Emmet Gowin: la belleza en la mirada

Emmet Gowin. Campo de golf en construcción, Arizona, 1993. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York Emmet Gowin. Campo de golf en construcción, Arizona, 1993. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

La Fundación MAPFRE presenta hasta septiembre la mayor retrospectiva hasta la fecha de este fotógrafo norteamericano

Madrid, 29/05/2013


“Emmet Gowin”

FUNDACIÓN MAPFRE. SALA AZCA
Avda. general Perón, 40
portal D 1º planta
28020 Madrid
Lunes, de 14:00 a 21:00 horas
De martes a sábado, de 10:00 a 21:00 horas
Domingos y festivos, de 10:00 a 20:00 horas

 

Del 29 de mayo al 1 de septiembre de 2013, en Fundación MAPFRE. Sala Azca

Comisario: Carlos Gollonet

Obras: aproximadamente 180

 

Su gusto por el dibujo y su apreciación de la belleza de la naturaleza se inició en 1955, cuando Emmet Gowin se trasladó junto a su familia (madre compasiva y estricto pastor metodista) a Chincoteague Island. Seis años después, el fotógrafo inició sus estudios de artes gráficas en Richmond y se centró en la pintura y el dibujo antes de darse cuenta de que su búsqueda de la captación del azar y de lo inesperado convertían la fotografía en el mejor medio para desarrollar su carrera artística.

En sus inicios se dejó influir por maestros como Walker Evans, Cartier-Bresson, Eugène Atget o Robert Evans pero, ya en 1962, dos años después de comenzar a trabajar con su primera cámara Leica, decidió comprometerse con la formación de un lenguaje propio, etapa que coincidió con su boda (su esposa, Edith Morris, y el resto de su familia, resultarían fundamentales en su producción) y con su ingreso en la Rhode Island School of Design (RISD).

Emmet Gowin. Nancy, Danville (Virginia), 1969. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

 Emmet Gowin. Nancy, Danville (Virginia), 1969. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

Los primeros porfolios que Gowin llevó a cabo presentan niños, jóvenes o adultos en escenas de la vida cotidiana, automóviles, iglesias antiguas, paisajes o retratos de Morris. A mediados de la década de los sesenta, el artista sustituyó su Leica de 35 mm por una de fuelle de 4 x 5 pulgadas, una cámara que podía aportar puntos de vista diferentes y que transformó en parte sus trabajos, desde entonces más introspectivos y más considerados, en fondo y forma, hacia los objetos y personas retratados.

 Emmet Gowin. Edith, Chincoteague Island (Virginia), 1967. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York   Emmet Gowin. Edith, Danville (Virginia), 1963. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

Emmet Gowin. Edith, Chincoteague Island (Virginia), 1967. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

Emmet Gowin. Edith, Danville (Virginia), 1963. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

En esta etapa se dejó influir Gowin por su maestro Harry Callahan, y en 1967 iniciaría su estancia en Dayton, en cuyo instituto de arte fue docente. Durante su estancia en quella ciudad, que duraría cuatro años, avanzó en el camino de la intuición y la instrospección, caminó por la senda de la sencillez y convirtió a su mujer en el eje de buena parte de sus trabajos.

Primero de forma casual y luego intencionadamente, ya a comienzos de los setenta, el artista utilizó la lente de una cámara de 4 x 5 pulgadas en un aparato de 8 x 10: el resultado eran imágenes circulares que parecen darnos acceso a escenarios secretos o prohibidos de su vida personal que podríamos mirar a través del ojo de una cerradura. Su mujer y sus hijos siguieron haciéndose muy presentes en su obra hasta que, posteriormente y volviendo a sus inicios, Gowin se dejó atrapar por la llamada de lo natural, captando instantáneas que testimonian la huella humana sobre el paisaje desde un enfoque a veces aéreo y casi siempre documental.

Emmet Gowin. Edith, Navidad, Danville (Virginia), 1971. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

Emmet Gowin. Edith, Navidad, Danville (Virginia), 1971. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

Viajó para ello a diversos países europeos y asiáticos y prestó especial atención a las devastadoras consecuencias de la erupción del volcán St. Helens, a los efectos de las pruebas nucleares sobre los desiertos de Nevada o a la contaminación que las centrales nucleares causaban sobre el territorio de la antigua Checoslovaquia.

También ha fotografiado miles de mariposas nocturnas en Hispanoamérica, merced a sus conocimientos de biología tropical, y específicamente para esta exposición, diversas imágenes aéreas de Andalucía (de la comarca de Guadix-Baeza) que se muestran por primera vez en la Fundación MAPFRE.

Emmet Gowin. Edith en Panamá: depredación de la hoja, 2005. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

 Emmet Gowin. Edith en Panamá: depredación de la hoja, 2005. © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill Gallery, New York

Os avanzamos, y os lo iremos recordando más adelante, que el día 6 de junio podréis participar en masdearte en un encuentro digital con el comisario de esta muestra, Carlos Gollonet, al que podréis enviar todas vuestras preguntas sobre la obra de Emmet Gowin.


Comentarios