El Museo del Prado adquiere una excepcional Venus de Giovanni Bandini

El Museo del Prado ha anunciado hoy su adquisición, por 750.000 euros, de una Venus en pie de Giovanni Bandini que perteneció originariamente a la colección del poeta y músico Juan de Arguijo, encontrándose en su casa sevillana, donde sabemos que se reunieron Francisco Pacheco, Pablo de Céspedes, Fernando de Herrera y Alonso Vázquez, y donde se alojó Lope de Vega. De hecho, el escritor formuló versos directamente vinculados con ella, con el mundo clásico, la mitología, el desnudo y la escultura profana, asuntos poco abordados por los literatos de su tiempo en nuestro país.

Esta obra fue declarada Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid y ha sido adquirida con fondos propios del Museo, que ha ejercido el derecho de tanteo en una venta entre particulares. Representa a Venus en pie, conforme al modelo de las llamadas Venus púdicas, que se disponen en una torsión leve que evita la frontalidad, girando su cabeza adornada con peinados muy elaborados que generan dinamismo. En esta composición, quiso por tanto el artista sacar todo el partido posible al bulto redondo de la pieza, dado que al lado del pie derecho aparece la cabeza de un delfín, cuyo cuerpo sirve, en la parte posterior, como asiento de un pequeño Cupido desnudo que porta un carcaj mientras juega con la cola del animal. Y en la base del grupo encontramos una inscripción que señala el nombre del artífice y su origen florentino: “IOHES BANDINUS FLORENTINUS F”.

Giovanni di Benedetto Bandini del Castello, también llamado Giovanni dell’Opera, vivió entre 1540 y 1599 y fue uno de los artistas más señalados de Toscana en la segunda mitad del siglo XVI. Discípulo de Baccio Bandinelli, lo conocemos a través de Raffaello Borghini, que aportó datos de su obra en Il Riposo (1584): de su mano sabemos que trabajó en los relieves de mármol diseñados por el citado Bandinelli para el coro de Santa María dell’Fiore, que llevó a cabo diversos retratos y que participó en la elaboración de la tumba de Miguel Ángel en la iglesia de Santa Croce, cuya empresa dirigió Vasari. Suya es la alegoría de la Arquitectura.

Por Borghini conocemos, asimismo, que trabajó con pericia en un grupo de bronce sobre un tema cinegético por encargo del duque de Urbino, que acabó siendo un regalo diplomático al futuro Felipe III de España, y que hoy podemos contemplar igualmente en el Prado con el nombre de La caza. Podemos vincular este conjunto con la Venus por el deseo del autor de obtener el mayor realismo posible en la escultura, reproduciendo el volumen en su extensión y multiplicando puntos de vista. En aquel momento el paragone de las artes era extensamente discutido.

La casa hispalense de Juan de Arguijo quedó destruida en 1914 y se encontraba en la calle de Laraña, frente a la Iglesia de la Anunciación. Más tarde pasó por Madrid, por la casa del vizconde de Irueste, esposo de María Manuela O’Neill y yerno del marqués de la Granja, heredero del mayorazgo en el que habían recaído las propiedades de Arguijo. Fue entonces cuando se puso en relación con un soneto que Lope de Vega incluyó en su libro La hermosura de Angélica, publicado en 1602.

Giovanni Bandini. Venus y Cupido. Museo Nacional del Prado

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