Concha Martínez Barreto y la dificultad de decir

Presenta su primera muestra en la sala londinense Charlie Smith

Londres,

Nuestros habituales seguramente conocéis la producción inspirada en la memoria de la artista murciana Concha Martínez Barreto: se nutre de vivencias pasadas, susceptibles de ser evocadas desde la duda o la nostalgia, no para plantear su reconstrucción más o menos fiel sino para recordarnos lo que tiene de milagro su recuerdo; incide esta autora en que el tiempo no pasa en balde y deja huellas, pero también en que no hay forma de volver sobre nuestros pasos, porque nuestra propia identidad y nuestras relaciones serán más vulnerables cuanto más dependan de la rememoración y no del presente.

Reflexiona también sobre lo que nuestra memoria tiene de moldeable o selectiva (recordamos el pasado a nuestra medida, del mismo modo que elegimos subjetivamente cómo entender el presente) y sobre el poder del tiempo, que crea, destruye, transforma y también acaba trayendo, en último término y pese a nuestros esfuerzos, normalmente el olvido.

En España hemos podido contemplar su obra en Espacio Valverde y el Cuarto de Invitados (Madrid), El Butrón (Sevilla), La Conservera, la Fundación Cajamurcia, el Museo Carmen Thyssen de Málaga o la Galería Víctor Lope barcelonesa y ahora Martínez Barreto expone en Londres, en el que es su debut en la sala Charlie Smith.

Ha llevado allí “Letters I didn´t write”, un nuevo proyecto dedicado a emociones, heridas y palabras no dichas, a la dificultad de expresarnos, abordadas desde el tamiz del tiempo transcurrido y evocado. Su punto de partida han sido unas cartas escritas en 1943, por una madre que las dirigía a su hijo; la artista las ha reescrito para incorporar a ellas su propio relato desde un enfoque honesto y abierto, dejando a un lado cuestiones superficiales. Trabajar a partir de las palabras de otra persona (y de otro tiempo) le ha ha servido, además, para abordar las dificultades de legitimar la voz propia, cuando todas están sometidas a múltiples contaminaciones.

Concha Martínez Barreto. "Letters I didn´t write". Charlie Smith Londres
Concha Martínez Barreto. A letter to the son and a letter to the daughter, 2020

Su proceso de creación con estas cartas de hace casi ocho décadas se sitúa en la estela de su producción inspirada en fotografías anónimas: Martínez Barreto es autora de pinturas en las que unía en grupos personajes que aparecían aislados en esas imágenes, como si se les hubiera tardíamente convocado a un encuentro de una comunidad de solitarios en habitaciones o en paisajes que nos perturban, más que transmitirnos calma. Cada una de esas obras contiene un enigma, sus propios silencios, del mismo modo que estas últimas cartas ponen de manifiesto tensiones constantes a la hora de expresarnos, antes y ahora: entre el deseo de contar y la necesidad de silenciar.

Esa dificultad de comunicación personal subyace también en sus pinturas, donde las miradas no se cruzan, ciertos personajes llevan su atención fuera de escena, se aíslan… En último término, sus actitudes remiten a mundos, físicos y emocionales, ya perdidos; espacios que no pueden recuperarse pero que, de algún modo, son evocados en su ausencia.

En el centro del espacio de Charlie Smith, y en línea con el carácter autobiográfico de la mayor parte de su trabajo, presenta Martínez Barreto una escultura en madera de tilo que representa a un gorrión muerto con un tamaño similar al de una persona: lo ha concebido como un autorretrato y conviene recordar que la figura del pájaro se encuentra muy presente hasta ahora en su obra, como alimento de personajes que se lo comen, paseando por habitaciones como seres intrusos y ajenos al lugar o como testigos de ciertas escenas.

Concha Martínez Barreto. "Letters I didn´t write". Charlie Smith Londres
Concha Martínez Barreto. Bird, 2020

En casi todas las culturas las aves son símbolo de libertad o del regreso de la primavera; en este caso, su significado, dado por su posición, es más ambiguo: transmite fragilidad, y por sus ojos abiertos y humanizados sugiere además un cierto estado de latencia, como si se situara a medio camino entre la vida y la muerte. En el antiguo Egipto, los difuntos, como sabemos, también se representaban con los ojos abiertos, como si contemplaran su vida más allá.

De esta exposición también forman parte cuatro fotografías pertenecientes a la serie Estratos, elaboradas a partir de imágenes originales de la grieta de un glaciar, un túnel, una sesión de bondage o una lechuza comiéndose un ratón. Esos motivos han servido a la artista para hablarnos de vida y muerte, de frustraciones, miedos y heridas abiertas: de lo no cicatrizado.

Si Roland Barthes reflexionaba sobre fotografías y ausencias a partir de la evocación de imágenes de su madre y decía que la foto puede hacer volver hasta la conciencia amorosa y asustada la carta misma del Tiempo y Lacan afirmaba que todas las cartas, incluso las que no se han mandado, llegan, puede que estos trabajos de Barreto tengan mucho de mensajes por enviar, pese a las dificultades.

Concha Martínez Barreto. Sleeping Child, 2020
Concha Martínez Barreto. Sleeping Child, 2020
Concha Martínez Barreto. Sin título 32, 2020
Concha Martínez Barreto. Sin título 32, 2020

 

 

Concha Martínez Barreto. “Letters I didn´t write”

CHARLIE SMITH LONDON

336 Old Street, segunda planta

Londres  EC1V 9DR

Del 10 de diciembre de 2020 al 23 de enero de 2021

 

 

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