Liam Young y el futuro como verbo

Espacio Fundación Telefónica muestra sus videoinstalaciones

Madrid,

Es arquitecto, cineasta, tiene mucho de diseñador y el futuro es su gran ámbito de trabajo. El australiano Liam Young aborda desde hace años las repercusiones del empleo de la tecnología en nuestras vidas y en las ciudades que habitamos, aunando realidad y ficción, y sus estudios suelen plasmarse en filmes de corte futurista, que se nutren tanto de hondas investigaciones como de su propia imaginación, y también en fotografías, maquetas y esquemas que completan esas proyecciones y que hacen referencia a las posibilidades y los peligros de la Inteligencia Artificial y a la necesidad de emplearla en nuestro propio beneficio y en el de la naturaleza.

Seis de esas videoinstalaciones, dos de ellas creadas para la ocasión, se exhiben desde hoy en el Espacio Fundación Telefónica, en una muestra titulada “Construir mundos” que incide, además de en la voluntad de Young de repensar nuestras sociedades, en la contundencia visual de estos relatos audiovisuales, realizados normalmente con la colaboración de tecnólogos y científicos y en algún caso parte de fondos de museos como el MoMA y el Metropolitan de Nueva York, el Victoria & Albert de Londres o la National Gallery de Victoria.

Liam Young. "Construir mundos". Espacio Fundación Telefónica
Liam Young. “Construir mundos”. Espacio Fundación Telefónica

Se inicia el recorrido con In the Robot Skies, pieza dedicada al análisis de la tecnología de los drones y rodada justamente con ellos: se basa este corto en experimentos realizados con cámaras drón que se desarrollaron ad hoc para este proyecto y que se programaron con comportamientos individuales y criterios cinematográficos propios. Lo protagonizan dos adolescentes, residentes en torres residenciales de Londres, que hackean los mecanismos de vigilancia empleados para mantenerlos separados y se envían cartas de amor; la trama nos llega a través de los ojos de los teledirigidos, con el ánimo de impulsar el debate sobre sus potenciales usos como objetos culturales y no solo de índole militar.

Liam Young. "Construir mundos". Espacio Fundación Telefónica
Liam Young. “Construir mundos”. Espacio Fundación Telefónica

New City, por su parte, se compone de un conjunto de visiones urbanas que son proyecciones de futuro desde miradas presentes: se extrapolan cuestiones candentes hoy (o se sube su volumen, dice el artista). Ha estudiado Young ciudades y fenómenos emergentes en contextos urbanos y ha unido digitalmente fotografías de las experiencias observadas para explorar tendencias a tener en cuenta. En cuatro vídeos nos hace sumergirnos en urbes imaginarias que nos interpelan sobre soluciones en cuanto a logística global, crisis climática o empleo automatizado: una de ellas está compuesta enteramente de datos; otra es una villa offshore en el océano Pacífico inspirada en zonas al margen de la ley en India y China.

Liam Young. "Construir mundos". Espacio Fundación Telefónica
Liam Young. “Construir mundos”. Espacio Fundación Telefónica

Where the city can´t see hace referencia a los nuevos modos de habitar, y especialmente de mirar la ciudad, que implicarán los vehículos sin conductor y las tecnologías propias de los urbanismos llamados inteligentes, en relación con sistemas de vigilancia y recopilación de datos por nacer. Si las localidades que hoy habitamos responden a patrones de ocupación que nosotros, o nuestros antepasados, diseñaron y a nuestras formas de ver, las siguientes podrían atender a la mirada tecnológica, que no será neutra y contendrá sesgos y contradicciones.

Presenta este vídeo a jóvenes que se dirigen en metro a una fiesta secreta en una ciudad donde todo ser en movimiento es observado con precisión milimétrica. Para esquivar esa vigilancia, desarrollan modos de pasar desapercibidos, como trajes que convierten sus cuerpos en puntos ciegos para las cámaras, para los algoritmos de detección física. En el campo de la Inteligencia Artificial, el modo en que nos movemos nos identifica tanto como una huella dactilar y habrá quienes configuren formas alternativas de hacerlo para preservar su intimidad; considera Young la tecnología como otro tipo de naturaleza a la que respondemos y entiende que las subculturas urbanas defensoras de la privacidad son ya incipientes. Esta pieza ha sido grabada, por cierto, con la tecnología de escáneres láser utilizada en coches autónomos.

Cierto tono épico desprende The Great Endeavour. El debate en torno al cambio climático suele centrarse en la necesidad de reducir las emisiones de carbono, pero actualmente el procedimiento para ello suele basarse en captar las atmosféricas e inyectarlas en la tierra y dado que, en el futuro, el procedimiento se quedará corto y seguramente sea necesario implementar tecnologías que las absorban de manera directa (así como otras industrias que reviertan los procesos contaminantes, con recursos económicos y creativos de todos los países), esta obra nos ofrece un prototipo de ese dispositivo anticontaminación, elaborado junto a la científica Holly Jean Buck. Se parece a una ciudad sobre el agua, transformaría el dióxido en gas licuado para enterrarlo en el lecho marino y se acompaña aquí de diseños de monos, opulentos, que vestirían los trabajadores que participarían en el proyecto, que serían millones y podrían considerarse héroes de la modernidad.

Planet City, por su lado, contiene una respuesta radical al desafío del crecimiento urbanístico y la sobreexplotación de los recursos que se hace eco de las teorías planteadas por el biólogo Edward O. Wilson en su ensayo Half-Earth. Sugería este autor americano liberar la mitad del planeta de presencia humana, permitiendo su ocupación por la naturaleza y redistribuyendo la población humana en la otra mitad, en torno a ciudades con una extrema densidad de habitantes. La que ha ideado Young tendría el tamaño de un estado de EE.UU. y residir allí implicaría el sacrificio de algunos de nuestros estilos de vida y la adopción de otros basados en tecnologías ya existentes y en energías sostenibles; conllevaría, por tanto, un cambio cultural: el propósito último del artista es subrayar que nada nos impide reimaginar los lugares donde vivimos y que en ellos, también, será posible celebrar.

Se cierra la exposición con The Emissary, trabajo en cierto modo postapocalíptico. Recordando que hace medio siglo que se lanzó al espacio el disco de oro de la Voyager 1, retrato de la humanidad en la década de los setenta a partir de imágenes y sonidos, Young ha diseñado, junto a profesionales de la NASA, una nave espacial ficticia, de diez kilómetros de anchura y realizada en materiales no obsoletos, que conservaría y transmitiría eternamente lo que hoy somos. Sería el testimonio de que un día existimos y también una suerte de funeral.

Para evitar esa extinción, aboga el australiano por tomar las decisiones adecuadas y remar en la misma dirección; por apostar por la esperanza frente al miedo y la ansiedad y por ponernos en acción, entendiendo el futuro más como un verbo que como un sustantivo.

Liam Young. "Construir mundos". Espacio Fundación Telefónica
Liam Young. “Construir mundos”. Espacio Fundación Telefónica

 

Liam Young. “Construir mundos”

ESPACIO FUNDACIÓN TELEFÓNICA

c/ Fuencarral, 3

Madrid

Del 20 de mayo al 20 de noviembre de 2022

 

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