Fichados

Alan Florit

Alan FloritNOMBRE: Alan

APELLIDOS: Florit Casasnovas

LUGAR DE NACIMIENTO: Menorca

FECHA DE NACIMIENTO: 1979

PROFESIÓN: Pintor y músico

 

 

Es posible que a Alan Florit lo conozcáis, más que por este nombre, por el de Snowman Lost his head (SLHH) y que, si no estáis familiarizados con su pintura, lo estéis con su música, la que ha desarrollado en solitario o como miembro, en su momento, de los grupos Sinevara y Delên. En uno y otro arte, nos ha brindado una producción muy personal y también evocadora para el que mira o escucha, porque él ha elegido “trabajar” con el campo de las emociones, al margen de disciplinas y etiquetas, y realmente le importa que las experimentemos al escucharlo o al observar sus pinturas.

Al preguntarle cómo fueron sus inicios, nos habla de la naturalidad con que conjuga la actividad musical y la plástica. Como suele ser habitual, no hubo premeditación tras la elección: Desde pequeño siempre he me ha gustado todo lo relacionado con el arte. Empecé a tocar el piano y la batería y dibujar siempre me gustó como a cualquier niño.

Es difícil decir cuándo y por qué se comienza a trabajar o a crear y creo que no es algo que se elige sino que forma parte de ti. Desde mi punto de vista, todos somos artistas o tenemos la posibilidad de serlo como seres humanos que somos, luego ya depende de cada uno el desarrollar ese don o virtud que tenemos como muchos otros.

Soy Licenciado en Historia del Arte y creo que fue en la época de estudiante cuando mi interés creció y donde me empecé a desarrollar como artista. La parte teórica del arte siempre me ha resultado muy interesante y creo que puede aportar muchas ideas que son muy importantes a la hora de crear. En la parte práctica, he sido más autodidacta, aunque siempre son bienvenidas unas buenas clases de piano, dibujo, etc.

Alan Florit. Pinturas
Alan Florit

 

Alan Florit. Pinturas
Alan Florit

 

Alan Florit. Miniaturas
Alan Florit. Miniaturas

Su producción hemos podido contemplarla sobre todo en Baleares, donde actualmente reside. De la problemática de la difusión de la obra de los artistas isleños, sobre todo cuando Internet no era un imperio, se puede hablar mucho, pero se hace inevitable pensar en lo que las particularidades del contexto aportan a la hora de crear, meollo de la cuestión: He pasado por diferentes etapas, realizando exposiciones individuales y colectivas y participando en algún certamen. La gran mayoría siempre han sido en las islas. Aquí es difícil promoverse y en esa época lo era aún más. Ahora lo sigue siendo, pero uno se puede mover más, algo a lo que yo no he dedicado mucho tiempo porque siempre he tenido claro que mi trabajo es crear. Las redes han abierto una nueva ventana de exposición y hace que sea más fácil que se pueda difundir tu trabajo. En el apartado musical, formé parte de varios grupos como Sinevara o Denle y empecé mi proyecto individual musical Snoman lost his head, que aún perdura. De eso hace ya 15 años.

De hecho, hace dos presentó con Velomar Records su primer trabajo en formato físico: se llamaba Mei (como su hija), vino precedido de discos digitales como Monster y L’equilibrista sense equilibri y se ha realizado de él una edición especial con portada de Carles Moll: He realizado bastantes conciertos, bandas sonoras para documentales o cortos y una especie de banda sonora en directo del film “Vampyr” de Dreyer.

Si os dejáis caer por su web, veréis que la obra pictórica de Alan es a la vez expresiva y sutil y que no necesita ningún despliegue de medios técnicos ni de textos complementarios para comunicar. Ese precisamente, es su mayor interés; le interesa el arte como lenguaje y nosotros, al contemplar sus trabajos, tomamos parte en el diálogo desde nuestras lecturas libres o, incluso, desde la no lectura: La pintura, música, escultura… son lenguajes que nos permiten desarrollar ideas, conceptos, expresar sentimientos y llegar a una perspectivas sensibles diferentes a las que se llega con el lenguaje hablado o escrito. No es lo mismo describir un paisaje que dibujar un paisaje o realizar una composición musical paisajista. Luego se puede pintar e interpretar de una y mil maneras ese paisaje. Esos lenguajes son propios y exclusivos de los seres humanos, creo que el arte es una parte fundamental de nuestra humanidad.

