De Altamiras y NFTs: las otras caras españolas en Venecia

La 59ª edición de su Bienal comienza el próximo fin de semana

Venecia,

Solo faltan dos días para que comience la 59ª edición de la Bienal de Venecia, en la que Ignasi Aballí ofrecerá en el Pabellón español un proyecto arquitectónico, conceptual y depurado, Corrección, que desdibujara los espacios expositivos al tratar… de corregir su orientación.

La participación española en la cita se completará con la presentación, en la muestra “The milk of dreams” del Arsenale, comisariada por Cecilia Alemani, de trabajos de June Crespo y Teresa Solar; la primera nos enseñará piezas que suponen una evolución en su serie Helmets (2020), compuesta por torsos de materiales industriales, mientras la madrileña llevará a Italia tres grandes esculturas inspiradas en animales y formas de vida prehistóricas. Esa exhibición, propuesta principal de la Bienal, tendrá como ejes las nociones de transición, hibridación y metamorfosis; su título parte, de hecho, de un libro escrito e ilustrado por Leonora Carrington y poblado de ensoñaciones y criaturas mutantes.

Habrá más: en el marco de los Eventos Colaterales de la muestra y en el Palazzo Dona, Ruth Gómez, Nuria Mora, Daniel Muñoz y Sixe Paredes participarán en la exposición “With Hands Signs Grow”, que organizan la Fundación Odalys y Signum Foundation, con el apoyo del Museo Reina Sofía y el Centro de Investigación Altamira, y que ha comisariado Alfonso de la Torre. Estos cuatro jóvenes artistas comparten atención a los espacios públicos y a los soportes arquitectónicos, aunque cultiven también y sobre todo la pintura y el dibujo, y en esta ocasión mostrarán trabajos que proponen lazos entre las creaciones paleolíticas y los medios digitales o las grandes ciudades.

Ruth Gómez. Caves, 2022
Ruth Gómez. Caves, 2022

Tomando como punto de partida justamente Altamira, cada uno de ellos se ha centrado en una estancia del Palazzo, desarrollando propuestas instalativas para las paredes, suelos y ventanas de este edificio cuyo origen data del siglo XIV. Ruth Gómez presenta Caves, un gran conjunto mural que, basándose en la síntesis y abstracción de las imágenes paleolíticas, profundiza en la vertiente menos contaminada (y más ancestral) de los procesos creativos. Se ha propuesto la vallisoletana representar aquello que fue vital para las sociedades prehistóricas: la madre Tierra, los animales y nociones como la fertilidad y la espiritualidad a partir de pigmentos minerales y naturales, tinta china hecha con hollín, resina, carbón, grafito, yeso o arcilla, que utiliza con pinceles e, incluso, con sus manos sobre papeles de algodón. Ha conjugado esas técnicas con imágenes adhesivas para dar lugar a una vasta representación de ecos reales y ficticios.

La propuesta de Nuria Mora se titula XYZ-Transcending Physical Limits y consiste en una pieza bidimensional que se compone de diversos lienzos dispuestos en tres ejes (x, y, z), que simulan el descubrimiento paulatino de la cueva cántabra. A partir de una pieza inicial sin desplegar —en formato cuadrado y con lienzos de lino—, su obra se abre a modo de políptico en distintas fases, pasando de los colores negro, ocre y rojo (empleados en Altamira) a la paleta de la artista. Así, las tonalidades devienen aquí excusas para profundizar en la evolución de la especie humana, mientras que el propio espacio tridimensional generado emula la importancia de Altamira como lugar de reunión.

Nuria Mora. XYZ-Transcending Physical Limits, 2022
Nuria Mora. XYZ-Transcending Physical Limits, 2022

En cuanto al cacereño Daniel Muñoz, que viene centrando su creación en el arte mural y abordando las posibilidades individuales de transformar entornos, presenta en Venecia Drag image, propuesta en la que reflexiona sobre el poder de la imagen como elemento de construcción del espacio social y sobre los referentes históricos que evidencian la importancia del dibujo sobre piedra como uno de los primeros lenguajes de la humanidad, incluso constructores de esta. Incide así en que, desde el Paleolítico, la unión de dibujo y arquitectura ha tenido mucho que ver con la cohesión social.

