Hélio Oiticica: un cosmos

La Lisson Gallery muestra obras clave del brasileño en Nueva York

Nueva York,

Tres años después de que el Whitney Museum celebrará el 80º aniversario del nacimiento de Hélio Oiticica con una extensa retrospectiva, otra amplia muestra dedicada al brasileño llega a Nueva York para estudiar el amplio impacto de la producción del creador de Río de Janeiro en el arte de su tiempo y de hoy; también lo tuvo, en ámbitos más allá de lo plástico, en la cultura de vanguardia de su país: música, teatro, literatura…

Desafió Oiticica convenciones a la hora de despertar los sentidos de los espectadores frente a sus obras y también su conciencia íntima de estar vivos y habitar un mundo estimulante; solo vivió cuarenta y dos años, pero la evolución de su trabajo podría ser la de un artista longevo: comenzó pintando y dibujando geometrías, para, más adelante, servirse en sus investigaciones sensoriales de esculturas, instalaciones arquitectónicas, de la escritura, del cine y de entornos inmersivos, buscando siempre que quien contempla sus obras no pueda ser un espectador pasivo sino un participante.

Pensador prolífico e inquisitivo, llevó su estudio de las posibilidades de estructuras y colores al ámbito de la experiencia, las instalaciones interactivas y los ambientes e ideas cosmológicas guiaron su enfoque del arte y la vida.

Los dos espacios de Lisson Gallery en esta ciudad recogen ahora una selección de trabajos relevantes de Oiticica, comenzando por la instalación a gran escala Tropicália (1966-1967), la primera de dimensiones arquitectónicas que desarrolló el artista y también el inicio de una serie de trabajos en los que buscó retratar Brasil desde una perspectiva crítica. Aborda Oiticica los clichés que asociamos a este país: su asociación con paraísos tropicales, sus colores brillantes, aves y flores exóticas. Consta de dos penetrables, pequeñas estructuras de madera en forma de cobertizo que hacen referencia a las favelas y que se disponen formando una suerte de laberinto, destinadas a acoger espectadores, a ser recorridas; la más pequeña de ellas lleva por nombre PN2 (La pureza es un mito) y consta de paneles de madera pintados de distintos colores y la otra, PN3 (Imagetical), incorpora revestimientos de tela.

Estas estructuras han quedado rodeadas en su totalidad en la exposición por caminos de arena y grava; de modo que las percibimos insertas en una isla recreada, y por todas partes han quedado esparcidos ladrillos y carteles de metal y cartón que contienen poemas escritos a mano por Roberta Salgado.

Hélio Oiticica en Lisson Gallery. Estate of Hélio Oiticica
Hélio Oiticica en Lisson Gallery. Estate of Hélio Oiticica

La aguda caracterización de la compleja identidad del Brasil contemporáneo que contiene Tropicália inspiró el título del himno popular de Caetano Veloso contra la dictadura, pero también dio lugar a un movimiento cultural más amplio relativo al cambiante dinamismo de la escena brasileña: el tropicalismo. Considerada a menudo la obra más relevante de Oiticica por conjugar las diversas disciplinas que manejó en su carrera breve, la instalación ha formado parte de más de una veintena de exposiciones desde su creación y de ella existen tres versiones: además de la expuesta ahora en Nueva York, custodian otras la Tate Modern de Londres y el Museo Reina Sofía.

Hélio Oiticica en Lisson Gallery. Estate of Hélio Oiticica
Hélio Oiticica en Lisson Gallery. Estate of Hélio Oiticica

En Nueva York también se exhibe Hunting Dogs Project, que sentó precedentes para buena parte de su producción posterior por conjugar el trabajo en colaboración y la búsqueda de la contemplación, la acción experiencial y la interacción por parte de los espectadores. Fue su primera invención de un lugar social y un espacio habitable y su título procede de una nebulosa descubierta en el siglo XVII por un astrónomo polaco, que creyó encontrar en ella la forma de dos perros.

Datado en 1961, este proyecto es una maqueta para un jardín público que no se realizó y cuenta también con varios penetrables semejantes a un laberinto o sitio arqueológico, una escenografía en la que cada visitante ejerce un rol. Se completa con un conjunto de cajas apiladas que el espectador excava físicamente, revelando un poema enterrado a medida que se elimina cada capa.

Hélio Oiticica en Lisson Gallery. Estate of Hélio Oiticica
Hélio Oiticica en Lisson Gallery. Estate of Hélio Oiticica

Junto a Hunting Dogs Project, la Lisson muestra otros modelos para proyectos a gran escala aún no llevados a cabo: Subterranean Tropicália Projects (1971) y Ready Constructible 1 (1978).

En vida, Oiticica también estuvo muy ligado a la ciudad de Nueva York: recibió una beca de la Fundación Guggenheim en 1970 y allí desarrolló la idea de esos Subterranean Tropicália Projects mientras soñaba con realizar una gran instalación pública en Central Park. Hacia septiembre de aquel año ya había madurado, en relación con el primer trabajo, la posibilidad de desarrollar cuatro penetrables en dos pisos, con laberintos, jardines y espacios para bailar, incluyendo una sala amarilla para swing. Pese a su título, la obra no estaba destinada a quedar bajo tierra; más bien el término Subterranean se refería (indirectamente) a a la situación en Brasil bajo la dictadura, en la que el país, según el artista, quedó metafóricamente enterrado.

Las dificultades en la financiación y las trabas burocráticas imposibilitaron el desarrollo completo de esta propuesta, pero Oiticica publicó imágenes de la maqueta y una descripción de cómo ejecutar la instalación en la revista Cambios en 1972, con la esperanza de que algún día se realizara, aunque no fuera ya de su mano. Y, tras regresar a Río de Janeiro, creó Ready Constructible 1 y maquetas similares en los años siguientes.

Sabemos que la génesis de las ideas de Oiticica para sus proyectos más ambiciosos provino de sus primeros trabajos en papel, donde el color y la estructura comenzaban a volverse inseparables y apuntaban hacia la tercera dimensión. La selección de obras de gouache sobre cartón expuestas en 508 West 24th Street demuestra la importancia de la geometría y de la intuición en la práctica temprana de Oiticica y también su compromiso con el trabajo de modernistas europeos como Paul Klee, Piet Mondrian y Kazimir Malevich, la influencia de sus estudios con Ivan Serpa y de su asociación con el Grupo Frente de Río de Janeiro. Como miembro más joven de este influyente colectivo, Oiticica lideró la carga de sus innovaciones mientras mantenía sus propias exploraciones sobre el espacio, el color y la técnica, indagaciones que le llevarían a romper los límites del marco, presagiando obras posteriores y expandiendo las posibilidades artísticas de la pintura a otra dimensión.

Coincidiendo con esta exposición, la Lisson Gallery presentará el raro óleo sobre lienzo del brasileño Metaesquema (1958) en TEFAF New York, que se desarrollará online del 1 al 4 de noviembre. El trabajo de Oiticica también es objeto de una gran exposición este otoño en el Museo de Arte de São Paulo – MASP, hasta el 22 de noviembre.

 

Hélio Oiticica

LISSON GALLERY

504 & 508 West 24th Street

Nueva York

Del 28 de octubre al 12 de diciembre de 2020

 

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