Fichados

Alba García i Allué

Alba García i AlluéNOMBRE: Alba

APELLIDOS: García i Allué

LUGAR DE NACIMIENTO: Barcelona

FECHA DE NACIMIENTO: 1997

PROFESIÓN: Artista

 

A nuestra última fichada, que seguramente es también la más joven, Alba García, la conocimos en el verano del año pasado a raíz de su participación en Culturnautas, los talleres veraniegos del CCCB de Barcelona: junto a Paula Bruna y Juan Antonio Cerezuela, ofreció las sesiones Diálogos artísticos entre especies urbanas, un laboratorio de creación destinado a suscitar en los participantes nuevas miradas en torno a las formas de vida que conviven con nosotros y las vías de recuperación de ecosistemas heridos.

Alba, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, suele ahondar en sus proyectos en la conformación de la identidad y las autonarrativas en el sujeto en el marco de sus relaciones con el entorno, sobre todo en tiempos de crisis económicas y ambientales, pero también sociales, y en los lazos que establecen los que podemos llamar cuerpos matéricos en el medio digital, prestando atención a los vínculos de acción y reacción, dominio, afecto y dependencia. Frente al individualismo que entiende extendido hoy, sus trabajos, a medio camino entre lo plástico y lo teatral, nos hablan de un ser múltiple que existe en relación a otro y que maneja vulnerabilidades y dependencias.

Ha presentado muestras individuales en Homesession (Barcelona) y en Wunderkammer – Naturalia/ Artificialia (Stuttgart) y participado en colectivas en Tagamanent town hall, Can Ricart, Ca la Dona, La Escocesa, Pentáculo Escultores y Matas i Ramis (Barcelona), Espacio Azorín (Valencia) y Estructuras3000 (Hospitalet de Llobregat). En La Escocesa y la Universidad Politécnica de Valencia también se ha sumado a performances colectivas y ha desarrollado residencias, desde 2019, en los mencionados espacios Ca la Dona, Home Sessions, La Escocesa y en Hangar – Kunststiftung Baden Württemberg.

Le hemos preguntado, conforme al esquema que conocéis, por sus inicios y nos cuenta que, aunque no puede ponerles fecha, sabe que desde pequeña tuvo inquietud por ir más allá de lo cercano y lo dado: No sé si existe el momento en que alguien empieza a ser artista visual. Podría decir que fui una niña reflexiva y miedosa. Nunca me conformé con la vida tal y como se me presentaba. Tenía que haber algo más. Me interesaban mucho las historias. Las de los demás, las de los libros, las de las películas y las que sustentan nuestra cultura. Mi materia preferida era religión. Más tarde filosofía. Escribía, dibujaba y fotografiaba la cotidianidad del derecho y del revés. Siempre vivía en mis fantasías, las cuales me obligaban a tomar un punto crítico y cercano a la realidad. Más tarde pude formarme en Bellas Artes y allí empezó el proceso de darle un sentido y continuidad a mis intereses.

Justamente con la filosofía tienen que ver los intereses desplegados en sus obras: aborda la actual noción del sujeto y la relación de su identidad con lo colectivo y con la naturaleza, las diversas subjetividades que cobija el individuo, las transformaciones del yo en relación con los demás o en qué medida construcciones de relatos externos inciden en nuestra propia concepción personal, en nuestros modos de ser, situarnos y encontrar sentido. En sus palabras: Mi obra surge como respuesta a la necesidad contemporánea de darle sentido al ser-en-el-mundo. Me interesan las distintas perspectivas culturales que existen sobre el ser y el ente y me decanto por un punto de vista neomaterialista, posthumanista y no naturalista. En mi trabajo presento el cuerpo, a través de agenciamientos metafóricos, como medio, como lugar de encuentro, como nexo, como vehículo de experiencia, como hábitat, como altavoz, como creador de mundos y como ficción. Mi línea de investigación artística trata de participar de la cuestión planetaria que deriva de la crisis ambiental y la falta de relato contemporáneo existencial: proponer un nuevo imaginario que nos permita vivir de manera más ética con el medio y con el resto de entidades que lo componen.

Mi obra surge como respuesta a la necesidad contemporánea de darle sentido al ser-en-el-mundo.

Alba García i Allué. Unsteady consistency, 2021
Alba García i Allué. Unsteady consistency, 2021

Sus proyectos conjugan, como apuntábamos, procedimientos de las artes visuales y de las prácticas teatrales y se despliegan narrativamente como performances o instalaciones. En cualquier caso, parten de narraciones en torno a lo humano derivadas de vivencias con el otro y con lo material: Trabajo desde el relato. Este se construye siempre desde la experimentación matérica y la experiencia en relación al otro. Los relatos se materializan como lecturas performáticas, archivos sonoros humanos o sintéticos, canciones, vídeos, etc. Suelo producir instalaciones visuales y sonoras que articulan distintas disciplinas artísticas (dibujo, vídeo, escultura, texto y sonido); surgen como resultado al intento de producir conceptos abstractos, matéricos y metafóricos, donde la coherencia se gana en el conjunto de las piezas. Trabajo más con procesos que con objetos, y para ello necesito de distintos cuerpos que los capturen e interrelacionen. En mi obra aparece siempre la alteridad en relación al ente, por lo tanto, la representación es siempre plural y colectiva.

