Los trazos triples de Óscar Domínguez

Guillermo de Osma revisa sus trabajos en esa técnica entre los cuarenta y los cincuenta

Madrid,

Tras sumergirnos en la poesía visual de Eduardo Scala, la Galería Guillermo de Osma de Madrid inaugura mañana “Óscar Domínguez. El ‘triple trazo’. 1948-1952”, exhibición dedicada a uno de los periodos más originales en la trayectoria del artista canario, aquel en el que se decidió a emplear esa técnica llamada del triple trazo, es decir, el diseño con tinta china del dibujo de la composición, reservando a ambos lados del soporte un espacio en blanco a partir del cual se extiende el color y dejando enmarcados, como si se tratara de un aura, los elementos compositivos.

Esta etapa nunca había sido objeto hasta ahora de una exposición que específicamente la estudiase y para Domínguez llegó después de su fase surrealista parisina en la década de los treinta (se dejó influir por Dalí, Yves Tanguy y Max Ernst, se unió al grupo de Breton y alumbró sus primeras decalcomanías) y de la consolidación de su prestigio y su estrecha relación con Picasso en los cuarenta. En los cuatro años explorados en esta muestra, compuesta por una veintena de obras, desarrolló el artista composiciones limpias y equilibradas, tanto en lienzo como en papel, quizá bajo la estela del más apacible Braque, de quien también fue amigo: se caracterizan por sus dibujos de líneas precisas, por un cromatismo más rico que en años anteriores y por una luz y una brillantez asimismo renovadas; transmiten una seguridad y un optimismo de la que carecían sus imágenes hasta entonces. Lo reconoció el mismo Domínguez, en una carta que en 1949 envió a su amigo Eduardo Westerdahl: He conseguido inventar una técnica que me permite hacer una pintura personal, y esto marca el momento más exitoso de mi carrera. Trabajaba desde el placer, pero también concienzudamente desde la reflexión y el criterio.

Óscar Domínguez. Composición con casas y animales, 1949, Cortesía Galería Guillermo de Osma
Óscar Domínguez. Composición con casas y animales, 1949, Cortesía Galería Guillermo de Osma

Los temas más presentes en sus trabajos de aquellos años son sus favoritos desde los comienzos: revólveres, redes, talleres de artistas, toros, pájaros, mujeres…; cambia el enfoque elegido para presentárnoslos, más vital e irónico, ligero de dramas y luminoso: Me acerco al problema plástico, al lado inventivo que te abre la naturaleza frente a la luz, la forma y el color, escribió en el mismo año 1949.

Óscar Domínguez. Frutero Come-Frutas. Cortesía Galería Guillermo de Osma
Óscar Domínguez. Frutero Come-Frutas. Cortesía Galería Guillermo de Osma

Quedaban a un lado los malos sueños para, como explica Lázaro Santana en el catálogo del proyecto, ceder paso a escenas contempladas con desenfado en las que los objetos nos parecen, y son, lo que representan, pero devienen también metáforas, trascendiendo su significado original. Obras como las que nos presenta desde mañana Guillermo de Osma parecen hechas solo de aire y luz, de formas y colores que dan lugar a imágenes de la belleza. Lejos se encontraba la violencia inherente a sus pasadas imágenes taurinas; aquí gana el hedonismo y el humor, un sentido más leve de las formas: los toros aquí plasmados no luchan ya sino que se sientan en la arena, aparentemente disfrutando de las vistas, travestidos en seres con uñas pintadas. No es rara, en estos trabajos, la presencia de seres híbridos o en estado de metamorfosis, a medio camino entre el cisne, el caballo, el propio toro o el arquero.

En este periodo, por tanto, Domínguez se liberó de anteriores pesanteces, buscando quizá trasladar a sus lienzos y papeles casi una arquitectura aérea: los contornos son leves; las caligrafías, delicadas y los motivos, en buena medida imaginados. En palabras de Isidro Hernández, de las mariposas de su infancia al revólver amenazante del adulto, unos y otros reposan sencillos y diáfanos en sus líneas, consustanciales al sueño y la poesía.

Óscar Domínguez. Toro y Teléfono. Galería Guillermo de Osma
Óscar Domínguez. Toro y Teléfono. Galería Guillermo de Osma

 

 

“Óscar Domínguez. El triple trazo. 1948-1952”

GALERÍA GUILLERMO DE OSMA

c/ Claudio Coello, 4  1ºIzquierda

Madrid

Del 18 de noviembre de 2020 al 19 de febrero de 2021

 

Comentarios