Katinka Bock, un cuaderno de bitácora

ARTIUM presenta su primera exposición en España

Vitoria,

El próximo 27 de marzo, ARTIUM, el Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo, abrirá su primera muestra del año, que será también la primera individual en nuestro país de la artista alemana Katinka Bock; se trata de “Cuaderno de bitácora”, que constará de trabajos recientes de esta autora estrechamente vinculados, como el conjunto de su producción, al paisaje, la historia y el contexto en el que nacieron; de hecho varias de las piezas derivan de su colaboración con artesanos locales o de su estudio de las arquitecturas y espacios de este centro de Vitoria.

Fue hace algo más de un año, en febrero de 2020, cuando Bock visitó por primera vez ARTIUM, llegando a la capital vasca desde Hannover; solo unos días antes de que todos quedáramos confinados y de que se cerrarán las fronteras, y también las puertas del Museo. Sucedieron a aquella visita inicial meses de desconcierto y conversaciones llenas de dudas, también ciertas impresiones sobre las salas del centro en las que se desplegaría esta muestra que la artista compartió con el diseñador gráfico Louis Lüthi, que ha colaborado con ella en este proyecto: Es un espacio extraño y anónimo en el sótano sin vistas al exterior. (…). Un espacio suspendido como un barco en el océano (…). El espacio expositivo se entiende como el vientre de una ballena o un barco. Entendemos así por qué ha llamado a la exposición “Cuaderno de bitácora” y sus posteriores desarrollos.

Katinka Bock. "Logbook". ARTIUM
Katinka Bock. “Logbook”. ARTIUM

Cuando, en julio, volvieron a abrirse las fronteras, Bock regresó a Vitoria, entonces como profesora invitada en el Programa de estudios JAI, que ARTIUM ha impulsado junto a la Tabakalera de San Sebastián. Escribió aquellos días una partitura, a la que llamó Logbook, que a su vez establecería el protocolo de producción de la pieza Confusions possibles, que podrá contemplarse ahora: en esta obra, un herrero y un sastre locales trabajan, partiendo de su interpretación de ese texto, en la fabricación de medio pantalón, medio vestido y la mitad de tres piezas de cobre: un zapato, un casco y una cuchara. Las otras mitades de esos objetos se han producido en París y unas y otras se reunirán en la exhibición, mostrándose unidas.

Además, en esa misma estancia en nuestro país con motivo de JAI, Bock visitó la Factoría Marítima Vasca Albaola de Pasajes de San Pedro, donde se divulgan las estrechas relaciones de esa región con el mar y también se enseña carpintería y las técnicas artesanales de los marinos. Aprendió allí, por ejemplo, que, históricamente, los bosques de Sakana han sido la fuente de madera para los astilleros. Los bosques de roble se plantaban y podaban con el fin de obtener árboles rectos para fabricar tablones, y árboles curvos para hacer la estructura, con el fin de garantizar la mejor calidad en la construcción de un barco.

También conoció el legado de la historiadora británica Selma Huxley, fallecida justo el año pasado, que en los sesenta decidió establecerse en Oñate junto a sus hijos para investigar sobre las vivencias de los balleneros vascos que alcanzaban Terranova. Sus estudios resultarían fundamentales para encontrar los restos del San Juan, que encalló en Red Bay en 1565 y que está siendo reconstruido precisamente en Pasajes.

Tras aquel acercamiento a la Factoría, Bock comenzaría a plantearse la producción de una pieza junto a sus estudiantes, una obra tallada a partir de una costilla de madera semejante a las utilizadas en la construcción de las embarcaciones. Con ese fin, la autora volvió al País Vasco en una tercera ocasión, el pasado enero: el proyecto resultante profundiza en las analogías posibles entre el interior de un cetáceo y un espacio museístico subterráneo, recordando a Melville: En el capítulo Descuartizando de Moby Dick, el cuerpo de la ballena gira, la piel se corta como una naranja, las poleas equilibran dos pesos desiguales, entre la bestia y el barco. Curvar, cortar, constreñir, forzar son acciones de construcción de barcos y correcciones sociales. La exposición Logbook habla de cuerpos mutilados y constreñidos, formas de división y energías canalizadas.

También esculpió Bock, en su estudio de París, un busto de Huxley en cerámica, Selma, con el fin de que fuera depositado en Albaola, conectando ARTIUM y esta Factoría mientras durara su exposición. Otra de sus obras clave es la imagen de una orquídea en uno de los escritorios del Museo, que perdería su flor meses después de captarse (hoy ha vuelto a florecer y ha vuelto a ser de nuevo fotografiada).

También se ha transformado el espacio subterráneo de ARTIUM, de modo que es posible observar el exterior del Museo mientras nos encontramos en la exposición, a través de amplios óculos que antes eran ciegos y que se completan con otras aberturas en los muros que visibilizan su sistema constructivo, incluyendo esas costillas en madera.

Así, el propósito de “Logbook” en su conjunto es sumergirnos en el interior del centro como en el del vientre de una ballena (del que todo suele aprovecharse); allí nos esperan Moby Dick, Selma Huxley, huesos, cucharas, cascos y florecientes orquídeas. Comisaría esta propuesta Beatriz Herráez, directora de ARTIUM.

 

 

Katinka Bock. “Logbook”

ARTIUM. CENTRO MUSEO VASCO DE ARTE CONTEMPORÁNEO

c/ Francia, 24

Vitoria

Del 27 de marzo al 12 de septiembre de 2021

 

 

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