El artista barcelonés Ignasi Aballí ha resultado hoy galardonado con el Premio Joan Miró de arte contemporáneo en su quinta edición. Lo conceden la Fundació Joan Miró y Obra Social La Caixa y está dotado con 70.000 euros, una escultura de André Ricard y la producción de una muestra monográfica que Aballí protagonizará el año próximo en la Fundació y que después itinerará a otros centros.
El jurado (formado por Alfred Pacquement, Vicente Todolí, Poul Erik Tojner, Nimfa Bisbe y Rosa Maria Malet) ha valorado en la obra de este artista su innovación y libertad creativa y su constante reflexión en torno a los límites del medio pictórico y la representación, además de “su minuciosa atención a las importantes implicaciones de los más pequeños cambios en las estrategias de resignificación, así como su papel como mentor para los artistas más jóvenes”.
Formado en la Facultad de Bellas Artes de la Universitat de Barcelona, Aballí apostó en sus inicios por la pintura para después abrirse a la experimentación en instalaciones, collages, fotografías y videos, investigando por ejemplo los efectos del sol o del polvo sobre los materiales o los de la reproducción de imágenes hasta el infinito.
Sus trabajos son fruto de materiales, pero también las condiciones de percepción y de interpretación que llevan asociadas son parte integrante de los mismos. Hoy consideramos al barcelonés una de las grandes figuras de nuestro arte conceptual: ha estudiado vías para “crear sin intervenir, sin estar, con el paso del tiempo o el azar como únicos aliados”. También ha analizado cómo crear arte al margen de la subjetividad, mediante procesos vinculados a la rutina, las clasificaciones o los procedimientos científicos.
Entre los proyectos más significativos de Aballí figuran las series en las que utiliza la clasificación como estrategia para abordar la complejidad de la realidad, como Llistats 1998-2007) o Calendari (2004), elaboradas a partir de la rutina de recortar y ordenar diariamente la prensa durante quince años; Inventaris y Cels (2011), un catálogo de los diferentes matices cromáticos del cielo en forma de collage, o Cartes de colors (1995-1997), donde ordenó los colores según muy distintos criterios.
En Llum (tres balcons) (1993) exploró la capacidad de crear sin interponer la acción física del artista entre el soporte y la luz y en el video Desapariciones (2003) interpretó un guión de Georges Perec que no llegó nunca a realizarse, poniendo de nuevo su atención sobre aquello que no está.
Con anterioridad, ha expuesto en la propia Fundació Miró, el MACBA, el Museo Reina Sofía, el Museu Serralves, el Drawing Center de Nueva York, la Ikon Gallery de Birmingham, el ZKM de Karlsruhe o la Bienal de Venecia.
Este galardón ya lo han recibido Olafur Eliasson, Pipilotti Rist, Mona Hatoum y Roni Horn, que actualmente expone “Todo dormía como si el universo fuera un error” en CaixaForum Madrid. Recordad en el vídeo la expo de Aballí “This is not the end” en ARTIUM:
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: