Su último proyecto lo han presentado en el IVAM (se llamaba Lost in translation y era un poema performativo con el que pretendían subrayar la necesidad de abrir los museos y espacios expositivos a narrativas distintas, a los asuntos que quedan en los intersticios) y ahora el dúo formado por Helena Cabello y Ana Carceller llega al Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles para continuar poniendo en cuestión las convenciones de los sistemas de representación.
En “Borrador para una exposición sin título”, proyecto que ya ha podido verse en el MARCO de Vigo y que ha sido comisariado por Manuel Segade, actual director del CA2M, han planteado una revisión de su trabajo de los últimos veinte años apuntando a los ejes de su labor de reflexión sobre la cultura visual hegemónica y a los enfoques desde los que la han desarrollado: los de las perspectivas de género, queer y decolonial, contrarias a las jerarquías sociales establecidas.
Desde sus comienzos la artista francesa y la madrileña se han servido de formatos diversos (fotografía, vídeo, instalación, acontecimientos participativos, conferencias y docencia) para proponer modelos de belleza y de exhibición artística alternativos alejados a los tópicos en torno a dominadores y dominados: sus exposiciones, y también la que hoy abren en Móstoles, son puestas en escena multiusos en las que los espectadores no asisten a una representación de experiencias sino a la puesta en práctica del concepto de Cabello y Carceller de la representación como experiencia en sí misma. Para ello suelen contar con la colaboración de agentes externos y actores a la hora de dar vida a las resistencias y divergencias frente a lo establecido en las que una y otra vez trabajan.
Los espectadores no asisten a una representación de experiencias sino a la puesta en práctica del concepto de Cabello y Carceller de la representación como experiencia en sí misma
Tras su participación en la última edición de la Bienal veneciana, esta exhibición es la primera que revisa su carrera, desde las “querellas” culturales de fines de la década de los ochenta, coincidiendo con su fase de formación por separado (comenzaron a trabajar juntas a principios de los noventa), hasta los últimos años de cierta convulsión social que también han inspirado al colectivo.
Como podíamos esperar, la presentación no atiende a criterios cronológicos, sino que posibilita diálogos originales: unos y otros momentos de su trayectoria se superponen, de modo que no observamos una evolución lineal de su obra sino un compendio en el que las lecturas de trabajos pasados complementan, y a veces dan sentido, a las de los recientes.
Forma parte del proyecto una sala de lectura en la que podremos consultar bibliografía y documentación; este aspecto es ya común en muchas exposiciones pero en las de Cabello y Carceller cuenta con una connotación propia: persigue que los espectadores no sean meros contempladores, ni siquiera contempladores implicados, sino lectores dispuestos a “perder” (o ganar) en el museo el tiempo necesario para desviarse una y otra vez por múltiples caminos posibles, no solo uno.
El montaje de las propuestas ha buscado que conformen un dispositivo de representación: un espacio teatralizado basado en la repetición, la mismidad y el juego de dobles, recursos permanentemente presentes en la producción de estas autoras.
Entrarán en conexión proyectos antiguos que explican su construcción como artistas con los dedicados a explicar su concepción de las políticas drag (el Archivo Drag Models) y se proyectarán The End (después y antes) y el interesante Libre producción de sentido, un vídeo que registró precisamente la destrucción, por parte de Cabello/Carceller en la Bienal de Bucarest, de las fotografías enmarcadas del Archivo Drag Models, poniendo de relieve la importancia en muchas obras de arte del proceso construcción-destrucción-reconstrucción.
También podremos ver su serie fotográfica de piscinas vacías Sin título (Utopía), la instalación Suite Rivolta. Una propuesta estética para la acción, con su grafitti blanco sobre blanco y sus referencias a González-Torres y una versión actualizada del Come y calla que se presentó en el Círculo de Bellas Artes en 1993: polaroids en las que han retratado a las limpiadoras de MARCO y el CA2M ligando género y puestos subalternos.
No solo en las salas expositivas discurre esta muestra: visitad la cafetería y la biblioteca.
“Borrador para una exposición sin título (cap.II). Cabello/Carceller”
Avenida de la Constitución, 23
28931 Móstoles
Del 20 de enero al 7 de mayo de 2017
