Daniel Verbis y el hálito de la vida

Presenta su trabajo reciente en Llamazares Galería

Gijón,

En 2015 presentó su primera exposición en la entonces Galería Gema Llamazares de Gijón Daniel Verbis, artista de pintura impredecible que no ha cesado de trabajar en la renovación de su lenguaje y también en la disolución de los límites entre su obra pictórica y los espacios donde se muestra. Sin renegar de los principios fundamentales de esta disciplina, busca conceder a sus trabajos una materialidad nueva y trata de conjugar la geometría y su racionalidad con la gestualidad, el desarrollo de una poética propia y un cierto naturalismo.

En aquella ocasión, Verbis presentó en Gijón piezas que, más que como pinturas en sentido estricto, podríamos entender como artefactos creativos: jugaba con la contracción y la dilatación de las formas y, con ellas, de la dimensión espaciotemporal de su producción, invitando asimismo al espectador a expandir su mirada. Podríamos decir que la protagonista de aquel conjunto de obras era la antiforma: se sometía esta a la acción y a pulsiones que gravitaban bajo los trazos y parecían manifestarse desde cierto azar.

Constituyen además, estos trabajos, contraposiciones plásticas al reinado de lo digital que a su vez se alejan del objetualismo conceptual o la figuración de mensajes definidos. No encontrábamos líneas unívocas y sí la transmisión de cierta sensación de angustia: busca Verbis conmover a quien observa, pero no agradarlo o suscitarle placer.

Daniel Verbis. La piel de las cosas, 2020
Daniel Verbis. La piel de las cosas, 2020
Daniel Verbis. Psique, 2021
Daniel Verbis. Psique, 2021

La segunda exhibición del artista en esta sala se inauguró hace diez días y puede verse hasta finales de marzo: se titula “Psiques” y consta de trabajos recientes; pinturas, esculturas y obras en técnicas mixtas sobre diversos soportes. Recuerda el autor que psiques se llamaba en la Grecia antigua a los alientos que inhalamos al nacer y perdemos al morir, hálitos que podemos considerar espíritus errantes que prenden en nuestros cuerpos cuando vivimos y escapan de ellos después, aunque ese mismo nombre, y en ese mismo contexto, también lo recibían las mariposas y la esposa de Eros, que sería representada en Roma como una mujer alada. En suma, así se referían los clásicos a conceptos difícilmente representables por su fugacidad o dinamismo, por su carácter evanescente.

Las imágenes reunidas en Gema Llamazares constituyen los intentos de Verbis por dar forma a lo que fluctúa replicando la viveza de esas psiques movedizas e inestables, reflejando en diagramas sus movimientos, porque, según el autor leonés, ese aliento necesita hacerse hueco, soplar en la embocadura, hincharse y vaciarse para demostrar que el deseo es lo que da sentido a la vida y que el gozo o la jouissance es lo que rebasa la funcionalidad del cuerpo.

Telas plegadas como las de La clausura o La piel de las cosas, ambas datadas el año pasado, buscan esquematizar o materializar esas psiques liberadas; Anunciación nos presenta unas alas batiendo en la bóveda celeste y El paciente insecticida (2018) evoca la rotura de una crisálida. Verbis define estas piezas como oscilaciones de la vida que son oscilaciones del cuerpo que son oscilaciones de la luz. Encarnaciones de la idea-luz en unas imágenes que no dejan de ser la suplantación de una tela por la tela misma. Primero arrugada y luego tensada. Fluidez sinuosa de la tela iluminada que no puede ser otra cosa que el síntoma de una huida de la figura o una resurrección del cuerpo. Ya no sabemos si el cuerpo es el que abandona la psique o es la psique la que abandona el cuerpo.

Los lienzos, hechos pliegue o fluir, se convierten en metáforas de esas presencias inatrapables, breves, temporales y lejanas (Samotracia, Psique), captadas en su devenir sin tiempo. De su mano la pintura adquiere aire vital, en forma de desgarros cromáticos (lo vemos en la serie Crossdresser, 2020).

Esta exhibición coincide con una renovación, en varios sentidos, de la Galería Gema Llamazares, con quince años de trayectoria en Asturias. Diana Llamazares, hija de Gema, sucede su a su madre como directora de este espacio, que pasa a llamarse Llamazares Galería. Se anuncia que continuarán dedicando su programa expositivo a los jóvenes creadores y también se ha renovado su imagen gráfica.

Daniel Verbis. El que guarda su boca guarda su alma, 2020
Daniel Verbis. El que guarda su boca guarda su alma, 2020

 

 

 

Daniel Verbis. “Psiques”

LLAMAZARES GALERÍA

c/ Instituto, 23

Gijón

Del 10 de febrero al 31 de marzo de 2021

 

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