Hugo Fontela, óleos para lo fugitivo

El Museo Esteban Vicente muestra sus paisajes recientes

Segovia,

El único género que hasta ahora ha explorado Hugo Fontela en su pintura es el del paisaje, además el del paisaje sin figuras, porque entendería como una cierta imposición el sumergir al espectador en uno ya habitado. En sus composiciones se entremezclan lo figurativo y lo abstracto -el motivo y las sensaciones que genera en el artista- y su procedimiento de trabajo, al menos hasta los últimos años, solía repetirse: parte de la imagen de un lugar, normalmente naturalezas que le atraen, para analizarlas de cerca, memorizarlas y terminar visualizando su recuerdo y dando forma a este sobre el papel, tabla o lienzo.

Este autor asturiano, nacido en 1986 en Grado, recoge y atesora recortes, fotografías y libros viejos de apariencia descuidada que se relacionan de forma más o menos evidente con la imagen con la que desea trabajar; los selecciona por sugerirle alguna evocación rara e insólita, una vuelta de tuerca a algún paraje. Su objetivo, en definitiva, es construir piezas en las que lo irreal sea un aspecto esencial para poder comprenderlas; crear realidades nuevas y lograr que la imagen que le emocionó en un primer momento conmueva también al público.

Hugo Fontela. Notas para un paraíso. Museo Esteban Vicente
Hugo Fontela. Notas para un paraíso. Museo Esteban Vicente

Se formó, siendo muy joven, en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés, junto a un pintor bien conocido en Asturias, Amado Hevia “Favila”, de quien aprendió lo que él considera los rudimentos de la pintura; ya siendo mayor de edad, acudió a la Art Students League neoyorquina y en Estados Unidos residió durante cerca de una década. Sería allí donde comenzaría a trasladar a sus composiciones ideas, impresiones, en lugar de escenarios definidos, bajo la influencia de una estética oriental de corte lírico y también de los expresionistas abstractos americanos; en aquel momento, además, se decidió a emplear grandes formatos (junto a Rothko, Kline, Motherwell, De Kooning, Cy Twombly, Guston o Resnick, por su manejo de la luz se encontrarían entre sus referentes Beruete, Morandi, Monet, Sorolla o Esteban Vicente).

Al río Hudson o al Village dedicaría sus primeras imágenes paisajísticas, un tema que terminó de imponerse en su producción después de que viajara Fontela, en 2010, al Golfo de México; de la contemplación de sus playas derivarían sus pinturas sobre troncos de palmera varados en extensiones de arena blanca, islas inmersas en un mar ingente en el contraste con ellas o rocas emergiendo, igualmente, del agua. Desde el año 2020 el verde, como emblema de naturaleza desbordante, es una presencia fundamental en sus trabajos; una selección de los que le han ocupado desde aquel momento pueden contemplarse, hasta el próximo septiembre, en “Notas para un paraíso”, exhibición que le brinda el Museo Esteban Vicente de Segovia con la colaboración de la Galería Marlborough de Madrid (a punto, esta última, de echar el cierre).

Hugo Fontela. River 11, 2021. © Hugo Fontela, VEGAP, Segovia, 2024
Hugo Fontela. River 11, 2021. © Hugo Fontela, VEGAP, Segovia, 2024

Consta la muestra de apuntes sobre momentos fugaces que Fontela ha querido capturar -en óleos sobre papel, tabla o lienzo, frente a sus habituales acrílicos de los inicios- antes de que se escaparan: no hay en estas imágenes ninguna voluntad narrativa, sino un ejercicio de plasmación de lo efímero que parte de la consideración por el artista de la pintura como lugar posible para el encuentro con el entorno natural. El recorrido se articula en tres series, datadas entre aquel 2020 y 2023: River, Green y Paradise, si bien la evolución, o transiciones, entre unas y otras no resulta demasiado marcada, a diferencia de sus anteriores conjuntos de obra. Tiene en ello que ver el abandono de los procesos metódicos y racionales que venía manejando hasta ahora (los que explicábamos al principio) para adoptar una mayor fluidez, aunque ha hecho compatible esa libertad con el mantenimiento de un detonante exterior (un motivo paisajístico real) como punto de partida.

Las pinturas que Fontela ha traído a Segovia, en contraste con la precisión en el dibujo de las suyas más tempranas, tienen en común su gestualidad, surgida del empleo de pinceladas rápidas superpuestas en capas sutiles que, en ocasiones, también matiza con los dedos.

El origen de River, la primera de esas series, son sus recuerdos de un río asturiano que se hacía notar discreto entre la maleza; lo fotografió siendo adolescente, y esas instantáneas han tenido un peso importante en los óleos, en los que el agua y el verdor de la espesura parecen fusionarse y destaca el tratamiento de los reflejos, que acerca las piezas a la abstracción. Green, más que como una serie autonóma, puede entenderse como una estación del ciclo iniciado a partir de aquel paisaje: la integran obras de gran formato en las que el pigmento no cubre al completo las superficies, quedando los márgenes sin intervenir.

Hugo Fontela. Green 11 (Green Painting I), 2022. © Hugo Fontela, VEGAP, Segovia, 2024
Hugo Fontela. Green 11 (Green Painting I), 2022. © Hugo Fontela, VEGAP, Segovia, 2024

A partir de pinceladas de azul, verde y blanco se generan horizontes confusos: agua y cielo se enlazan, mientras que la vegetación parece irrumpir de manera enérgica en determinadas franjas de la composición para diluirse en el resto, como si se desvaneciese, un rasgo que acerca estas imágenes a las Green paintings que Cy Twombly llevó a cabo en los ochenta y que nunca llegó a exponer. En ellas, los marcos quedaron incorporados a las pinturas.

Por último, Paradise supone, en esa senda continuista, una prolongación de Green, pero también una recreación del concepto que Fontela mantiene del paraíso (la naturaleza, el trabajo en la pintura, la conjunción de ambos) y de la sensación de alegría que experimenta por haberlo encontrado. Los formatos, esta vez, son panorámicos y la aplicación de los tonos (carmín, amarillo, azul, verde y blanco que no llega a serlo del todo) atiende a aquello que al artista le seduce del paisaje: la fluidez, la armonía y el ritmo.

“Notas para un paraíso” se completa, además, con algunas obras sobre papel en las que podremos aproximarnos a sus tanteos antes de desplegar esos colores sobre lienzos de gran tamaño.

Hugo Fontela. Paradise 8, 2022. © Hugo Fontela, VEGAP, Segovia, 2024
Hugo Fontela. Paradise 8, 2022. © Hugo Fontela, VEGAP, Segovia, 2024

 

 

 

Hugo Fontela. “Notas para un paraíso”

MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO ESTEBAN VICENTE

Plazuela de las Bellas Artes, s/n

Segovia

Del 26 de abril al 15 de septiembre de 2024

 

Comentarios