NOMBRE: Pepa
APELLIDOS: Salas Vilar
LUGAR DE NACIMIENTO: Úbeda, Jaén
FECHA DE NACIMIENTO: 1976
PROFESIÓN: Artista
Su última exposición individual, “Desiderare… ma non troppo”, puede verse aún en el Kunstkreis Hamelín alemán (en este país ha desarrollado buena parte de su carrera y allí reside desde hace cerca de una década), pero en masdearte conocimos a Pepa Salas el año pasado, cuando participó en la feria ART MADRID de la mano de la Galerie Robert Drees, con sede justamente en Hannover (este año volvió a esta cita). Y hoy se incorpora a nuestros Fichados porque en sus pinturas encontramos un mundo propio: nos presente autorretratos o retratos de desconocidos, figuras animales, imágenes de su taller o escenas cercanas al fotograma, su obra es tan figurativa como evocadora, y ello tiene que ver con su punto de partida: trabaja a partir de narraciones o de fotografías antiguas que encuentra en mercados, de sus imágenes familiares o de amigos y también de escenas del cine clásico.
En esas obras, en blanco, negro y gris, atisbamos, no obstante, retazos abstractos en forma de líneas o franjas de colores vivos que incorporan a las pinturas lecturas añadidas: remiten a ideas, estados mentales o sueños simbolizados en tonalidades, en relación con el fenómeno de la sinestesia del que ella nos hablará después. Detectaremos figuras o símbolos recurrentes, como niños de ojos enormes y expresivos, un nido o la ballena: forman parte, a veces simbólica, de sus pensamientos o de su mundo más cercano, de las reflexiones que vertebran su obra y su lenguaje.
Doctora en Bellas Artes por la Universidad de Granada (El doctorarme en Bellas Artes, fue una experiencia muy satisfactoria a nivel personal, artístico y científico), se formó durante un año en caligrafía japonesa, coincidiendo con su beca Erasmus, en la Accademia di Belle Arti de Bologna y junto al maestro Norio Nagayama, y también ha presentado exposiciones individuales en la iglesia de San Lorenzo de Úbeda, el Studio Arcus, Kunstraum j3fm, Bürgerschule Nordstadt, Produzentengalerie Rammlmair o la Weisse Halle. Eisfabrik de Hannover, el Centre d’Art La Rectoria de Sant Pere de Vilamajor, Kunsthof Mehrum, el Instituto Cervantes de Hamburgo (junto a Elvira Correa) o la Galería Schody polaca; además, sus colectivas le han llevado a centros como la Galerie vom Zufall und vom Glück, la citada Galerie Robert Drees, de nuevo la Iglesia de San Lorenzo y La Rectoria, Eisfabrik, Kunstverein Barsinghausen, la Haus der Region y la Galerie Gedok Niedersachsen de Hannover, Schloss Landestrost y el Kunstverein de Neustadt am Rübenberge, Kreismuseum Peine, el Palacio de los Condes de Gabia y el Hospital Real de Granada, el Lars Nielsen Kunsthåndværk danés, el Hospital de Santiago de Úbeda o la Accademia di Belle Arti de Bolonia. En la Eisfabrik de Hannover mencionada, por cierto, ha establecido su taller: es un espacio que cuenta con estudios y salas de exposiciones.
Para cerrar presentaciones, os contaremos que ha participado en POSITIONS Berlin Art Fair y en Kunstsalon Perchtoldsdorf (Viena), además de en ART MADRID, y ha recibido becas de la Universidad de Granada, la Fundación General de la Universidad de Salamanca (con ella pudo realizar prácticas de educación en el Instituto de Diseño de la Politécnica de Koszalin), el Centre d’Art La Rectoria (en dos ocasiones, se trataba de becas de producción), la Fundación Huerta de San Antonio (también en 2017 y 2018) y, asimismo, el año pasado obtuvo una residencia artística convocada por el Ayuntamiento de Cabra del Santo Cristo, que desarrollará en los próximos días.
