En colaboración con el Metropolitan Museum of Art y el Art Institute of Chicago, el parisino Músée d´ Orsay examinará a partir de mañana cómo la preocupación de muchos pintores ligados al Impresionismo por representar figuras humanas en sus entornos cotidianos, tanto en la ciudad como en el medio rural, se hizo extensible también a la captación de las modas y las actitudes de su época.
En la producción de los pintores más populares del movimiento, fisionomías, hábitos e indumentarias quedaron representados con una escrupulosa claridad nacida de su concepción del retrato como el reflejo de un hombre inserto en su vida diaria y en el contexto histórico que le ha correspondido. Estos artistas prestaron atención tanto a tipografías como a topografías, tratando de plasmar en sus trabajos, como diría Baudelaire, “la metamorfosis diaria de las cosas externas” en los años transcurridos entre 1860 y 1880.
En la pintura impresionista, las figuras y su vestimenta quedan transfiguradas por la magia de las sombras y de las luces, la restitución de la gestualidad y del juego de los tejidos en los cuerpos. Por su poder de evocación, ganan en autenticidad. En ellas aprendemos mucho más de la sociedad de aquel tiempo que mediante el retrato mundano, el posado o la escena costumbrista.
Formarán parte de la exhibición unas sesenta obras de Manet, Monet, Renoir, Degas y Caillebotte, algunas de las cuales no han sido expuestas en la capital francesa desde hace varias décadas. Estas piezas se podrán confrontar con una serie de cincuenta vestidos y accesorios femeninos y unas veinte piezas masculinas de la época de los impresionistas.
“L´impressionisme et la mode”
MUSÉE D´ ORSAY
Del 25 de septiembre de 2012 al 25 de enero de 2013
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