La obra de Bruce Davidson es imagen de su tiempo y de su gente: revela su relación con los modelos y con la realidad que los rodea y su sistema de valores humanista, por encima de su estilo y de los temas que ha cultivado, que, dentro de su diversidad, mantienen la coherencia con su propósito de fondo: acercarse a quienes casi nadie solemos ver y en los momentos en que más desapercibidos pueden pasarnos. El barrio de Harlem fue uno de sus escenarios predilectos.
Nacido en Illinois en 1933 y formado en fotografía en el Rochester Institute of Technology y en la Universidad de Yale, Davidson comenzó a trabajar en los cincuenta y, además de fotógrafo, fue pintor, acuarelista y grabador. Su vocación fue temprana: en su infancia, su madre le construyó un cuarto oscuro en el sótano para que desarrollara su afición a la fotografía y de un fotógrafo local de Oak Park, donde nació, aprendió los rudimentos fundamentales del medio y los principios básicos de la iluminación.
El fruto de sus largos paseos callejeros y de su observación atenta de las personas lo plasmó, siendo adolescente, en la serie Chicago, y de hecho su primer premio de fotografía lo obtuvo con solo dieciséis años. Sabemos también que en Yale nada menos que Josef Albers le aconsejó dejar a un lado la sentimentalidad de sus imágenes, y también llegó a conocer a Cartier-Bresson, que le ofreció sus consejos en París.
Es complicado encontrar un eje que defina temáticamente la producción de Davidson, sus imágenes de pandillas urbanas, del metro, de quienes marcaron el latido urbano de Nueva York… pero probablemente este sea el carácter de transición de un lugar a otro, de una fase vital a otra, de sus modelos, profundamente humanizados. Muchos de ellos son jóvenes en su camino hacia la vida adulta, personas con sus emociones y luchas que buscan certezas o asideros. Es muy fácil empatizar con ellos; de hecho, es posible interpretarlos como símbolo de situaciones y etapas humanas comunes a cualquiera. Él mismo se ha definido a veces como fotógrafo humanista.
Trabajó tanto en interiores como la vida en la calle, cuidando con gran mimo la iluminación de los distintos ambientes, y siempre miró a sus figuras desde una dignidad que el espectador percibe con claridad.
Ese respeto explica que, pese a que sus imágenes parezcan desbordar espontaneidad, no estén tomadas sin pedir previo permiso a sus protagonistas; siempre son fruto del acuerdo. Podemos interpretarlas mejor desde una visión de conjunto que examinándolas individualmente: no responden a un estilo concreto sino a una visión de su entorno y de lo real, por lo que la reiteración y la yuxtaposición de temas y personajes nos permite, en mayor medida que rasgos técnicos determinados, atrapar la esencia de su trabajo.
DEL HOMBRE A LA NATURALEZA
Desde el 28 de mayo y hasta el 28 de agosto, la Fundación MAPFRE mostrará en Barcelona una selección de doce de fragmentos de sus series más representativas en colaboración con la agencia Magnum. Serán Los Wall, La viuda de Montmartre, El enano, Bandas de Brooklyn, Inglaterra/Escocia, Tiempo de cambio, Años de viajes (habrá también fotos españolas), Calle 100 Este, Cafetería Garden, Metro de Nueva York, Central Park y Naturaleza de París/Naturaleza de Los Ángeles, estos últimos recientes, por lo que la exposición supondrá una oportunidad de conocerlos.
Bandas de Brooklyn (1959) recopila las instantáneas que Davidson realizó a los integrantes de una banda callejera, pero no de sus peleas, sino de las tensiones emocionales de las que son objeto y de los problemas de abuso y abandono que padecen.
Para Calle 100 Este (1966-1968), se adentró en Spanish Harlem, la zona más deprimida de Nueva York durante los años sesenta, para fotografiar una manzana de este barrio. Día tras día durante dos años, retrató a niños y adultos y se adentró en sus viviendas para mostrar la realidad de la vida cotidiana de negros y latinos que permanecían invisibles para el mundo exterior. La serie fue expuesta en 1970 en el MoMA (Nueva York).
En Tiempo de cambio, serie realizada entre 1961 y 1965, se incluyen las fotografías tomadas durante aquellos años, en los que la lucha por los derechos civiles supuso un periodo histórico convulso que Davidson vivió en primera persona y desde el compromiso. Tiene gran valor histórico.
Para Los Wall (1955) fotografió la vida de esta familia a la que conoció mientras realizaba el servicio militar en Arizona; para La viuda de Montmartre (1956) retrata a Margaret Fauché, viuda de Léon Fauché, un pintor impresionista de segunda y El enano, (1958), realizada en el circo Clyde Beatty y centrada especialmente en la vida de Jimmy Armstrong, un payaso enano y hombre para todo en el circo. En estas obras refleja el sentimiento de soledad y aislamiento en el que viven.
Para Inglaterra/Escocia, por su parte Davidson fotografió todos los estratos de la sociedad británica, sea en retratos individuales identificativos de sus profesiones o más genéricos, y en Años de viajes, Italia, México, Chicago, Los Ángeles, Gales, y España, realizada en 1961-1965, destacan las imágenes que tomó el artista en Málaga y Almería durante el rodaje de la película Mando perdido.
Continúa la muestra con los grupos Cafetería Garden, (1973-1976), creada mientras Bruce Davidson realizaba un documental sobre el escritor Isaac Bashevis Singer, y Metro de Nueva York (1980), que destaca por ser una serie que nada tiene que ver con otros trabajos realizados anteriormente en el metro neoyorkino. Para Central Park, (1992-1995) el artista exploró este lugar con la ambición del naturalista. Fotografió árboles, animales y personas, tanto los visitantes como a los sintecho que se refugiaban allí. Davidson visitó el parque a diario durante estos años, de día o de noche y en todas las estaciones del año, realizando un completo registro visual y metafórico de este microcosmos que es Central Park.
Finalizan el recorrido las citadas series Nature of Paris (2005-2006) y Nature of Los Angeles (2008-2013), centradas en el tema de la naturaleza.
La muestra viajará en septiembre a Madrid, y más tarde al Nederlands Fotomuseum de Róterdam y a CAMERA, Centro Italiano per la Fotografía de Turín.
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