El Consejo Rector del IVAM acaba de anunciar la adquisición, para este espacio valenciano, de obras de los artistas libaneses Mona Hatoum, Akram Zaatari y Rayyane Tabet, del argelino Mohamed Bourouissa, la marroquí Bouchra Khalili, la turca Gülsun Karamustafa (que expondrá en este Museo desde el 23 de julio) y del valenciano Andreu Alfaro. El objetivo de estas compras es consolidar la apertura de las colecciones del Instituto Valenciano de Arte Moderno a la producción artística del Mediterráneo, incorporando piezas que refuercen sus investigaciones en torno a este contexto geopolítico.
Son en total 18 las obras adquiridas, por medio millón de euros, y entre sus autores los responsables del IVAM quieren destacar la presencia de tres mujeres (Bouchra Khalili, Gülsun Karamustafa y Mona Hatoum, ganadora del Premio Julio González 2020; el de 2022 ha recaído en Carmen Calvo), en su deseo de potenciar la igualdad en materia cultural y en lo relativo a visualización de las artistas.
Por otro lado, se refuerza con estas incorporaciones otro eje fundamental en la Colección del IVAM: la investigación en torno al espacio urbano, de la mano del trabajo sobre las comunidades de migrantes de Mohamed Bourouissa, las cartografías de la sociedad árabe realizadas por Akram Zaatari, la reflexión sobre los conflictos contemporáneos de la propia Mona Hatoum o la puesta en cuestión de las fronteras por Bouchra Khalili. Por último, el nombre de Andreu Alfaro reafirma el apoyo de este centro a los artistas valencianos: en concreto se ha adquirido la escultura Cercle Berninià (b), producida en los ochenta.
Entre las compras encontramos, por tanto, esculturas, fotografías y especialmente grandes instalaciones nacidas de la combinación de materiales que invitan al público a tomar un rol activo. En más de un proyecto, ganan peso las nuevas tecnologías.
Bunker (Starco I) (2011) de Mona Hatoum analiza las geografías urbanas, la violencia o la experiencia del exilio y las ocho serigrafías que componen la serie The Constellations (2011), de Bouchra Khalili, profundizan en el universo urbano. El IVAM también adquiere tres importantes obras de Gülsun Karamustafa, una de las grandes artistas turcas contemporáneas, que indaga en cuestiones sociopolíticas propias de la Turquía moderna, como la sexualidad, la diversidad étnica o el exilio.
Del artista Akram Zaatari se adquieren 77 fotografías que componen la obra Objects of Study. Hashem el Madani, Itinerary (2007 – 2014), un trabajo de Zaatari sobre las imágenes tomadas por Hasem El Madani en los años 50 en el antiguo mercado de Saidia, en las que plantea una reflexión sobre el tiempo y la historia.
Ingresan también en el IVAM fotografías fundamentales en la carrera del argelino Mohamed Bourouissa, muy representativas de su producción, pues no quedan copias en el mercado tras su adquisición. La investigación sobre las comunidades de migrantes de este artista y sus vínculos con el espacio urbano ampliarán el número de obras que reflexionan sobre la ciudad en los fondos del museo valenciano.
Ah, My Beautiful Venus! (2017), del libanés Rayyane Tabet, forma parte de un proyecto más amplio titulado Fragments, cuyo arranque fue su investigación sobre la excavación arqueológica de Tell Halaf, al noreste de Siria, dirigida por Max von Oppenheim a principios del siglo XX. El bisabuelo de Tabet, Faik Borcoche, fue nombrado en 1929 secretario de Von Oppenheim para ayudarle en las excavaciones y en esta instalación el artista se centra en una figura neohitita llamada la Venus de Tell Halaf y en el recorrido histórico del que ha sido objeto desde su desenterramiento realizado durante la excavación dirigida por aquel, planteando asuntos como las relaciones de poder, las prácticas museológicas, la preservación de los objetos arqueológicos y la relación con ellos o la apropiación y la destrucción cultural.
Todas estas obras se suman a las de otros artistas procedentes de los diferentes países del Mediterráneo ya presentes en los fondos del IVAM y compradas en los últimos años, como las de Nadia Benchallal, Yto Barrada, Rula Halawani, Ahlam Shibli, Zineb Sedira, Hadjithomas & Joreige o Taysir Batniji, trabajos que convierten a este museo en el centro español que mayor número de obras posee de los países que conforman las dos orillas del Mediterráneo.
Por su parte, la adquisición de Cercle berninià (b) de Alfaro completa la colección de obras que el centro ya posee de este artista fundamental para el contexto valenciano, al tiempo que permite profundizar en el estudio sobre los diferentes lenguajes escultóricos de los siglos XX y XXI. En esta pieza, Alfaro se alejó de las construcciones geométricas para centrarse en el estudio de los problemas esenciales del volumen.
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