Sangre, oro y la dificultad del tacto

Ana Adam, Nona Inescu, Emilio Rojas y Larisa Sitar exponen en JosédelaFuente

Santander,

Diana Marincu comisaría, hasta septiembre en la Galería JosédelaFuente de Santander, “Blood, Stop, Space, Gold”, una muestra colectiva que tiene como eje al cuerpo, entendido este como objeto de procesos continuos de negociación y construcción, como ente que es permanentemente reinventado, que genera proyecciones y rechazos, que se adapta a personalidades o se identifica con ellas: en suma, como materia fluida que se presta, asimismo, a convertirse en el centro de discursos relativos al género y la sexualidad y a las distancias y cercanías entre lo privado y lo público.

Nona Ionescu. Lithosomes
Nona Ionescu. Lithosomes

Una de las artistas participantes, Nona Ionescu, entiende que vivimos hoy en una crisis de contacto, no necesariamente físico (que también); en una etapa de escasez de empatía: Como miembros de esta sociedad, quizás la tarea más difícil a la que nos enfrentamos diariamente es la de tocarnos – ya sea contacto físico, moral, emocional o imaginario. En Santander presenta un vídeo en el que asocia ese contacto a nuestra esencia humana, dada su importancia para vertebrar intimidades y relaciones con el entorno. Se titula Where touch begins, we are, y plantea, precisamente, que el tacto es esencial a la hora de enlazar a los individuos con los ambientes y personas que les son más próximos.

Ana Adam en "Blood, Stop, Space, Gold", en la Galería JosédelaFuente
Ana Adam en “Blood, Stop, Space, Gold”, en la Galería JosédelaFuente
Ana Adam en "Blood, Stop, Space, Gold", en la Galería JosédelaFuente
Ana Adam en “Blood, Stop, Space, Gold”, en la Galería JosédelaFuente

Ana Adam, por su parte, exhibe en JosédelaFuente dibujos: considera el papel su herramienta para representar el halo invisible de energía que se deriva de nuestras acciones. La propia artista es a la vez autora y modelo en esas obras, creadora y personaje. Partiendo de un procedimiento semejante, en parte, trabaja Larisa Sitar: ella fragmenta su identidad en diversas historias ficticias, plurales en esencia, que presenta en collages digitales que tienen las relaciones e interacciones humanas como tema fundamental.

Por último, Emilio Rojas, el más joven de los aquí representados, que viene centrando su obra multidisciplinar en lo que el arte puede tener de catarsis, ha dispuesto en la galería un terciopelo rojo a modo de herida abierta. Entiende la tela, y su color, como herramientas críticas que le invitan, a él, a reflexionar sobre neocolonización y explotación, y al público, a adoptar una actitud concreta, a reaccionar. En este punto enlaza su proyecto con la instalación hecha de jabones que también presenta la rumana Ana Adam: contienen mensajes internos, pero a su vez los lavan, restándoles carga emocional.

A lo largo de la exposición se hace presente otra dualidad, en relación con el tacto: la que enlaza exposición y ocultación, conocimiento y sensibilidad. Decía Saara Hacklin, en To Touch and Be Touched: Affective, Immersive and Critical Contemporary Art?, que como concepto, el tacto es ambivalente: es más íntimo que la vista, que ha sido la metáfora tradicional del conocimiento en el pensamiento occidental, y a pesar de esto, tocar es también captar o comprender.

Vista general de "Blood, Stop, Space, Gold"
Vista general de “Blood, Stop, Space, Gold”

 

 

“Blood, Stop, Space, Gold”

GALERÍA JOSÉDELAFUENTE

c/ Daoiz y Velarde, 26

Santander

Del 8 de junio al 8 de septiembre de 2018

 

 

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