Las alucinaciones de Jorge Perianes

El artista gallego Jorge Perianes regresa, hasta el 21 de enero, a la Galería Max Estrella con una obra que se mueve en arenas movedizas en forma y fondo: aunque su base sea pictórica, Perianes trabaja con las tres dimensiones y dota a sus proyectos de un valor escenográfico. En ellos reflexiona sobre lo poco claro que es lo real, poblado de imágenes tan bellas como confusas, y sobre nuestras dificultades para juzgarlo basándonos en construcciones mentales que prácticamente nacen obsoletas.

Perianes, que ha presentado hasta ahora sus principales trabajos en Matadero y el MARCO de Vigo, no concibe lo real sino como construcción, que puede ser individual o colectiva y que debe ser constantemente estudiada por dar lugar a ilusiones y malentendidos, a creencias irracionales que enlazan con la neurociencia y sus estudios sobre los mecanismos cerebrales para generar imágenes completas y coherentes a partir de fragmentos, en definitiva, para inventar, no para crear desde cero pero sí para fabular, acciones que también son propias, por extensión, a la memoria. Al gallego le interesa “constatar cómo lo irracional persiste y se mantiene fuerte, y como lo racional sucumbe por ser cuestionado desde mil frentes”.

Hay que mencionar que el título de la exposición, “Alucinaciones”, está tomado de un libro de Oliver Sacks sobre lo que el cerebro, y no los ojos ni el resto de nuestros sentidos, aprecia; entre sus variantes, figuran la poliopía (visión de múltiples imágenes en presencia de un solo objeto) o la palinopsia (percepción reiterada de imágenes tras la desaparición del estímulo visual que las originó).

El poder perceptivo de la mirada es muy limitado, según los postulados de Perianes, frente al creador de nuestro cerebro

El poder perceptivo de la mirada es muy limitado, según los postulados de Perianes, frente al creador de nuestro cerebro. Con un halo poético, este artista utiliza insectos para vincularlos a la muerte (descomponen la materia), la botánica para hablarnos de vida, colillas y velas que no se apagan para referirse a nuestra curiosa percepción del tiempo o espejos que no nos ofrecen nuestro reflejo para aludir a las imágenes dignas de análisis que solemos tener de nosotros mismos.

Influido por el surrealismo pero con más vocación poética que deseo rupturista, Perianes ha trabajado en el muro central de la sala Max Estrella haciendo que se multiplique en diversas estructuras que, a su vez, se deterioran dando lugar a múltiples deformidades de las que brotan obras, a veces abocetadas, que se adaptan de modo natural a los intersticios en los que surgen. Los compara Perianes con los trazos del sistema capitalista que brota donde menos podría esperarse: Me interesa el capitalismo como construcción extremadamente astuta e inteligente, y además coherente (no estoy del todo en contra de él, pero me preocupa su esencia de velocidad y muerte).