José Dávila, invitado a territorio incierto

El mexicano presenta en Hamburgo una instalación específica

Hamburgo,
José Dávila. Joint effort, 2017
José Dávila. Joint effort, 2017

Hamburger Kunsthalle cuenta con un espacio para el desarrollo de proyectos específicos anuales a cargo de artistas invitados: Uncharted Territory; por él ya ha pasado Haegue Yang (del 30 de abril de 2016 al 1 de mayo de este año) y desde este junio al de 2018 su inquilino es un creador mexicano con el que Yang comparte generación: José Dávila.

Los creadores llamados a exponer en esta sala tienen en común la reflexión en su trabajo sobre asuntos vinculados a los procesos de transformación globales en lo relativo a migraciones e identidades y Dávila, que vive y trabaja en la Guadalajara mexicana y ya ha expuesto en grandes museos europeos y americanos, aborda esas temáticas proponiendo también un cuestionamiento de las formas: apropiándose de obras de ciertos artistas del s. XX y reconfigurándolas, hace hincapié en cómo esas piezas han sido registradas y puestas en circulación como fotografías, como imagen.

Recurriendo a la duplicación y a la alteración, rompe con las dinámicas de reconocimiento que habitualmente nos permiten establecer íconos distinguibles y nos propone transformar nuestros modos de ver, o al menos ser conscientes de las convenciones de las que son fruto. Es frecuente también que llame nuestra atención sobre esa reducción a imagen de las tres dimensiones utilizando él el procedimiento contrario: transformar lo pictórico en elemento escultórico, concediendo así cualidades espaciales a lo que fue bidimensional.

Lo primero que llama la atención al contemplar esas esculturas es la especificidad de sus materiales; Dávila busca que advirtamos su procedencia o su valor para jugar al contraste: materiales industriales como el vidrio o el acero interactúan en estos trabajos con materiales naturales apenas alterados por su mano, como rocas o mármol. También emplea objetos comunes, como cajas de cartón, para generar réplicas de otras esculturas fácilmente reconocibles, evidenciando así cómo algunas formas de ocupar el espacio también forman parte de nuestro imaginario y se inscriben en este sistema de referencialidad visual en torno al que su producción gira de forma constante.

Influenciado por su formación como arquitecto -en el Instituto de Bellas Artes de San Miguel de Allende-, Dávila dispone de los objetos como si fueran elementos básicos del dibujo (punto, línea y plano) para crear construcciones basadas en equilibrios, permanencias y desafíos a esos conceptos.

Más allá de estas lecturas, podemos entender también sus obras como reflexión lúdica o crítica sobre el arte del s. XX y también como homenaje a los logros de los artistas sobre los que trabaja, entre ellos Richard Serra, Dan Flavín, Donald Judd, Josef Albers y los arquitectos Luis Barragán y Mathias Goeritz. Parte de sus ideas para generar trabajos que a veces son continuación lógica del legado de sus antecesores y, en otras ocasiones, contradicciones absolutas a sus principios.

Para Uncharted Territory, ha desarrollado Dávila una instalación frágil en su fisicidad e imponente en lo visual. Juega en ella con las tensiones inherentes a las fuerzas físicas, el equilibrio y la masa, experimentando con materiales y formas muy distintos entre sí para generar, paradójicamente, una pieza armónica que es también vulnerable.

José Dávila. Joint effort, 2017
José Dávila. Joint effort, 2017

 

“Uncharted territory: José Dávila”

HAMBURGER KUNSTHALLE

Glockengießerwall 5

20095 Hamburgo

Del 2 de junio de 2017 al 3 de junio de 2018

 

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