Thierry Mugler o cómo sublimar al animal más bello de la Tierra

12/11/2019

Ha diseñado para Lady Gaga o Beyonce, colaborado con el Circo del Sol o George Michael y también con directores de cine como Robert Altman o Adrian Lyne, y su trabajo ya ha entrado en los museos. Tras su paso por el canadiense Museo de Bellas Artes de Montreal, Kunsthal Rotterdam acoge este otoño la primera retrospectiva dedicada a la moda de Thierry Mugler, pero también a su labor como fotógrafo, cineasta y perfumista.

Alan Strutt. Yasmin Le Bon, Palladium, Londres, 1997
Alan Strutt. Yasmin Le Bon, Palladium. Londres, 1997

El modisto francés, que hace justo cuarenta años abrió su primera boutique en París, ha confesado trabajar fascinado por la complejidad del ser humano, el que considera el animal más bello de la Tierra:  He utilizado todas las herramientas a mi disposición para sublimar esta criatura: moda, espectáculos, perfumes, fotografía, vídeo…

Aceptó Mugler la propuesta primera del Museo de Montreal, pese a ser muy reacio a bucear en su legado pasado, por el reto que supondría poner sus creaciones primeras y recientes en escena e imaginar, a partir de ellas, una visión global, y quizá también nueva, de su trayectoria.

La muestra de Rotterdam, abierta hasta marzo de 2020, lleva por nombre “Thierry Mugler: Couturissime” y consta de 150 diseños, en su mayoría expuestos al público por primera vez. Se fechan entre 1977 y 2014 y se completan con accesorios, vídeos, documentos de archivos y bocetos, pero también con cien fotografías de grandes del género de la imagen de moda contemporánea, como Guy Bourdin, Jean-Paul Goude, David LaChapelle, Helmut Newton, Herb Ritts y Dominique Issermann.

Los más jóvenes quizá conocen a Mugler gracias a Angel, su más célebre perfume, pero a fines de los setenta el modisto de Estrasburgo revolucionó las pasarelas con sus cortes morfológicos y futuristas, sus siluetas casi escultóricas, sus líneas marcadas y sus hombreras de superheroína; la mujer Mugler es sensual y poderosa, pero, sobre todo, objeto de múltiples metamorfosis.

El proyecto quiere ofrecer una inmersión en la singular imaginación del diseñador, en su perfeccionismo, su amor por la cultura hollywoodiense, lo exótico y lo erótico, el mundo de los sueños y de la ciencia ficción; y se adentra en las razones de que eligiera trabajar, en su alta costura, con materiales tan audaces como el metal, el vinilo, el látex o la piel falsa.

David LaChapelle, Danie Alexander; London Sunday Times, May 1998
David LaChapelle. Danie Alexander. London Sunday Times, mayo 1998

Kunsthal Rotterdam cuenta con una larga tradición de exhibiciones de moda (por sus salas han pasado Jean Paul Gaultier, Peter Lindbergh o Viktor & Rolf, entre otros) y en esta colabora como prestamista, por vez primera vez en una exposición desde que se inaugurase en Berlín en 2013, la Fundación Helmut Newton.

Al margen de la ropa, no perdáis de vista en el recorrido su emblemático vídeo de 1990 Too funky, para George Michael, y sus cortos protagonizados por Isabelle Huppert y Juliette Binoche. No acaba ahí lo polifacético de su creatividad: suyo era el vestuario del Macbeth de Shakespeare para la Comédie-Française y el Festival d’Avignon y el del espectáculo Zumanity del Cirque du Soleil; creó los suyos propios (Mugler Follies en París y The Wyld en el Friedrichstadt-Palast de Berlín) y ha vestido, al margen de Lady Gaya y Beyonce, a toda una galaxia de estrellas: Diana Ross, David Bowie, Liza Minnelli, Céline Dion…

Si tuviéramos que describir el conjunto de la moda de Mugler, podríamos considerarla  arquitectónica e hiperfeminizada, una especie de versión futurista del célebre New Look con un toque de fantasía y fetichismo.

Manfred Thierry Mugler © Max Abadian
Manfred Thierry Mugler © Max Abadian

 

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