Helena Almeida y Chema Madoz, la foto y la sutileza

Foto Colectania celebra sus dos décadas con una muestra que los une

Barcelona,

Sus universos creativos son distantes, pero Helena Almeida y Chema Madoz tienen en común el uso de la fotografía desde la sutileza y valiéndose de lenguajes muy personales y basados en la imaginación; también el haber obtenido reconocimiento de crítica y público ya en su madurez y el ser dos de los autores que formaron parte de la colección de la Fundación Foto Colectania desde que se gestó. Esa es la razón de que esta institución celebre ahora su vigésimo aniversario dedicándoles la muestra conjunta “Diseños habitados”, organizada junto a la Fundación Banco Sabadell, que abre sus puertas mañana.

La portuguesa Helena Almeida experimentó primero con los límites de la pintura en sus inicios en los sesenta, incidiendo en las posibilidades de escapar del cuadro, y continuó inmersa en esa disciplina hasta mediados de los setenta, cuando decidió volcarse en el tratamiento de su propia imagen y en la exploración de la relación entre el cuerpo humano y los espacios que lo rodean.

Sus trabajos, en el fondo, trascienden su soporte, al igual que su propia fisicidad adquiere un rol creativo: Yo trato mi cuerpo como si fuera una instalación visual y la fijo a través de la fotografía. Prefiero hablar más de escultura efímera que de performance, ya que intento fijar un momento para llamar la atención de lo que es más sutil, que la imagen quede plasmada, parada. Por eso escojo la foto y también el blanco y negro.

En el fondo, superada su primera etapa pictórica, lo que encontró Almeida en la fotografía fue el medio idóneo para combatir la disociación entre el cuerpo del creador y su producción, haciendo coincidir el ser y el hacer; son palabras suyas, y las ha repetido con insistencia, mi pintura es mi cuerpo, mi trabajo es mi cuerpo. Independientemente de las lecturas metafóricas o poéticas que realicemos de su obra, podríamos afirmar que ha difuminado las barreras entre imagen, performance y escultura, tomándose a sí misma como forma escultórica y como marcador del espacio, como objeto y sujeto, o significante y significado.

Plantean sus propuestas una escenografía de carácter lírico en la que la artista se inserta, formando parte esencial de ella, sin embargo no podemos definirlas como autorretratos, porque el cuerpo de la autora lusa deviene trascendente: representa un cuerpo universal.

Helena Almeida. Seduzir, 2001 © Helena Almeida
Helena Almeida. Seduzir, 2001 © Helena Almeida

En cuanto a Chema Madoz, fotógrafo desde sus comienzos, su trabajo oscila, como es bien sabido, entre conceptos contrapuestos (lo virtual y lo real, la apariencia y la realidad), manifestando tensiones, no solo estéticas, a través de encuadres precisos y simétricos. Pocos detalles azarosos se introducen en los últimos años en sus fotos, de las que él es absoluto demiurgo: Siempre he tenido la sensación de poder manejar el sentido de las imágenes. Es algo con lo que sé jugar bien, ha explicado.

Fue hace tres décadas cuando el madrileño empezó a indagar en la identidad plural de los objetos cotidianos más allá de su función primera, bajo la influencia del surrealismo, el realismo mágico o los ready made de Duchamp; corrientes y artista que ya profundizaron en las posibilidades de su alteración o recontextualización. Subyacen en su labor una necesidad de escapar o resistirse, el juego, la poesía… y cada una de sus imágenes supone una invitación a mirar de otra manera, a establecer otras conexiones entre lo cercano y espacios alternativos de interpretación.

Chema Madoz Sin título, 1986 © Chema Madoz / VEGAP
Chema Madoz. Sin título, 1986 © Chema Madoz / VEGAP

Si Almeida, por tanto, se expresó constantemente a través de su cuerpo, Madoz nunca ha dejado de valerse de las las herramientas propias de la poesía visual y los ecos de la tradición del objeto surreal, sin embargo… algo los une en sus procesos: el empleo del boceto. El español dibuja en cuadernos personales que suele guardar, aunque pasen los años; la portuguesa los ha publicado y expuesto varias veces, normalmente junto a sus fotos; en Foto Colectania podremos contemplar, por primera vez, tanto las libretas de aquel como los bosquejos que hizo Almeida de su serie O perdâo.

Esa coincidencia llamativa, la de que ambos autores realicen ensayos como germen para trasladar sus ideas primeras a través del papel, seguramente tenga que ver con el interés de los dos por lo íntimo y lo experiencial, y nos resultan relevantes, estos estudios, como fase inicial aunque no lleguen a tomar forma final; de objetos y magia en el caso de Madoz y de ejercicios de teatralidad en el de Almeida, intervenidos estos últimos a veces mediante trazos a lápiz o pinceladas.

Chema Madoz Sin título, 1987 © Chema Madoz / VEGAP
Chema Madoz. Sin título, 1987 © Chema Madoz / VEGAP

“Diseños habitados” se nutre, al margen de esos dibujos, de sus fotografías y de varios objetos manualmente construidos por Madoz. Este título, como apunta el comisario Pepe Font de Mora, también director de Foto Colectania, tiene que ver con uno de los primeros proyectos de Almeida: Se ha tomado prestado el nombre de una de las primeras series en las que utilizó la fotografía (Desenho habitado); y a su vez hacemos un guiño al término diseño en su acepción renacentista: un concepto que se refiere no solo a los esbozos sobre el papel, sino también al proceso mental para trasladar la imaginación y creatividad del artista a la obra. Un fascinante ejercicio en el que Almeida y Madoz son maestros indiscutibles.

Se trata de autores bien conocidos por el público, pero la exhibición barcelonesa nos depara sorpresas: veremos imágenes de los ochenta del fotógrafo en las que aún no había desaparecido la figura humana ni el pequeño formato, o trabajos de la propia serie Desenho habitado de Almeida, seguida de conjuntos de los ochenta y noventa como Dias quasi tranquilos, A casa, O perdâo (la mayor parte de los bocetos expuestos corresponden a él) y los dípticos de Seduzir.

Todas las obras en la exhibición pertenecen a los fondos de Foto Colectania.

Helena Almeida O perdão, 2001 © Helena Almeida
Helena Almeida. O perdão, 2001. © Helena Almeida

 

 

“Helena Almeida | Chema Madoz. Diseños habitados”

FOTO COLECTANIA

c/ Passeig Picasso, 14

Barcelona

Del 22 de junio al 18 de septiembre de 2022

 

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