Enrique Meneses. La vida de un reportero
SALA DE EXPOSICIONES CANAL DE ISABEL II
C/ Santa Engracia, 125
Madrid
Del 16 de abril al 16 de julio de 2015
Fue periodista antes que fotógrafo y se sirvió de la cámara con el fin único de comunicar contenidos desde una mirada laxa y sin estar sujeto a reglas estilísticas o compositivas; precisamente utilizó el objetivo de 50 milímetros para lograr acercarse a la realidad de la forma más directa, despojada y carente de efectos especiales.
La cámara de Enrique Meneses fue como su bolígrafo: una herramienta de comunicación, por eso podemos decir del madrileño, fallecido en 2013, que fue un periodista total y un fotógrafo siempre intuitivo. Otro rasgo esencial de sus imágenes, además de su aproximación sin edulcorar a lo retratado, es que fueron realizadas con el fin principal y básico de que llegasen a tiempo a los distintos medios para los que trabajó, por eso muchas de sus fotos no se conservan (en especial, las que no cumplían con ese objetivo) o se encuentran muy dispersas.
A diferencia de los fotógrafos que trabajan con fines artísticos, Meneses no concedió nunca especial valor al negativo, concibiéndolo sólo como un soporte, otro más, para fijar la mirada sobre un hecho periodístico y documentarlo. En suma, podemos decir que la cámara fue para Meneses una extensión de sus ojos.
La Comunidad de Madrid presenta desde mañana, en la Sala Canal de Isabel II, la primera antología del fotoperiodista tras su muerte, una muestra organizada en colaboración con la Fundación Enrique Meneses y comisariada por Chema Conesa, en la que podremos ver noventa obras acompañadas de material audiovisual: un video explicativo sobre su vida y su obra que se ha preparado específicamente para este proyecto y otras dos piezas que se emitieron en su momento en el programa de TVE Los reporteros, que él dirigió.
La exposición lleva por nombre “La vida de un reportero” y se estructura, en un orden a la vez cronológico y temático, en cinco secciones dedicadas a los trabajos que Meneses desarrolló en el Egipto de Nasser, en Sierra Maestra, cuando consiguió sortear al régimen de Batista para fotografiar a los entonces insurgentes hermanos Castro y al Che Guevara, a su cobertura de bodas reales como las de Balduino y Fabiola o Juan Carlos y Sofía, a sus imágenes de los conflictos sociales en Estados Unidos, con especial atención a la lucha de los negros por sus derechos civiles y la marcha sobre Washington, y a los retratos de estrellas a las que consiguió acercarse sin romper la necesaria distancia objetiva, como Dalí, Picasso, Henry Fonda, Peter O´Toole o Luis Miguel Dominguín. Las fotografías se completan con textos que relatan anécdotas nada banales de la trayectoria del periodista, como aquella que explica cómo, durante la marcha negra en la capital estadounidense que finalizó con el discurso más célebre de Luther King, una señora le contó emocionada que por primera vez un blanco le había pedido disculpas por empujarla, y había sido empujada muchas veces. Si tenéis la suerte de que durante vuestra visita a la muestra suenen las canciones de Bob Dylan presentes en el documental, el resultado será redondo.
Hay que recalcar que su mirada fue siempre neutral, la acotaron las reglas de su oficio: buscó siempre estar presente en los acontecimientos y frente a las personas que le parecían relevantes como espectador, no como protagonista (actuar como fotógrafo ausente le permitía no alterar el momento), y, significativamente en la era Google, no midió la importancia de su trabajo en función de la repercusión obtenida.
Trabajó para París Match, Time, Life o ABC y para agencias como Fotopress o Delta Press, fundada esta última por él mismo y su hermano Augusto, y tuvo un especial olfato para acudir allí donde podía ocurrir algo digno de ser contado.
Él mismo lo dijo: He querido estar donde se hacía la historia para sentirla en mis carnes.
Para conocer a fondo la exposición, y la carrera de Meneses, podemos asistir, los miércoles a las 19:00 horas, a visitas guiadas tuteladas por expertos en la historia de la segunda mitad del s XX, de la que Meneses fue testigo, o en la figura de este periodista: Chema Conesa (22 de abril), Emilio Sáenz Francés (29 de abril), Gervasio Sánchez, responsable en parte de que las nuevas generaciones lo conozcan (13 de mayo) y Fernando García de Cortázar (27 de mayo).
Por cierto, la Comunidad prepara, para primavera de 2016 en esta misma sala, una revisión de la producción de Paco Gómez.
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: