NOMBRE: Pablo
APELLIDOS: Merchante
LUGAR DE NACIMIENTO: Bollullos Par del Condado, Huelva
FECHA DE NACIMIENTO: 1982
PROFESIÓN: Artista
Puede que, a finales del año pasado, conocieseis el trabajo de nuestro último fichado en la Di Gallery de Sevilla, donde Pablo Merchante presentó “Goza cuello, cabello”, una muestra en la que enlazó pintura, música y sus procesos de creación con la intuición como factor clave, o que, en la misma ciudad y a principios de 2019, lo encontrarais en Elbutrón, haciendo dialogar sus obras con las minimalistas y abstractas de Manuel M. Romero. También ha expuesto Merchante en las últimas ediciones del Open Studio de Art Basel Miami, de ARCO (de la mano de la Diputación de Huelva) o de JustMad Lisboa, en aquella ocasión junto a la Di Gallery.
Formado en Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, donde también ha cursado un Máster en Idea y Producción, Pablo ha presentado asimismo muestras individuales en la Galería La Lonja de Logroño, el Espacio Cero y la Sala de Exposiciones de la Caja Rural de Huelva, el ya cerrado Espacio California de Sevilla o el Espacio Creativo Diógenes de Barcelona y sus colectivas le han llevado también a BCM Berlín, la Casa de la Provincia en Sevilla, la Galería Birimbao, el Museo de Huelva, Boreal Projects, Musart-Berlín, La hormiga Galería de Priego (Córdoba), el CA2M de Móstoles, la Fundación Caja Sur y Antonio Gala cordobesa, la Fundación Valentín de Madariaga, el Instituto Nacional de Bellas Artes de Tetuán o IKAS ART.
Cerraremos presentaciones hablando de premios: ha recibido el de honor en el Concurso de Pintura de la Academia Santa Isabel de Hungría (2010), el primero en el V Certamen de Pintura del Sadus, de la Universidad de Sevilla (2010) y primeros galardones en el VIII Premio de Pintura Paul Ricard o el Certamen Fernando Quiñones (2011). En 2014 fue finalista en el Griffing Art Prize y obtuvo un Premio Adquisición en el VIII Certamen de Pintura UNIA; en 2017, resultó ganador del XXIII Concurso Nacional de Pintura Ciudad de Bollullos y, ya en 2019, recibió el Premio Adquisición del XL Certamen Internacional de Arte Contemporáneo Ciudad de Utrera. Fue fructífero para él el año pasado, porque también resultó finalista en el XXIII Premio de Pintura BMW.
Respecto a becas, ha obtenido una de paisaje del Palacio de Quintanar (2011) y otra de la Fundación Rodríguez – Acosta (2012), una beca Sevilla Talento del Ayuntamiento de la capital andaluza (2013) y otra de residencia en la Bogliasco Fundation de Génova (2015). Además, participó en el V Encuentro de Artistas Novos de Santiago, desarrolló otra residencia en el marco de la iniciativa 525 Aniversary of two cultures del MAM Santo Domingo y la Diputación de Huelva (2015) y cursó una más, en 2018: Art Circle, ofrecida por la Embajada española en Eslovenia. En 2018 se sumó al II Encuentro de artistas en Castilla y León y el año pasado fue Homeless Resident en el Void Project Miami.
Como ya habréis adivinado, la pintura es la base de la producción de Merchante, que hoy se incorpora a esta sección por sus indagaciones en las esencias del lenguaje de esta disciplina, y, sobre todo, en su magia y su misterio. Además de ahondar en cuestiones técnicas y teóricas (cromatismo, dibujo, trabajo en el soporte), se fija en el espacio posible del error y del azar y en las vías de representación de asuntos universales, de índole filósofica, como la vida, la muerte o el amor, aunque hablar de temas al referirnos a su trabajo no haría más que constreñirlo.
Siguiendo el esquema que conocéis, le hemos preguntado por sus comienzos, por el cuándo y el por qué. Nos habla Pablo de la pintura como necesidad y como una vía para sincerarse: Realmente me cuesta bastante responder a esta pregunta. Todo ha sido muy poco a poco y no sabría diferenciar cuándo estaba en una etapa de formación y cuándo realmente comienza mi carrera. Me imagino que la salida de la Facultad en 2013 supuso la fractura entre ambos momentos, pero realmente no sabría decir una fecha concreta. No sé si hubo en comienzo como tal. Además, la decisión de dedicarme al arte, de pintar, fue fulminante.
