Gordon Parks, ojo de la segregación en Texas

El Museum of Fine Arts Boston muestra imágenes apenas conocidas del fotógrafo

Boston,

En 1948, Gordon Parks (1912-2006) se convirtió en el primer fotógrafo afroamericano en ser contratado a tiempo completo por la revista LIFE y también en uno de los pocos reporteros gráficos negros entonces en activo en Estados Unidos; a él se le encargaban reportajes de tinte social que no se pedía cubrir a sus colegas blancos, como los relacionados con el movimiento musulmán negro o el Partido de las Panteras negras.

Parks había nacido en la ciudad texana de Fort Scott, que abandonó tras la temprana muerte de su madre, cuando él tenía quince años, con el fin de encontrase a sí mismo y dar también con su camino en el mundo; y allí regresó veinte años después para documentar, en los cuarenta y primeros cincuenta, además de escenas de su historia personal convertidas en metáforas de la importancia de la superación personal, la realidad de la vida cotidiana bajo la segregación racial.

Ya en su niñez, el fotógrafo había conocido allí los estragos causados por la discriminación y esta vuelta a los orígenes le sirvió también para entrar en contacto con sus amigos de infancia, con los que había compartido escuela (para negros). Las imágenes que allí realizó, pese a no ser demasiado conocidas, componen una de sus series más cautivadoras y ricas en significados y hoy son propiedad de la The Gordon Parks Foundation.

Estuvieron a punto de salir a la luz pública en 1951 en un ensayo fotográfico que, finalmente, no llegó a publicarse, de ahí que la muestra “Gordon Parks. Back to Fort Scott”, que hasta septiembre puede visitarse en el Museum of Fine Arts Boston, cobre un especial valor, también emocional: no han sido demasiadas las exhibiciones fotográficas que hasta la fecha hayan documentado desde dentro la vida cotidiana de los afroamericanos antes de que el movimiento por los derechos civiles desarrollase sus primeras manifestaciones serias de protesta.

Además de fotógrafo, Parks fue también escritor, compositor y cineasta y en 1969 se convirtió además en el primer afroamericano en dirigir y producir un filme para Hollywood: The Learning Tree.

Conoció el éxito en vida: fueron muchos los fieles seguidores de sus trabajos para LIFE y cumplidos los cincuenta ya era uno de los fotógrafos más influyentes de la posguerra en América. Editor de la revista Essence entre 1970 y 1973, desarrolló un estilo inclasificable: iconoclasta, quiso lograr el favor del gran público pero evitó caer en estereotipos, sus imágenes derrochan tanta elegancia como humanismo y combinó la denuncia de la pobreza y el racismo con sus retratos de políticos y celebrities (Gloria Vanderblit, Rosellini, Ingrid Bergman…), sus desnudos femeninos y fotografías de moda.

 

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