El arquitecto británico Norman Foster acaba de presentar el avance de la redacción de su proyecto de ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao, cuya hoja de ruta quedó fijada el 11 de diciembre del año pasado en el Plan Estratégico 2019-2022, aprobado por el Patronato de la pinacoteca con las finalidades de impulsar la modernización de su organización y la ampliación física de este centro, que actualmente acoge exposiciones dedicadas a los Goyas de Zubieta, Isabel Baquedano, Sorolla, Rei Kawakubo y Víctor Erice, además de la colectiva “ABC. El Alfabeto del Museo de Bilbao”, que conmemora su 110 aniversario.
Crecerá en cerca de 8.000 metros cuadrados el espacio operativo del Museo que ahora dirige Miguel Zugaza, contando con un presupuesto cercano a los 19 millones de euros y un plazo de ejecución de 45 meses. La convocatoria para su transformación arrancó el 11 de febrero de este año. 57 equipos de arquitectos fueron admitidos en una primera fase y el jurado escogió a los ocho finalistas en abril; finalmente en julio se anunció el fallo a favor del proyecto presentado por Foster+Partners + LM Uriarte Arkitektura con el lema de Agravitas. Tanto este como los de los demás seleccionados pudieron contemplarse en el Museo el pasado verano y el elegido lo fue, en palabras del jurado, por aunar calidad arquitectónica, sensibilidad urbana y responsabilidad social para levantar un hito luminoso y leve en el corazón histórico de Bilbao. El mismo jurado calificó esta propuesta como tecnológica en su imagen, humanística en su enfoque y ecológica en su sostenibilidad.
La idea que vertebra Agravitas es recuperar el protagonismo del primer edificio que fue sede del centro, datado en 1945, por eso se reestablecerá su entrada inicial. Además, sobre las instalaciones ya existentes y asentándose en la construcción del 45 y la de 1970, respetándolas, se proyectará un espacio de dimensiones nuevas que dotará al museo vasco de galerías de diseño amplio y actual, en una planta diáfana y apta para montajes expositivos flexibles. La Plaza del Monumento a Arriaga será el eje vertebrador del conjunto.
Respecto al proyecto inicial con el que Foster y Uriarte ganaron el concurso, este definitivo ofrece algunas novedades: se suman 2.000 metros cuadrados más, correspondientes a esa revisada galería que se situará cubriendo los mencionados dos edificios datados en 1945 y 1970 (allí se reubicarán espacios de oficinas y se desarrollarán las actividades educativas, evitándose la construcción de otro edificio anexo con esos fines) y este sombrero que cubrirá las dos construcciones tendrá dos plantas en lugar de una, acristaladas, con un aspecto claro y una de ellas de menor altura. Foster indicó que podría utilizar para las zonas visibles piedra blanquecina, cristal blanco o vidrio translúcido para favorecer el paso de la luz.
El espacio que quedará liberado en el sótano gracias a esta nueva organización, de cerca de mil metros cuadrados, podría emplearse como almacén de colecciones, lo que a su vez evitaría la búsqueda de otro edificio en Bilbao donde disponerlas. En total, la superficie destinada a exposiciones en el renovado museo sería de unos 5.000 metros cuadrados y, en palabras del arquitecto, el conjunto tendría una apariencia más armónica e integrada tanto en su visión exterior como en la interior.
Quiso incidir Foster en esa comunión entre pasado y futuro tomando como metáfora una de las pinturas fundamentales de los fondos del Museo: El puente de Burceña, de Aurelio Arteta, en la que convive la representación de construcciones y formas de vida tradicionales con la del diseño vanguardista de esa obra de ingeniería civil.
MUSEO DE BELLAS ARTES DE BILBAO
Museo Plaza, 2
Bilbao