Siguiendo el esquema que conocéis, hemos preguntado a Pepa por sus comienzos. La decisión de dedicarse fundamentalmente a la pintura llegó hace casi una década y tuvo mucho que ver con su traslado a Alemania, donde también encontró más opciones laborales: Digamos que empecé a tener claro que me quería dedicar a la pintura al trasladarme a Hannover en el año 2010; anteriormente, durante mis años de formación artística, quería ser fotógrafa o escritora. Pero fue en el pueblo germano donde se abrió la luz entre las dudas, de manera que utilizo ambas disciplinas al servicio de la pintura. Pinto a partir de fotografías o historias. Trabajando como artista llevo toda la vida, pero percibiendo remuneración por mi trabajo, fue a partir de mi traslado a Alemania.
Como avanzábamos, sus obras conjugan figuración, onirismo y la introducción de abstracciones en forma de color que no son crípticas sino que nos abren la puerta a significados nuevos: olores o memorias adquieren tonalidades y protagonismo en escenas en blanco y negro. Nos lo explica: Para crear mi obra, mayormente pictórica, parto de fotografías antiguas encontradas en los mercados de pulgas, los “Flohmarkt” de Hannover, de fotos de familiares, de amigos que me sirven de modelos o de fragmentos de escenas de películas antiguas.
En mis cuadros es común encontrarse bajo una expresión claramente figurativa (como retratos de personas o animales, paisajes o espacios interiores arquitectónicos…) que evoca una realidad, la cual sostiene un elemento abstracto, como una franja o línea de color, a modo de escala tonal de colores. Esa abstracción de color es la representación de las diferentes ideas, pensamientos o sueños que existen en cada ser, bajo el fenómeno de la percepción de la sinestesia. Los recuerdos se vuelven colores, al igual que los aromas y sonidos.
La figuración está representada en blanco y negro, mientras que el color lo utilizo para realzar lo abstracto o lo irreal. Ambos códigos se encuentran a menudo conviviendo en nuestro día a día, y a veces es difícil diferenciar qué es exactamente lo real y qué sería lo irreal.
Al observar mi trabajo, es fácil advertir que diversos personajes aparecen una y otra vez en mis pinturas: las ballenas, la niña de ojos grandes, el nido, la casa, la jaula, el narciso, la montaña, las manos, retratos masculinos… “A menudo el artista se obsesiona con determinados personajes y símbolos”. Todos estos retratos y figuras forman parte de mi entorno más cercano y cobran sentido dentro del discurso de la obra, de mis poesías visuales.
Con mis pinturas narro episodios especiales de la vida común, a modo de un diario visual atemporal, jugando con el pasado, presente y futuro. Me interesa explorar los instantes cotidianos o remotos del ser humano, en los que la expresión del momento te pueda envolver, como el misterio, el secreto, el recuerdo, el encuentro, el anhelo, pero sobre todo, el deseo.
Ya lo habéis intuido: la pintura es su medio fundamental de trabajo, aunque no el único. Y por primera vez en esta sección, nos comenta que las condiciones climáticas allí donde trabaja condicionan sus técnicas: Mi obra es prácticamente pictórica, aunque también realizo instalaciones (de objetos representados en mis pinturas). Por cuestiones climatológicas, en la mayoría de mis obras utilizo la técnica acrílica sobre lienzo, ya que, debido a la humedad del norte de Alemania, el óleo necesita más tiempo de secado. Además, mi manera de pintar es rápida: me gusta pintar un cuadro en pocas sesiones para que se vea la impronta y la energía del pincel, y para ello el acrílico es ideal. Utilizo formatos variados, desde lienzos de 350 cm hasta miniaturas de 10 x 10 cm.