En mi obra intento ver las posibilidades de ese lenguaje especifico de ese medio e intento plasmar mis ideas, sentimientos y sensibilidad como todo artista. Una vez plasmados, esa obra ya es independiente de mí, ya no tiene relación conmigo y es el espectador el que pasa a tener una relación con esa obra. Es decir, yo puedo intentar plasmar una serie de sensaciones pero que al espectador esas obras le provoquen unas sensaciones o sentimientos totalmente diferentes. Esa, creo, es parte de la magia del arte.

Al mismo tiempo, aunque en mi obra hay unos temas y unas intenciones no me gusta mucho hablar de ellas para no interferir en la relación de la obra con el espectador. Si yo digo que con x obra he intentado o plasmado x motivo le quito al espectador gran parte de la posibilidad de interpretar la obra a su manera, algo que creo mucho más importante que el significado u otros de la obra, aunque esa obra lo que provoque al espectador sea indiferencia. Lo cierto es que da gusto encontrar quien habla de su obra con esta humildad y desprendimiento.

Alan Florit. Sekkai
Alan Florit. Sekkai
Alan Florit. Sekkai
Alan Florit. Sekkai

 

Alan Florit. Haikus
Alan Florit. Haikus

 

Alan no reniega de las teorías que puedan hacerse sobre su trabajo, pero no será él quien las haga. Cree que no a todo se le puede poner palabras: Lo que intento, tanto con mi obra como con mis composiciones musicales, es expresar algo que no puedo expresar de manera hablada o escrita. Entiendo que a mucha gente le gusta teorizar, interpretar y leer sobre obras, pero creo que hay algo en el arte que no se puede describir con palabras. Sé que mucha gente no estará de acuerdo con esa afirmación, pero así lo creo. Ese algo, ese momento, se ha intentado describir de muchas maneras, algunas me gustan mucho. Han surgido muchos conceptos, pero creo que es algo mucho más sencillo y humano que los conceptos estéticos y propios de la teoría artística. Por supuesto, me encanta oír o leer opiniones e interpretaciones sobre mi arte, encuentro muy didáctico y curioso ver lo que provoca en distinta gente según como son o su estado de ánimo en ese momento.

La investigación y la experimentación del lenguaje artístico son fundamentales en mi obra. He tratado varios temas, he tenido varios referentes, pero siempre intento tener a la naturaleza como referente y todo aquello que nos rodea, al igual que esas sensaciones que tenemos en el día a día y a veces no nos damos ni cuenta. La búsqueda de aquello que nos hace personas, la búsqueda de una sensibilidad propia del ser humano es lo que más me interesa y cada vez me interesa más, porque creo que es algo que vamos perdiendo poco a poco y no sé si nos estamos dando cuenta. Aquí entra en juego mi afición a la filosofía, sociología, etc.

Como podéis intuir por lo dicho, lo personal y lo propio son la base de su trabajo. Influencias haylas, claro, pero cuando se hacen evidentes encuentra Alan que quizá haya llegado el momento de tomar distancia: Es un tema que muchos artistas tienen claro y yo no sé si tanto. Evidentemente tengo unas influencias, pero intento huir de ellas cuando veo que son demasiado grandes. Intento que lo que hago sea lo más personal posible y salga de lo más dentro de mí que pueda.

Las influencias son muy importantes y a estas alturas no vamos a inventar nada nuevo, pero es importante darte cuenta de ellas para asimilarlas y que tu arte no se convierta en una copia de algo, a no ser que ese sea tu propósito. Curiosamente las mías suelen ser de ámbitos muy diferentes: el músico Keith Kenniff, el director Hiroshi Ishikawa, Naomi Urasawa como guionista de cómics, etc. Luego están filósofos como Sartre, escritores, sociólogos… artistas que te gustan mucho en lo práctico y otros, como por ejemplo Kandinsky, del que me gustan mucho sus escritos pero no sus cuadros. De los clásicos y grandes también destaco la figura de Rothko, aunque mi obra no tenga nada que ver con esos artistas en ciertos niveles estéticos. Creo que lo que tienen en común esos artistas es una sensibilidad especial, una manera sutil y bella de tratar sus obras de una manera que parece sencilla. Hacen que lo más difícil en el arte, que es emocionar, crear una emoción o sensación, sea sencillo o parezca sencillo. Eso es algo que yo también intento con mi obra. Por eso posiblemente haya una tendencia a utilizar los elementos mínimos. No hay una intención de minimalismo o una influencia del movimiento minimalista, simplemente trato que la lectura de ese cuadro o esa canción sea lo más sencilla y fácil posible.

