La república de Juan Luis Moraza

El artista presenta su propio museo dentro del Reina Sofía

Juan Luis Moraza. república

MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA. MNCARS

C/ Santa Isabel, 52

Madrid

Artista: Moraza, Juan Luis
Madrid,

La reflexión crítica hecha escultura e instalación. Así es la obra del artista vitoriano Juan Luis Moraza, también docente de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Vigo y de la del País Vasco, y desde ese espíritu se ha concebido la muestra “república”, comisariada por João Fernandes, que hasta el 2 de marzo podemos ver en el Museo Reina Sofía y que consta de obras de Moraza fechadas en los últimos cuarenta años pero recientes en su mayoría.

La muestra, que busca en muchos puntos la interacción con el público, al que no sólo se ofrecen sensaciones visuales sino también auditivas, nos introduce en un museo hipotético dentro del MNCARS, en un espacio abierto al cuestionamiento de las esencias del espacio expositivo, de la vigencia y necesidad de los sistemas de representación artística a la hora de entender el mundo y de la presencia de la política, la antropología, el psicoanálisis o la estética en el discurso de un centro de arte.

REPERCUSIONES, IMPLEJIDADES Y SOFTWARE

Juan Luis Moraza. república. Vista de la exposición
Juan Luis Moraza. república. Vista de la exposición

Un plano en el primer espacio de la exhibición estructura “república” en tres áreas diferenciadas (Repercusiones, Implejidades y Software) que tienen en común su planteamiento de los nexos actuales y futuros entre arte, museo y ciudadanía y de las posibilidades de los primeros para transformar al visitante.

Partiendo de la base de que las actuales democracias ofrecen dos vías de participación al ciudadano (elecciones y pago de impuestos), Moraza presenta un museo en el que convergen espectador ciudadano y artista ciudadano y en el que lo político se entrelaza con lo antropológico y con lo humano para facilitar la construcción de identidades individuales y colectivas. Así nos encontraremos con urnas de voto, con formularios con encuestas sobre las características de nuestro artista ideal o con declaraciones de la renta donde el contribuyente decide por completo a qué fines se destinan sus impuestos.

Para Moraza existe hoy una crisis de representación derivada de los problemas de relación entre el arte y sus temas, y esa crisis procura abordarla uniendo arte y política, jugando con la dicotomía entre presentación y presencia y tratando no sólo de representar cosas, sino también de hacerse presente en lo que se presenta: república es ante todo un museo diseñado por el propio artista y construido con símbolos y a partir de convenciones que pueden hacerse a veces incompatibles con la atención hacia lo individual. El artista, cuya obra forma parte de las colecciones del propio Reina Sofía, plantea el sentido de los usos de los monumentos dentro de la vida social y cotidiana: utiliza tacones-pedestales de distintas alturas como evocación de lo femenino y de un propósito diario de autoafirmación.

Además de simbólico, el museo de Moraza es demográfico y antropológico: instalaciones relacionadas con el cuerpo humano y su fragmentación, el ciclo de la vida y la ciencia hacen referencia a la natalidad y sus controles o a la sexualidad, el deseo y la presentación de un cuerpo divisible (es el caso de la compuesta por cerebros reptilianos, los distintos cerebros que albergamos).

No es la primera vez que este artista expone en el Reina Sofía, pero, como ha subrayado Borja-Villel, la diversidad de sus registros hace oportuna más de una muestra de su trabajo, que exige a su vez varias presentaciones, y, por su complejidad, “República” parece una colectiva.

La idea de fondo que subyace en esta muestra es la de la relevancia de la noción de crisis como eje en torno al que gira y se reinventa el mundo moderno. Moraza la interioriza y traslada sus reflexiones y su concepción del arte como cosa pública al espacio público del museo. Esa crisis se nos desvela, en el fondo, como nuestra condición básica (y más o menos problemática, según épocas) de estar en el mundo; un mundo que desconocemos por completo salvo por los sistemas de (re)presentación.

El título de república se conecta en este caso con las difusas relaciones entre las partes y el todo en el movimiento moderno y con la citada noción descentralizada de cuerpo, evocado en este proyecto a través de metonimias y sistemas de medidas donde se nos identifica como individuos necesitados de otros.

Artista y comisario ya trabajaron juntos hace 18 años, con motivo de la exposición “Más tiempo, menos historia”.

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