Diez Picassos de la colección del Kunstmuseum Basel se expondrán en el Prado

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y el presidente del Real Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca, han firmado esta mañana un convenio de colaboración para la celebración de la muestra “10 Picassos del Kunstmuseum Basel”, que podrá visitarse desde el 18 de marzo hasta el 14 de septiembre en la pinacoteca madrileña y que incluirá pinturas fechadas entre 1906 y 1967. Se tratará, por tanto, de una pequeña retrospectiva del creador malagueño que tendrá lugar en la Galería Central del museo, el eje de su colección permanente.

Coincidiendo con la firma del acuerdo, esta mañana se ha instalado ante la prensa una de las obras que formarán parte de la muestra: Los dos hermanos, un lienzo realizado por Picasso en Gósol en los inicios del verano de 1906, durante su etapa rosa.

La de esta exhibición no será la única colaboración del Gobierno de la Comunidad con museos madrileños este año: también ha apoyado la retrospectiva de Dufy abierta recientemente en el Museo Thyssen-Bornemisza y lo hará con dos de las próximas exposiciones del Reina Sofía: “Fuego Blanco” y “Coleccionismo y modernidad. Dos caso de estudio: Coleccines Im Obersteg y Rudolf Staechelin”, también compuestas por trabajos de la colección del Kuntsmuseum Basel: 170 datados en los siglos XIX y XX (el Prado y el Reina Sofía reciben 150 000 euros cada uno, la misma cifra que el Thyssen).

El museo suizo, cerrado ahora por obras de remodelación, fue uno de los primeros centros europeos en adquirir obras de Picasso (lo hizo ya en 1951) y las diez pinturas que compondrán la muestra del Prado son las más destacadas dentro de sus fondos del andaluz: además de Los dos hermanos, podremos ver Hombre, mujer y niño; Panes y frutero con frutas sobre una mesa, El aficionado, Mujer con Guitarra, Arlequín sentado, Mujer con sombrero sentada en un sillón, Muchachas a la orilla del Sena, según Courbet; Venus y Amor y La pareja.

La historia de Los dos hermanos y Arlequín sentado nos habla del amor al arte de la ciudad de Basilea: ambas obras pertenecieron a los fondos de Rudolf Staechelin y sus propietarios quisieron venderlas por razones económicas. El Ayuntamiento de la ciudad suiza organizó en 1967 un referéndum para preguntar a los ciudadanos si querían comprar estas pinturas para que permanecieran en Basilea, con cargo al presupuesto municipal, y el resultado fue… afirmativo. Picasso fue también generoso y recompensó el gesto regalando otras cuatro obras a Basilea, de las que tres se exhibirán también en el Prado: Hombre, mujer y niño (1906), Venus y amor (1967) y La pareja (1967).