Por último, el barcelonés Sixe Paredes expondrá en el Palazzo Dona un doble trabajo: por un lado, Paleolithic futurism, de nuevo un proyecto mural que remite a la labor de los antiguos maestros prehistóricos en las cavidades de las cuevas, valiéndose de un lenguaje imbricado en las dimensiones y direcciones de ese espacio, y por otro un ensamblaje telar diseñado específicamente para la ocasión.

Las obras de los cuatro se completarán con una proyección y una pieza múltiple y previsiblemente itinerarán después a otros espacios, como el propio Museo de Altamira.

Sixe Paredes. Paleolithic Futurism, 2021
Sixe Paredes. Paleolithic Futurism, 2021

Además, Marina Núñez y Miguel Soler-Roig formarán parte de los más de veinte artistas internacionales que expondrán en Venecia en el marco de las propuestas de Camerún, país que se incorpora a la Bienal por vez primera. Se desplegarán en dos espacios: el primero, que acogerá piezas físicas, en el claustro que alberga la Escuela de Arte Guggenheim y el segundo, destinado a NFTs, en el Palazzo Ca’ Bernardo.

En su conjunto, el proyecto camerunés llevará por título El tiempo de las quimeras, fomentará el diálogo de autores propios e internacionales a partir de la historia de aquel país y ha sido comisariado por Sandro Orlandi Stagl y Paul Emmanuel Loga Mahop.

Los trabajos de Núñez y Soler-Roig enlazarán con ese análisis de lo híbrido en que se centrará la exhibición central de la Bienal: obras mutantes dedicadas a cuerpos definidos tanto por la naturaleza como por la tecnología. Núñez exhibe el vídeo monocanal Sin piel, donde se proyectan mujeres que no conviven plácidamente con la suya: su epidermis se nos presenta como armadura pero también como prisión, de la que han de librarse para expandirse, abrirse a sus posibilidades de metamorfosis; para fluir.

Plantea la artista el carácter paradójico del considerado como nuestro mayor órgano: implica a su vez protección y vulnerabilidad, pero esta última no ha de entenderse como flaqueza, sino como opción de libertad y empatía: la conciencia de que no somos del todo seres autónomos ni acabados podría servirnos para poner en cuestión nuestra tendencia al control, desafiar nuestras defensas y llevarnos a mantener relaciones más abiertas e incluso simbióticas con otros.

Según Núñez, en este trabajo la piel de las mujeres no encuentra sosiego, y su desgarro, si bien incrementa el dramatismo, es una crisis necesaria, que permite que surja de su interior un flujo de partículas de resonancias cósmicas, como constelaciones que desbordan la forma humana para explorar y crear nuevos mundos.

Marina Núñez. Sin piel
Marina Núñez. Sin piel

En cuanto a Soler-Roig, muestra en Venecia la serie de vídeos La distorsión de las quimeras, en los que vuelve a reivindicar la potencia de la imaginación a la hora de tejer mitos en los que tienen cabida la anomalía y lo imposible. Siempre ha interesado a este artista indagar en sus orígenes y en los datos que de ellos hemos recibido, planteando hasta qué punto esa información puede haber sido mediatizada por sueños y subjetividades, distorsiones a las que alude por la vía de solarizaciones fotográficas, mostrando versiones cambiantes –en positivo y negativo– de mujeres poderosas que asocia a los cuatro elementos. En este sentido, se inspira en las ideas de Gaston Bachelard, quien estableció una ley que articulaba las diversas imaginaciones materiales en función de su relación con el fuego, el aire, el agua o la tierra.

Este trabajo lo llevó a cabo justamente en Creta, dado el peso de la cultura minoica en la antigua mitología griega: se trata de cuatro grabaciones de un minuto de duración cuyas imágenes parecen transformarse orgánicamente según inciden agua, tierra, viento y fuego sobre cuatro heroínas y sobre las atmósferas en que se presentan. En la perspectiva de este autor, los NFTs pueden considerarse en sí mismos quimeras –el culmen de la imaginación manifestada afrontando toda su dificultad – y el artista una especie de héroe de nuestro tiempo, quien posibilita a estas criaturas femeninas continuar viviendo, cambiar y potenciarse al ritmo, igualmente ondulante, de esos cuatro elementos.

Miguel Soler-Roig. La distorsión de las quimeras
Miguel Soler-Roig. La distorsión de las quimeras

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