Cuatro fragmentos escultóricos del Maestro de Cabestany se suman a los fondos del MNAC

El Museu Nacional d´Art de Catalunya ha sumado a sus colecciones cuatro fragmentos escultóricos llegados del monasterio de Sant Pere de Rodes, en el Alto Ampurdán, atribuidos al Maestro de Cabestany y su taller.

Los ha adquirido el Departamento de Cultura del MNAC por 250.000 euros en las galerías Artur Ramon Art, Palau Antiguitats y Clavell & Morgades Antiguitats y han sido examinados varias veces por los técnicos especialistas del Museu. Solo una de las piezas había sido expuesta y publicada antes; las otras tres son casi inéditas, y todas están trabajadas en mármol blanco e integraban figuras humanas y escenas historiadas datadas entre 1160 y 1163. Se trata de una cabeza, de una segunda cabeza con parte de un hombro derecho, un fragmento de la parte inferior de una figura perteneciente a una escena sobre la curación de una mujer en el Nuevo Testamento y un pequeño fragmento de indumentaria.

Estas imágenes habrían formado parte de los ciclos bíblicos que ornamentaban la portada de la Iglesia de Sant Pere de Rodes, levantada en el segundo tercio del siglo XII y destruida en el primer tercio del XIX. Ha sido atribuida unánimemente al Maestro de Cabestany, escultor anónimo equiparable por la relevancia de su obra, según los expertos, al Maestro de San Clemente de Tahull en el ámbito de la pintura; los cuatro relieves reflejan claramente la calidad técnica y la fuerza escultórica de este autor y ofrecen un ejemplo elocuente del alcance monumental de la portada citada y de su temática historiada.

El estudio de estas obras ha dado pie a nuevas investigaciones sobre el Maestro de Cabestany y sobre este templo, que serán publicadas en un libro (El Maestro de Cabestany. Chispas de mármol, 2023); albergará este volumen una nueva reconstrucción hipotética de la portada destruida y nuevas interpretaciones sobre la función y el contexto de la misma.

Hay que subrayar que el ingreso de estos fragmentos en el MNAC contribuirá a llenar el vacío existente aún en sus fondos en torno a la escultura del Maestro de Cabestany, que fue activo en Cataluña, Navarra, Rosellón, Occitania y Toscana.

EL EXPOLIO DE LA PORTADA DE SANT PERE
En el siglo XII, bajo el patrocinio de los vizcondes de Peralada, se esculpió la portalada de Sant Pere de Rodes, desaparecida por expolio. Los únicos restos que se conservan en su emplazamiento original se hallan en las dos bandas inferiores de la puerta principal: hablamos de dos fragmentos de mármol, esculpidos con motivos vegetales, animales fantásticos y cabezas humanas; el resto de la portada se dispersó y muchos de sus elementos quedaron en manos de coleccionistas.

Sin embargo, la localización de algunos fragmentos conservados o conocidos a través de fotografías ha permitido analizarla y proponer distintas reconstrucciones: las piezas muestran que se trabajó con relieves de distintos tamaños, sobre piedra y sobre mármoles romanos reutilizados. Se caracterizaba el conjunto por una abundante figuración, que representaba pasajes evangélicos con los rasgos característicos del trabajo del Maestro de Cabestany, como el uso de la técnica del taladro y de modelos romanos en la composición, que aprendería a partir de la observación de sarcófagos paleocristianos.

Esta adquisición, por cierto, llega para el MNAC casi en el año en que se celebra el milenario de la consagración de la iglesia del monasterio de Sant Pere de Rodes: tuvo lugar en octubre de 1022.

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