Ignacio Gómez de Liaño, céntrico y excéntrico

El Reina Sofía repasa el arte experimental presente en su archivo

Madrid,

El Museo Reina Sofía ha presentado hoy la que será su última exposición del año: “Abandonar la escritura”, planteada a partir del archivo, donado al centro, de Ignacio Gómez de Liaño, una figura esencial para estudiar el arte español desarrollado desde los cincuenta y los informalismos hasta las prácticas conceptuales de los ochenta, tanto por sus creaciones propias como por su papel como dinamizador y catalizador en colectivos ligados a la creación experimental y la poesía visual. Se trata de áreas comparativamente poco estudiadas en la historia del arte contemporáneo de nuestro país, en buena medida por la dificultad de clasificar proyectos basados en la trasposición de disciplinas.

Es Liaño una figura transversal, rasgo que a mediados del siglo pasado no resultaba nada habitual, por sus roles de poeta, performer y artista visual que a su vez unió, en una red tupida de creación y amistades, a muchos otros autores españoles e internacionales y conectó momentos históricos y escenarios muy distintos en base a ciertas actitudes comunes, como las vanguardias (desde Duchamp a Gómez de la Serna) y la década de los ochenta, el barroco y el zen asiático.

Ignacio Gómez de Liaño. Lugar poético: Inficción radial, 1973. Archivo Lafuente
Ignacio Gómez de Liaño. Lugar poético: Inficción radial, 1973. Archivo Lafuente

El título de la exhibición, comisariada por Lola Hinojosa, procede del de su primer y radical manifiesto y de su voluntad de abrir su arte y el de toda una generación a territorios distintos del papel y el libro: al espacio de la ciudad y de la calle. Declinó, de hecho, la poesía visual en la que desarrolló el inicio de su trayectoria hasta convertirla en campo desde el que acercarse a un mejor conocimiento de otras etapas históricas y de los nexos entre lo local y lo global. Percibió que también puede darse, dicha poesía, en el medio urbano; que puede relacionarse con la arquitectura y ser máquina de creación y experiencia.

Ese archivo de Liaño donado al completo al Reina Sofía (en la muestra pueden verse, aproximadamente, un 90% de las obras que lo forman y un 15% de su documentación) se exhibe de modo que, además de recrear su trabajo y el de sus compañeros (después hablaremos de ellos), permite ser activado: la muestra tiene un componente lúdico e interactivo importante y encontraremos dados e instrucciones para gestionar el azar. Entre esa documentación figuran cartas, textos escritos a mano o mecanografiados, notas sobre lecturas o conferencias… ligados, no solo al arte contemporáneo, también al teatro, la filosofía, el mundo académico o el editorial.

Elena Asins. Sin título, 1967. Donación Ignacio Gómez de Liaño, 2019
Elena Asins. Sin título, 1967. Donación Ignacio Gómez de Liaño, 2019

Hinojosa ha reconocido hoy el desafío que para cualquier institución museística supone presentar este legado al público: por el hecho, no demasiado habitual, de exponer un archivo en sí, por la disparidad de formatos y técnicas de las piezas que lo integran y también por la necesidad de prestar atención a la labor teórica de Gómez de Liaño, autor, como decíamos, de manifiestos de una originalidad inaudita en la España de los sesenta.

Además, el madrileño organizó numerosas exposiciones y eventos donde confluyeron creadores internacionales y locales, favoreció sus mutuas influencias e impulsó la libertad creativa, su gran caballo de batalla, en centros de producción españoles como el Instituto Alemán, en sus sedes de Madrid y Barcelona; el Centro de Cálculo o los Encuentros de Pamplona. Asimismo, formó parte de la Cooperativa de Producción Artística y Artesana junto a Lugán, Herminio Molero, Manolo Quejido, Elena Asins o Sempere, artistas que, en muchos casos, aún se consideraban sobre todo poetas en los estadios iniciales de sus carreras. Algunos de sus trabajos de aquel momento, junto a los de Julio Plaza, Prada Poole, Soledad Sevilla o Julián Gil, también se han reunido en el Reina Sofía, que en buena medida ha recogido el espíritu del momento; la comisaria se ha referido hoy a Gómez de Liaño como una figura céntrica (por situarse en el centro de aquel clima, germen de tantas cosas) y excéntrica (por mantener su trabajo individual en la periferia, al margen de tendencias definidas).