Me crucé con el mundo plástico hace unos 15 años, de forma fortuita, e inmediatamente soñé con poder vivir inmerso en este mundo. Pienso que necesito la soledad del estudio, estar continuamente conmigo, que necesito desentrañar problemas mentales e inquietudes estéticas que el día a día me plantea. Parece algo demasiado romántico para el momento en el que vivimos, pero si fuera de otra manera preferiría hacer otra cosa que no me expusiera tanto y que tuviera menos sacrificios cotidianos.
Pienso que para mí pintar es la mejor forma que tengo de sincerarme con el mundo. Ese puede que sea mi único motivo. Lo demás todo son consecuencias y suertes.
Como avanzábamos, no es posible agrupar su obra en temas; podemos decir que su pintura tiene que ver con la identidad del ser humano hoy y con nuestros paraísos posibles; pero sus obras son ante todo ejercicios reflexivos, que pueden ser suyos y nuestros, y maneras, como diría Delibes, de “aligerar la pesadumbre”: Lo que realmente me interesa es proponer imágenes que no planteen una idea concreta. Y que estén siempre en un acercamiento estético hacia diferentes áreas o corrientes. Esto normalmente desemboca en esquemas tradicionales pero que no lo son tanto; más que tradicionales son atemporales: el bodegón, el retrato, el paisaje, la abstracción.
Creo también que el mensaje real de una obra no es la explicación que te pueda dar el que la hizo. En mi caso queda dentro del cuadro. Es un mensaje claro, pero tienes que saber leer. Ocurre como con cualquier lenguaje. Ocurre en un cuadro como también en una película o en una canción.
Mis líneas de investigación o interés siempre se plantean desde las preguntas universales de la filosofía: para qué, por qué, hasta cuándo o desde cuándo estamos en este puto mundo. De tal modo, en mi trabajo divago sobre la vida y la muerte y su transcurso, no como camino, sino como inevitable consecuencia mental. Me aturde un tanto el infinito y la idea de tiempo. Pienso demasiado en el futuro y muy poco en el presente y el pasado, lo que me lleva a estar algo ausente. Mucho rato.
A menudo pienso que quizás estas intensas ganas de pintar no sean más que una forma de pasar el tiempo. Solo eso.
La pintura, lo decíamos, es su medio y prefiere el óleo y los grandes formatos porque amplían sus posibilidades de expresarse y adquieren una dimensión física y significativa particular: Pinto con óleo principalmente, aunque suelo enlazarlo con acrílico, spray, gesso… Busco la mejor técnica para llegar a lo que tengo pensado. En este momento es eso. No hay mucho más. El óleo me flipa y creo que voy comprendiendo que puedo hacer con él cada vez mejor. Aún me queda bastante.
En cuanto a los formatos, me encuentro más cómodo pintando en gran formato, siempre es lo que más me ha atraído. Pintar cuadros grandes. Cada vez más grandes. Los cuadros grandes te permiten que entres físicamente en ellos. No tienes que mentir con la pintura porque ya son un escenario en sí mismo. Las pinceladas, los planos, aunque pintes algo figurativo, tienen un componente abstracto inevitable.
Sus referencias en el camino han sido muy diversas, pero en cualquier caso se refiere Merchante a maestros de la pintura, desde los impresionistas hasta creadores pop pasando por Picasso: Plásticamente siempre he bebido mucho de los trabajos de impresionistas, de artistas del París de final del siglo XIX y principios del XX. Los años anteriores a entrar en Bellas Artes leí muchos libros sobre Cézanne, Matisse y especialmente Manet y Monet. Toda esa obra, sus planteamientos estéticos y su expresión pictórica han sido mis verdaderos maestros. Aunque es cierto que llevo algunos años algo obsesionado (sin comas) con la obra de Picasso.
