NOMBRE: María
APELLIDOS: Bueno Castellano
LUGAR DE NACIMIENTO: Málaga
FECHA DE NACIMIENTO: 1976
PROFESIÓN: Artista
A María Bueno la conocemos desde 2010, el año en que recibió el primer galardón del Premio de Pintura que anualmente concede la Fundación Focus Abengoa por Cabeza, un acrílico sobre lienzo que destacaba por sus vivos contrastes de color y por esa expresividad, entre infantil y surrealista, que nos hacía pensar en el Art Brut y en esa “belleza otra” predicada por Dubuffet.
Desde entonces hemos seguido sus pasos, y el año pasado ya os hablamos en más de una ocasión de ella, por ejemplo con motivo de su individual en el Centro Anabel Segura de Alcobendas, en la que presentó su personal recreación del posible montaje teatral de El santo cuerpo grasoso, obra conjunta de Remedios Varo y Leonora Carrington fechada en 1947, o de su participación en la colectiva “El bosque interior” en la Sala Juana Francés de Zaragoza. En esta última exposición, dedicada a la representación artística del alma en la creación actual, presentó recreaciones de pájaros, barcas o aguas que remitían a su infancia malagueña y que, a su vez, implicaban una dimensión trascendental, inmaterial.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna y formada también en el Atelier Jean-Luc Leduc y la Escuela Superior de Bellas Artes de Toulouse, María viene mostrando su trabajo (dibujos, pinturas, grabados y esculturas) desde 2005, en espacios como la Fundación Picasso malagueña, la Galería Rafael Pérez Hernando, que la representa; La Vidriera de Camargo y Olvera (Sevilla) o citas como el festival SWAB barcelonés o ARCO.
Como sabéis nos gusta preguntar a nuestros fichados cómo fueron sus inicios artísticos, y en los de María la creación tuvo un papel de refugio y de camino de crecimiento: Me imagino que la pintura, desde muy pequeña y sin saberlo, ha sido, más que mi vía de escape, un gran refugio desde el cual poder(me) entender y mirar el mundo. Con el tiempo he entendido que la necesidad de pintar (y no el simple deseo) surge de una situación compleja en casa. No es casualidad, por tanto, que mi obra sea autobiográfica o que tenga tintes marcadamente personales, pues parto de mí misma para “confeccionar” mis obras. En cierta manera, he de agradecer aquella situación compleja de la infancia (como diría una buena amiga mía “los enemigos ayudan”) pues sin ella, no podría ser lo que soy hoy: una pintora apasionada de su “oficio”.
Con esos orígenes que nos explica tienen mucha relación los temas que habitualmente cultiva en sus trabajos, que hablan de memorias, mujeres y relaciones humanas: Mi trabajo se centra básicamente en el proceso de memoria y, más concretamente, en el de la memoria familiar como herencia y/o legado.
El proceso pictórico me permite establecer lazos con mis mayores (generalmente mujeres), con mi hija, con otros artistas y, en definitiva, con mis seres queridos.
Me atrevería a decir que mi pintura contempla una visión personal del matriarcado en el cual me he criado, he crecido y me he desarrollado. Siento que de todas esas mujeres bebo y me inspiro, pero sin cadenas que pesen, sin lastres…Sin ellas, sin sus respectivas fuerzas y energía, yo no podría generar la mía para crear mi obra.
Y entre sus influencias también encontramos muchas femeninas, y no solo relativas a las artes plásticas: considera a las citadas Leonora Carrington y Remedios Varo como sus grandes referentes, pero también cita el arte outsider y el folk art (me encanta el trabajo textil de los artistas Chiacchio y Gianonne, las Asafo flags, el movimiento conocido como Paño´s Art, los tapices de Gee’s Bend, la costura que realiza mi madre, me apasiona el trabajo de Grayson Perry y el arte Suwer). La inspiran además los trabajos de Santiago Lara y Felipe Ortega Regalado, las figuras de Graciela García y Ana Contreras y la labor de Susana y Alicia Blas a la hora de contribuir a la visibilidad del arte marginal y de las mujeres en el arte y en la cultura.
A otros niveles, la artista nos cuenta que sigue las recomendaciones de la web El Perfil Menos Humano y las propuestas pictóricas Fran L. González-Camaño, los Círculos de Mujeres de Ana Trejo Pulido y el Espacio de Arte Robert Paradise, y que sus experiencias personales juegan un papel igualmente inspirador en su producción.
Aunque, como hemos avanzado, no es el único medio que ha cultivado, María Bueno se considera fundamentalmente pintora, entendiendo el género pictórico en un sentido muy amplio que le lleva a entablar relaciones con otras disciplinas, no solo ligadas a las artes plásticas: Partiendo del dibujo, quiero pensar que la pintura se conecta e interrelaciona con otras disciplinas artísticas tales como la danza, la música y las letras, de aquí mi necesidad natural de trabajar/colaborar a veces con artistas que provienen de otras artes, haciendo dialogar mis obras con las suyas. Es por eso que podemos hablar de bastantes de sus pinturas como puestas en escena nacidas más de sentimientos que de ideas que muy a menudo hablan de los ciclos de la vida y la muerte, la infancia o la naturaleza. La riqueza de su cromatismo remite a la luz de Málaga, su ciudad natal, y también supone un contrapunto a la frialdad creciente de una sociedad que parece dominada por la tecnología.
Pedimos a María que nos hable de sus trabajos fundamentales: Mi último proyecto, organizado en tres exposiciones, ha sido Posible escenografía para Remedios y Leonora, donde le rindo homenaje a las artistas Remedios Varo y Leonora Carrington. Justo antes empecé una colaboración con la coreógrafa Teresa Nieto que se basó en una exposición mía que giraba en torno al concepto de ajuar femenino, llamada “Algo así como un ajuar”, para realizar a posteriori su pieza coreográfica “El Ajuar” .
En la anterior “El día que me murieron”, que presentó en la Galería Rafael Pérez Hernando, trató de explicar a su hija quién era y cuáles son mis orígenes. También presentó “Museo de (mi) historia familiar” en una de las primeras ediciones de JustMad y ha realizado un gran mural para el Centro de Arte californiano NIAD.
En masdearte recordamos sobre todo los dos primeros proyectos: el primero porque contenía toques de magia y humor: las pinturas que componían esa posible escenografía recordaban, además del arte primitivo, de regusto telúrico, a los cadáveres exquisitos; y el segundo por su emotividad, que corría paralela al buscado aspecto imperfecto de sus pinturas; en alguna llegaba a autorretratarse colgada de una rama de árbol.
Nos cuenta en qué trabaja ahora: Ando inmersa en el inicio de mi próximo proyecto llamado “Ojos de tigre cuando tú me miras”. En éste involucro a mi madre, haciéndola pintar y dibujar conmigo a partir de unos poemas escritos por ella. Os invitamos a seguir sus pasos a través de su web www.mariabueno.net