BERNARDÍ ROIG. POETS (99 hombres y una mujer barbuda)
GALERÍA MAX ESTRELLA
C/ Santo Tomé, 6, patio
Madrid
Del 30 de mayo al 18 de julio de 2015
La Galería Max Estrella también se suma, a partir del 30 de mayo, a la programación de PHotoEspaña. Lo hará mostrando la continuación por parte de Bernardí Roig del proyecto Walking on faces, que el artista presentó en 2012 en la Lonja de Palma de Mallorca cubriendo por completo el suelo de este edificio gótico con casi 2000 retratos.
En la sala madrileña, Roig nos mostrará “POETS (99 hombres y una mujer barbuda)”, una exhibición de fotografías recientes que tienen un valor escultórico y también una vertiente teatral, porque el creador mallorquín parece buscar aquí actores para un drama aún por escribir, en este caso personajes por la mayoría conocidos que forman parte de la trayectoria vital y artística de Bernadí y que asumen aquí una nueva identidad.
Las piezas propiamente escultóricas que Roig ha desarrollado hasta ahora se han elaborado a partir de moldes de escayola con las formas de individuos del entorno personal del artista que, tras positivarse, debían funcionar como esculturas blancas que representasen variados papeles dentro del gran teatro de apariencias que viene siendo para este creador cualquier exposición, y el proceso de creación de las fotos que ahora exhibe en Max Estrella resulta, en parte, análogo a ese.
Aquí Bernardí no ha obtenido sus imágenes de la duplicación producida por el contacto directo de la materia (escayola) con el rostro de un sujeto de la que deriva un molde o matriz de semejanza que después es positivado para obtener una copia o forma sensible de la apariencia, sino que, en el proceso instantáneo de la Polaroid, podemos identificar el molde con la película fotosensible que se introduce en la cámara y que, cuando se abre al diafragma, atrapa la luz y la imagen.
La captura, equiparable al molde de lo real, sólo es visible tras positivarse gracias a un reactivo químico.
Los cien aparecen dispuestos frente a espejos que les devuelven, con crudeza y sin piedades, su rostro y su expresión
Tanto en el caso de las esculturas de Roig como en el del centenar de imágenes que conforman “POETS”, la imagen obtenida no es propiamente una imitación, al menos en el sentido usual de este término. La semejanza instituida como mecanismo de duplicación táctil en los trabajos en dos dimensiones tiene, en el caso de sus imágenes, el valor de una retórica de duplicación óptica. El resultado, en ambos medios, es el mismo: hacer las ausencias presentes.
En Max Estrella nos espera una galería de cien retratos: 99 masculinos y uno de una mujer barbuda –su esposa, Silvia, a la que masculiniza con ese rasgo-. Todos están protagonizados por figuras tan reconocibles como austeras y sin atributos hasta el punto de parecer atrapadas en el “instante decisivo” de su presencia renacida de la desaparición; lo notamos sobre todo en los rostros.
Los elegidos por Roig como modelos son escritores, críticos de arte, profesores, coleccionistas, galeristas, directores de museos, filósofos, poetas, un fotógrafo y un antiguo legionario (Agustín Fernández Mallo, Enrique Vila-Matas, Fernando Castro Flórez, Miguel Zugaza o Manuel Borja-Villel…) que se nos presentan sin sus instrumentos de trabajo, en un estado de aparente pobreza o despojamiento. La impresión común (abstrayéndonos de la identificación de cada uno de los modelos) es que se trata de poetas ermitaños y que todos son personajes de un drama cuya trama desconocemos.
Los cien aparecen dispuestos frente a espejos que les devuelven, con crudeza y sin piedades, su rostro y su expresión.
Estos trabajos, realizados con una vieja cámara alemana de los años veinte, sin digitalización, mantienen el estilo minimalista y el fondo conceptual de la anterior producción de Roig, su interés por la representación de la figura humana como sujeto físico y emocional y su reflexión sobre el deseo, el aislamiento o el erotismo.
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