Zurbarán, Francisco de

Fuente de Cantos, Badajoz, 1598 - Madrid, 1664 Pintor español.


Representante fundamental del barroco. Según Palomino, se forma con un discípulo de Luis de Morales y en el taller sevillano de Pedro Díaz de Villanueva entre 1614 y 1617 donde adquiere algunos rasgos característicos de su obra especialmente la voluntad de definir claramente los volúmenes. En 1628 contrata uno de sus ciclos pictóricos más importantes para el Convento de la Merced en Sevilla; obra tenebrista en la que explota con gran maestría la blancura de los hábitos. En 1634 se encuentra en Madrid decorando el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. El acceso a la nueva pintura de Velázquez y a la de artistas próximos a Vicente Carducho y Maino, le hacen interesarse por obras más coloristas y luminosas. Pintor por excelencia de ciclos monásticos, combina un austero naturalismo con una intensidad mística que hacen de él el pintor ideal de la Contrarreforma. Gran exportador de obras a Latinoamérica, en 1650 percibe una relativa pérdida de clientela, debido a la incursión de Murillo en el panorama artístico sevillano. Cerrado su taller y coincidiendo con la muerte de su hijo Juan por la peste, en 1658 se instala en Madrid, donde vuelve a tomar contacto con Velázquez y estudiar el renacimiento italiano de la colecciones reales. Sus obras son normalmente en formato mediano y de tema intimista, encargos para la devoción privada de su nueva clientela, y estilísticamente aclara los fondos, opta por tonalidades medias, luces doradas y factura vaporosa. Despreciado estos últimos años por la crítica que los apreciaba como un “amurillamiento”, gracias a las grandes retrospectivas realizadas en 1987 en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York y Grand Palais de París, y en 1988 en el Museo del Prado, se realiza una revisión científica del periodo, dándole el valor adecuado y destacando el atemperamiento de un pintor ya maduro.

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