Justamente desde 1972, el año en que se celebraron los Encuentros de Pamplona, su obra propia se hizo más prolífica, pero también introspectiva: veremos trabajos que transitan de la levedad de la página hasta más expansivas esculturas e instalaciones y hacia diálogos, lo adelantábamos, con la arquitectura y la calle. Llegó a colaborar con Pedro Almodóvar en sus comienzos y también con agitadores universitarios con los que formó comandos que realizaban acciones entre poéticas y revolucionarias que proponían transformaciones artísticas y sociológicas.

Vista de sala de la exposición "Ignacio Gómez de Liaño. ABandonar la escritura" en el Museo Reina Sofía
Vista de sala de la exposición “Ignacio Gómez de Liaño. Abandonar la escritura” en el Museo Reina Sofía

Formado en lingüística, filosofía y poética, Gómez de Liaño también fue antes poeta que creador plástico y como tal fundó junto a Julio Campal el grupo de vanguardia Problemática 63, del que se distanciaría en 1966 para cofundar la citada Cooperativa de Producción Artística y Artesana. La muestra del Reina Sofía se inicia, a modo de introducción, con un vídeo en el que aparece leyendo tres de sus manifiestos, igualmente reproducidos, entre ellos aquel Abandonar la escritura que llegó a publicar la prestigiosa revista Ou, fundada por Henri Chopin, y avanza mostrándonos trabajos ligados a la poesía concreta y experimental de autores con los que colaboró y mantuvo correspondencia, como el propio Campal, Paul de Vree o Adriano Spatola. Con ellos (y con Boso, Bory…) trabajó y expuso en proyectos ligados al lenguaje.

Tras ese primer capítulo internacional, el Reina Sofía se adentra en su proyección en el contexto español a través de documentos de la actividad de su Cooperativa o ligados a sus actividades en el Instituto Alemán. Queda patente cómo, al igual que ocurrió con el concretismo, iniciado por escritores pero basado en la colaboración entre poetas, artistas y músicos, los intereses de Gómez de Liaño no se ceñían a ámbitos únicos sino que procuraban intencionadamente la fractura y la hibridación.

Entre los trabajos presentados en Madrid figura una reproducción de una obra matemática sobre la descomposición de una pintura de El Greco que llevó a cabo junto a Guillermo Searles y pudo verse en el Centro de Cálculo: se trata de uno de los múltiples ejemplos logrados entonces a medio camino entre la especulación artística y la estética científica.

El recorrido avanza después hacia sus acciones callejeras: ejercicios de poesía pública que desarrolló junto a Quejido, Molero o Almodóvar en paralelo a sus Pic-poems: sesiones de acción que tenían lugar en espacios como la madrileña Galería Seiquer.

Una de las últimas obras que Gómez de Liaño llevó a cabo como artista plástico, en su fase fértil de los setenta, fue Orografía poética, que se ha reproducido en el MNCARS por vez primera, y también podremos contemplar sus “máquinas poéticas”, donde, como en el proyecto anterior, indaga en los paisajes escritos que pueden ser caminados desde una perspectiva lúdica. Se trata de dispositivos que pueden ayudar a construir poemas al espectador.

En el final de la exhibición, la ciudad que antes Gómez de Liaño buscó hacer abierta y participativa se hace mental y abstracta. La pintura de Quejido Mecanógrafa (1978) nos recuerda que el gran legado de este tiempo y del autor madrileño fue la búsqueda constante de la investigación y de un cambio de paradigma en procesos y resultados.

Ignacio Gómez de Liaño. El columpio utopiano, 1972. Colección Fernández de Canales
Ignacio Gómez de Liaño. El columpio utopiano, 1972. Colección Fernández de Canales

 

 

“Ignacio Gómez de Liaño. Abandonar la escritura”

MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA. MNCARS

c/ Santa Isabel, 52

Madrid

Del 17 de diciembre de 2019 al 18 de mayo de 2020

 

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