Alan Florit. Pinturas
Alan Florit. Pinturas

 

Y para no poner trabas a esa sencillez, y canalizar sin cortapisas su personalidad en estas obras, no evita usar unos y otros formatos y técnicas cuando sea necesario. Como en el caso de sus influencias, huye de la repetición y de lo obvio: La experimentación e investigación forman parte de mi manera de trabajar y entender el arte. Intento cambiar, evolucionar continuamente. Cuando me siento cómodo en un estilo o técnica, suelo cambiar al cabo de unos años. No me gusta quedar estancado en un estilo o técnica concreta. Por mucho que un tipo de cuadro tenga éxito, se venda o yo esté muy contento con esa obra, no me detengo en ese estilo. Hay que evolucionar y cambiar, la vida son cambios continuos y por lo tanto es normal que tu obra cambie (…) No me gustan los artistas que llevan 10, 15, 20 años realizando el mismo tipo de obra con apenas evolución. Hay que saber arriesgarse y tener ganas de seguir avanzando y no pensar que ya has encontrado tu manera ideal de trabajar. Mi obra y manera de trabajar de hace 20, 15 o 5 años es totalmente diferente a la actual y dentro de 5 años será diferente a lo que hago ahora.

Empecé con acrílicos y esmalte sobre madera en grandes formatos, época que duro muchos años. Después de un viaje a Japón empecé una nueva etapa en pequeños formatos y acuarelas japonesas; utilice papel japonés durante unos años, papel artesanal que compre allí, acuarelas japonesas y tintas japonesas. Ese viaje me marco bastante artísticamente y mi fascinación por la cultura nipona aumentó. A partir de ese momento, empecé a trabajar en series realizando la serie “Haikus” y “Nah” sobre papel japonés y continué trabajando acuarelas de pequeño formato con las series ” Miniaturas” y “F”. También realicé una serie llamada “Sekkai” sobre papel de acuarela y tinta japonesa exclusivamente. Seguí pintado con esmalte y acrílicos sobre pequeño formato, con los que ahora mismo me siento muy cómodo. Cada época y cada etapa de la vida tiene sus necesidades y, como ya he explicado, el cambio y la constante evolución  e investigación son fundamentales  para mí como artista. También he trabajado en una especie de pequeñas libretas artesanales con varios dibujos. Mi arte ha variado mucho durante los años pasando de más abstracto y matérico a un arte más sutil, sencillo, claro, con referencias a la naturaleza y a mundos imaginados en ciertas series.

Los últimos dos años, más o menos, estoy trabajando con grabado sobre una especie de linóleum. Prácticamente he abandonado la acuarela y la pintura, ya que con el grabado he descubierto una nueva manera para expresar lo que llevo dentro y me siento muy cómodo con esta técnica, donde veo un nuevo mundo de posibilidades.

Y aquí un avance de lo próximo: Mi intención es, el invierno que viene, empezar a mover este trabajo que aún no he enseñado. Suelo pasar por una especie de proceso de maduración una vez terminada la obra, y pienso y vuelvo a ella (…) Es como una especie de proceso de separación para que esa obra ya no dependa de mí o yo de esa obra. A veces una obra puede tener un significado o valor para tí en un momento pero, al cabo de un tiempo, el valor, concepto o lo que sientes por esa obra cambia, por eso la dejo madurar como si fuera un vino. La obra está terminada “físicamente”, materialmente, pero no del todo dentro de mí. Por eso a veces tardo un año o incluso más en enseñar mi nuevo trabajo y es posible que en ese momento ya esté realizando otro. La obra tiene que ser totalmente independiente del artista en el momento que se enseña al espectador. Desde mi punto de vista lo importante es la obra y no el artista.

Para conocerla mejor, podéis pasar por aquí: Alanflorit.blogspot.com.es

 

 

 

 

 

 

 

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