Sus puntos de referencia, por todo ello, más que artistas con nombres y apellidos, son sus propias experiencias creativas y vitales (propias, con otros y con el paisaje) y ciertas corrientes filosóficas: Ninguna experiencia puede ser apartada del conocimiento propio. No sabría distinguir qué es lo que me ha marcado y no en la vida, ya que hasta la misma manera de pensarlo o construirlo como relato está influenciada por mis vivencias. Puedo destacar la misma experiencia vital: los cuentos y cómics de hadas que leía de pequeña, la forma de cuidar y querer de mi madre, el fuerte pensamiento crítico y político de mi padre, la diferencia de costumbres entre las zonas rurales y urbanas de España, mis relaciones afectivas con los demás y mis experiencias en torno a la muerte o la pérdida.

De una manera más madura y consciente, destaco como principales influencias la teoría marxista, el posestructuralismo francés, el psicoanálisis, la teoría feminista, las filosofías orientales como el Tao, las autoras de la filosofía posmoderna en general y todas mis compañeras artistas conceptuales. El teatro y la sociología son dos campos de los que también me empapo mucho.

Trabajo más con procesos que con objetos, y para ello necesito de distintos cuerpos que los capturen e interrelacionen.

Alba García i Allué. Filtrar lo sólido, 2020
Alba García i Allué. Filtrar lo sólido, 2020

Los proyectos que, hasta ahora, considera más relevantes en la configuración de su práctica artística son tres, datados en 2020 y 2021: Filtering out solids, Unsteady Consistency y Still life, realizados en diversidad de medios pero en estrecha asociación con el cuerpo y con los relatos que de él pueden emanar, por sí mismo o en su relación con otras y diferentes fisicidades.

Nos habla de ellos: Filtering out solids (Filtrar lo sólido, 2020) fue un proyecto que realicé en residencia en Homessesion (Barcelona). Altavoces y proyectores se distribuyen conectados mediante un largo cableado por la sala de exposición. Cinco voces sintéticas mantienen una conversación sobre la producción de la voz por el cuerpo humano. El relato se centra en el cuerpo como medio y vehículo del sonido, la voz y el discurso, que devienen principales entidades transitorias. Una vídeo-performance colectiva se reproduce al mismo tiempo proponiendo un imaginario visual al cuerpo vacío, atravesado, dependiente y temporal.

Unsteady Consistency (De consistencia inestable, 2021) fue un proyecto que produje en residencia en el Kuststiftung Baden-Württemberg (Stuttgart). Surge de una experimentación sobre el punto de inestabilidad de la materia que da paso a su transformación. Presenta el cuerpo como mutable en exposición a la otredad. Lo abarqué desde la experimentación matérica con manzanas en descomposición, moscas de la fruta, hongos y levaduras, presentando momentos de la materia donde esta aparecía indefinida, intervenida, dependiente y plural. Una voz no nativa dinamiza la propuesta, narrando cinco situaciones con un segundo personaje. En tales interacciones aparecen dudas e inestabilidades sobre el sentido de sí mismos en relación al otro.

Por último, Still life (2021) es un proyecto escultórico que parte de la recreación de cinco bodegones barrocos españoles en recipientes de cristal. Se muestra el proceso de descomposición, en el que los elementos pierden sus contornos y se mezclan, deviniendo un medio para otras entidades como los insectos. La vida trasciende la forma creando nuevos organismos: levaduras, hongos, bacterias. Still life es una investigación matérica sobre la trascendencia del cuerpo en el ecosistema.

Próximamente, nos cuenta, expondrá de nuevo en Barcelona: Actualmente estoy trabajando en dos exposiciones próximas: “Nova i Curiosa Relació”, en el Centre de les Arts Lliures de la Fundació Joan Brossa (Barcelona), que se inaugura a finales de octubre, y mi participación en el festival Loop de Barcelona en La Escocesa, en noviembre.

Me siento enfocada y emocionada porque estoy experimentando con una nueva manera de presentar el texto más popular y cotidiana, creando escenarios de instalación más caóticos y distendidos. Aparte, estoy trabajando en otros proyectos personales que tengo ganas de que puedan ver pronto la luz. Ambos proponen el cuerpo como creador de mundos en relación al relato y al paisaje, y la necesidad de ficcionar al otro para construir la realidad propia. Son dos propuestas conceptualmente similares, pero con materializaciones bastante distintas.

Conoced mejor a Alba, aquí: www.albagarciallue.com

Alba García i Allué. Unsteady consistency, 2021
Alba García i Allué. Unsteady consistency, 2021

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