Quizás esas sean mis raíces en cuanto a mi forma formal de trabajar la pintura, pero creo que en el fondo me influye todo lo que considero de verdad. Sincero. De cualquier disciplina. No obstante, si hablamos de una forma más concreta sobre aspectos procesuales como la resolución de problemas en el lienzo, sus espacios y la idea de cuadro no-window, seguramente los pintores que más han influido en mi trabajo es la pintura conceptual americana de los años sesenta y setenta: Barnett Newman, Jasper Johns o Frank Stella.
Respecto a los proyectos fundamentales que ha desarrollado hasta ahora, Merchante, que considera que unos le han llevado a otros, comienza hablando de Estamos muy solos (2017), que no constaba únicamente de pintura: Cada proyecto contiene un elemento que proviene de la descarga del anterior trabajo. No están encadenados necesariamente, pero sí suelen ser respuestas al proyecto anterior. El primero del que hablaría es Estamos muy solos, un solo show que realicé en Espacio 0 (Huelva). No solo había pintura, en este caso necesite de otras disciplinas como la foto y la instalación para llegar a explicar un concepto algo abierto y melancólico como la soledad mental, sus procesos y sus consecuencias. En aquellas piezas atisbábamos esa escurridiza pero bien conocida sensación de extrañamiento que ante un mundo contemporáneo en expansión informativa, y dominado por la velocidad, casi todos podemos experimentar.
Nos habla también de Lihn: En 2018 presenté “Lihn” en la Galería La Lonja, en Logroño. En esa obra propuse una idea de lucha contra la pintura desde la misma pintura. Un discurso paralelo al concepto de antipoesía. Un termino que desarrollaron en poesía Enrique Lihn y Roberto Bolaño entre otros. Se trataba de un show que casi se contaba a él mismo y se confrontaba con él mismo a la vez. En La Rioja pudimos contemplar trabajos que ahondaban en las posibilidades del lenguaje pictórico en cuanto a atmósferas, volúmenes, superposición de planos, opciones de lo inacabado… y en las que el artista experimentaba con el spray, el collage o la convivencia de la pintura con imágenes fotográficas o con elementos relativos al arte povera.
Se refiere Merchante también a “Goza cuello, cabello”, su última propuesta en la Di Gallery sevillana: En ella presenté mis ultimas conclusiones. La pintura autorreconocida como un medio contemporáneo que sigue teniendo cabida en el mundo actual. Un lenguaje que se mantiene necesario pues es el único vehículo para llegar a unos planos internos y sensibles del ser humano al que otros discursos no pueden llegar. Y a su proyecto más actual, colaborativo: El proyecto más reciente en el que me he involucrado es Void Project, una superproducción del artista/grafitero Axel Void; esta vez, un proyecto colectivo en el que he participado junto a artistas de todo el mundo, en su mayoría creadores relacionados con el street art. Se desarrolló mediante una residencia artística y luego con dos exposiciones colectivas en Miami (Florida). En él planteamos una reflexión sobre el concepto contemporáneo de hogar y de casa.
Tras unos meses de actividad intensa, nos cuenta Pablo que ha regresado a su taller y que entre sus próximos planes figura una nueva residencia artística, esta vez en Chipre: En este momento estoy empezando de nuevo en el estudio. Suele ser un momento muy emocionante. Después de un 2019 bastante loco, por fin he podido asentarme. Llevo algunas semanas haciendo bocetos, pruebas, nuevas búsquedas y parece que están saliendo los primeros resultados. Estoy trabajando con una figuración más abierta e incorporando una composición más cercana a la fotografía contemporánea que a la idea tradicional de cuadro.
Y bueno, como proyecto más inminente, en marzo participaré en una residencia artística en la University of Nicosia (Chipre), un proyecto realizado conjuntamente con el New Modern Art Museum de Chipre y comisariado por el artista Armando Rabadán.
Aparte de esto, participo en el primer número del Magazine Void, tengo algunos proyectos para la primera parte del año con Di Gallery y colaboraciones con otros espacios europeos que prefiero adelantar cuando llegue su momento. Suelo ser bastante activo con noticias y trabajo en mis redes sociales. En Instagram, Facebook y mi web suele estar todo lo que voy haciendo. Y allí os invitamos (pinchad en los enlaces) a conocerlo mejor.
