El mecenazgo artístico como propósito vital

TEFAF cerró anticipadamente sus puertas, pero sí presentó su Informe sobre el mercado del arte, dedicado a la filantropía cultural

Maastricht,

En una medida sin precedentes, dada la situación generada por la crisis del coronavirus, TEFAF Maastricht 2020 cerró sus puertas el pasado miércoles, cuatro días antes de lo previsto. Durante la semana que ha durado la feria, se registraron 28.500 visitantes y se confirmaron importantes ventas a coleccionistas privados e institucionales.

En el arranque de la cita, como es habitual, TEFAF presentó su Informe sobre el mercado del arte dedicado, esta vez, al mecenazgo artístico y la filantropía en el siglo XXI. La feria holandesa fue pionera encargando investigaciones originales sobre el mercado del arte y lo ha venido haciendo regularmente en las últimas dos décadas. La decisión de dedicar dicho Informe al desarrollo y particularidades del mecenazgo hoy se debe, según Patrick van Maris, a que en todo el mundo están desarrollándose acontecimientos que hacen que este tema sea especialmente pertinente. El Informe estudia cómo las prioridades de los mecenas actuales difieren de las de los mecenas de la generación anterior. El cambio de actitudes y la evolución de numerosos modelos nuevos de mecenazgo conllevan que este área sea realmente fascinante. En una época en la que la sostenibilidad, la transparencia, el impacto social y la responsabilidad son primordiales, es importante preguntarse cómo y por qué recaudamos fondos para las artes y cuál el beneficio público que esto puede aportar. Es especialmente relevante plantearse estas preguntas ahora, cuando las artes están bajo una creciente presión debido a los recortes de la financiación pública.

Repasamos las principales conclusiones del texto:

Dada la marcada austeridad en la financiación pública de las artes a raíz de la crisis económica de 2008, el Informe subraya que el apoyo privado a la cultura está adquiriendo una importancia creciente, muy a menudo imprescindible. Se recalca cómo, en los países y regiones que gozan de mayor nivel económico, es mayor la filantropía -se pone como ejemplo la campaña The Giving Pledge– y que las recientes inversiones particulares en proyectos vinculados a la sostenibilidad o con impacto social pueden implicar cambios de actitud, a futuro, en lo relativo al mecenazgo artístico.

El Informe también pone de relieve cómo ese apoyo privado y corporativo a la cultura es objeto de un escrutinio creciente por razones éticas y cómo tanto los movimientos sociales como las redes están, hoy por hoy, redibujando las barreras de lo que entendemos por socialmente aceptable. Se plantea la necesidad de definir, en este sentido, límites claros, dando a conocer “las normas éticas de los socios comerciales con el fin de mantener la confianza del público y la integridad en todas las actividades de los museos”.

Asimismo se incide en las posibilidades de la tecnología a la hora de extender el mecenazgo, a través de bien conocidas campañas de crowdfunding o de blockchain con tintes filantrópicos, y en las opciones que Internet ofrece a los museos, en forma de proyectos virtuales que dan a conocer su colección y actividades.

Con el fin de acercarse a las distintas motivaciones de los filántropos, TEFAF ha llevado a cabo una encuesta a mecenas de distintas generaciones. Un 78% afirmó que apoyan con regularidad el sector del arte sin ánimo de lucro (compartiendo tiempo, conocimientos o recursos financieros), un 67% ha colaborado con iniciativas de este ámbito como voluntarios y en este aspecto se muestra particularmente activa la generación más joven (un 70% de los mecenas millennials preguntados afirmaron que ofrecían ayuda en especie regularmente), y un 94% explicó que sus razones para apoyar propuestas artísticas eran la pasión y el impacto.

Un 72% de los mecenas jóvenes dijeron que su motivación mayor para apoyar el arte era que les hacía tener un sentimiento de compromiso social y de propósito vital y un 73% de ellos han explicado que, además, esa motivación les hace “sentirse conectados con otras personas” y que es una forma de “ampliar su red de contactos sociales”. En comparación, este factor es importante para un 62% de la Generación X y un 54% de los baby boomers.

En cuanto a los destinatarios de ese apoyo, se sitúan en primer lugar los museos públicos y las organizaciones de arte sin fines de lucro y las colaboraciones suelen desarrollarse en el marco de programas de socios y de mecenazgo.

Babajide Olatunji. Tribal Marks Series III #52
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