Se forma en Sicilia y en la ciudad de Nápoles, donde adquiere su conocimiento de las técnicas nórdicas de Jan van Eyck, influencia que se advierten en toda su obra junto con la de Piero della Francesca. Desde sus comienzos sabe combinar la reproducción fiel de la naturaleza, con una sensación espacial muy acentuada, desarrollando un lenguaje pictórico basado en formas geométricas esenciales de característico modelado escultural y en una perspectiva rigurosa. Algunas obras importantes son: San Jerónimo en su estudio (1474), National Gallery, Londres y Crucifixión (1475), Museos Reales de Bellas Artes, Amberes. Su mayor aportación es la introducción de la técnica del óleo en la pintura italiana. Influye considerablemente en los pintores venecianos y en Giovanni Bellini.