Un proyecto esencial en su carrera del que Pepa elige hablarnos es el que le llevó a trasladar durante un mes su estudio a la iglesia de San Lorenzo de Úbeda, próxima a las murallas, restaurada hace cinco años y recuperada para actividades culturales por la mencionada Fundación Huerta de San Antonio. Allí produjo una serie de pinturas imbricadas en su experiencia en el lugar, la propia iglesia y los habitantes del barrio que la rodea, bajo el título de Un sueño incandescente. En ellas encontrábamos visiones, entre la imaginación, la memoria y la experiencia, de la Úbeda donde nació y de su paisaje y el proyecto surgió con el respaldo de “la Caixa”.
Pepa nos cuenta que Un sueño incandescente es uno de los proyectos que más ilusión me ha hecho hasta ahora. Fue una beca de residencia y exposición que supuso una gran experiencia. Durante un mes, trasladé mi taller de Hannover a la iglesia de San Lorenzo. La intención fue la de producir in situ una serie pictórica que naciera de la interacción personal con el lugar y con las gentes que lo habitan, pudiendo mostrar así la enorme capacidad del arte para canalizar las emociones. Esta iniciativa se enmarcó dentro del espíritu “abierto por obras” que alienta el proyecto de rehabilitación de la iglesia, impulsado por la Fundación Huerta de San Antonio. Una de las líneas de actuación de la fundación es la de abrir sus puertas para acoger las inquietudes e ideas de artistas, en diversas disciplinas, que quieran desarrollarlas en el contexto de San Lorenzo.
Podemos destacar, asimismo, Zugunruhe, el cambio, la propuesta que realizo durante su primera beca en La Rectoria: se trataba de un mural y de una serie de pinturas que exploraban el asunto de la migración tomando las aves como punto de partida. En su segunda beca en ese espacio, desarrollaría escenas inspiradas en la propia Rectoria, en el pueblo de San Pere de Vilamajor y sus paisajes, en el todo armónico que componen la naturaleza y las gentes del Montseny.
Sumarse a ferias, españolas e internacionales, ha sido también para Pepa muy enriquecedor: Otra gran experiencia es la de trabajar desde hace dos años como artista de la Galerie Robert Drees, que promueve mi obra en ferias de arte como POSITIONS Berlin Art Fair, Kunstsalon Perchtoldsdorf en Viena y en ART MADRID.
Antes nos hablaba la artista de que esos elementos abstractos y en color de su producción tenían a menudo que ver con el deseo. En sus complejidades se ha embarcado últimamente; nos anticipa proyectos: Actualmente abordo el tema del “deseo”; mi penúltima serie pictórica es Wünsch dir was!/ Pide un deseo, en la que trabajé el año pasado. Me atrae el tema de los deseos, al ver una estrella fugaz, al soplar las velas… o cuando alguien nos cierra los ojos y nos requiere que lo pidamos: las primeras imágenes que aparecen en nuestra mente suelen ser trampas de los deseos del ego. Pero, tras unos segundos de calma… surgen las verdaderas imágenes de los deseos de nuestra alma. Hay que afinar a la hora de elegirlos, para poder hacer diana en nuestro destino.
En la última serie en la que estoy trabajando, el tema ha variado: “Desiderare… ma non troppo” es el título de la exposición que actualmente está en la Kunstkreis de la ciudad de Hamelín hasta el 7 de julio. En estas obras, tejo la idea de que hay que desear, pero sin prisa o no demasiado, ma non troppo, término italiano utilizado en música para definir una melodía que tiene un ritmo no demasiado rápido o intenso. En ocasiones, cuando algo se desea apresuradamente, sin control, lo deseado se evapora, y entonces posiblemente deberíamos acogernos al vocablo italiano “piano, piano”.
Ahora estoy de vacaciones en España. A mi regreso a Hannover, me esperan dos exposiciones: “Zinnober” y una exposición colectiva en la Galerie Robert Drees: “Invited by…”.
Y, para terminar el año, en diciembre viajo a Uruguay con el proyecto “The Others”, formado por cinco mujeres artistas, y expondremos nuestras obras en el Museo Histórico Cabildo de Montevideo.