Díaz, Alfonso Ponce de León o Maruja Mallo.

Luis Feito. N.º 280, 1962. Colección del artista. © Luis Feito, VEGAP, Málaga, 2023
Luis Feito. N.º 280, 1962. Colección del artista. © Luis Feito, VEGAP, Málaga, 2023

 

 

 

“Luis Feito. La pintura misma. Colección del artista (1956-1962)”

MUSEO CARMEN THYSSEN

C/Compañía, 10

Málaga

Del 16 de marzo al 11 de junio de 2023

 

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