Iniciador de una de las dinastías de artistas más importantes del siglo XIX. Se forma con Gregorio Ferro en la Academia de Bellas Artes de Madrid y con Jacques – Louis David en París a partir de 1803. Introduce en España el Neoclasicismo de su maestro, al que aplica un cromatismo propio de la tradición española, sobretodo de Velázquez. Durante el periodo napoleónico marcha a Roma donde realiza varios cuadros de historia, mostrando sus dotes de dibujante y su habilidad para componer escenas. En 1819 regresa a España y es nombrado pintor de cámara y académico de San Fernando. Apreciado por su obra retratística, crea una escuela continuada a lo largo del siglo. Pinta retratos de todo tipo siendo los más familiares y menos ampulosos, los que mejor muestran un carácter intimista y romántico. Su influencia es favorecida por su labor de gestor y organizador, recibiendo, en 1823, el encargo de reestructurar la enseñanza de las Bellas Artes en la Academia siguiendo el modelo francés.