Voluspa Jarpa nació en 1971 en la ciudad chilena de Rancagua, en la capital de su país continúa residiendo y viene dedicando su trabajo al estudio de las narrativas subyacentes en documentos de archivos desclasificados que en otro tiempo fueron secretos, como los vinculados a la Guerra Fría hasta los ochenta; también de otro tipo de fuentes que no han sido objeto de secretismos, pero que sí remiten a un pasado incómodo, como publicaciones relativas a la histeria donde esta se asociaba a múltiples clichés, panfletos decimonónicos claramente misóginos o textos ligados a la exposición de personas negras en zoológicos.
De estos archivos revelados, tanto visuales como documentales, a Jarpa le interesa entender los modos en que se construyen posturas hegemónicas mientras otras quedan subyugadas, atendiendo a cuestiones de género, clase y raza y a su imaginario político y simbólico; en definitiva, profundiza en la naturaleza del archivo, también en su sentido material, su capacidad para contener memoria e incluso trauma.
Hasta el próximo 23 de noviembre, Jarpa presenta en la galería La Oficina de Madrid el proyecto “Política de las formas”: en esta ocasión ha partido del material desclasificado en Estados Unidos en relación con el golpe de estado que desbancó a Allende en Chile en 1973 y subraya la importancia del soporte, y la articulación en él de los textos, a la hora de efectuar sus lecturas; explora tanto o más que lo fehacientemente escrito aquello que quedó vacío o no puede leerse, y tanto como lo claro o lo borrado, una noción de archivo que no equipara a este con un dispositivo de extracción, ni con un medio vehicular, sino que le concede valor por sí mismo, por su propia fisicidad. Pueda o no ser leído y especialmente si no lo es: si está inscrito en él lo que, pese a ello, no podrá relatarse.
Fue justamente a raíz de conocer esa documentación ligada a la contemporaneidad chilena, cuya desclasificación tuvo lugar durante el gobierno de Bill Clinton, cuando Jarpa comenzó a trabajar en torno a esas tachaduras, muy numerosas y extensas, que ocultaban contenidos seguramente comprometedores que quizá nunca salgan a la luz; en sus palabras: Muchos de estos documentos estaban tachados —párrafos y páginas completas borradas con líneas y bloques negros-. Me conmoví por esa información borrada y, a su vez, por la Historia de Chile, aquella que sentí pequeña e insignificante desde esa borradura.
Lo proscrito y no mostrado implica para la artista una forma de violencia, al dejar cercenados fragmentos de historia, y adquiere, paradójicamente por eso, un sentido afirmativo, un rol de evidencia de la censura, de la opacidad y de cómo estos intentos de silencio también escriben los relatos del pasado y se insertan en ellos. Las lagunas del ayer serían partes indisociables y significativas de este, no a pesar de su carácter vedado sino precisamente por él.
Esas bandas negras, que se aprecian nítidamente sobre los textos sí desvelados, y que son intrínsecas a cualquier documento y archivo, no constituyen en sus composiciones obstáculos, sino signos por desmenuzar: remiten a contextos de vigilancia, al modo en que se articulan los estados de excepción y las tramas de la historia, a la existencia de permisos para narrar. Son pistas y ella ha elegido llevarlas por terrenos estéticos y políticos: por su linealidad depurada y su negritud las ha vinculado con el minimalismo, en su origen remiten a la intervención estadounidense en aquel golpe de Estado, y uno y otro campo se asocian en la que llama la política de la forma. Esos documentos desclasificados vendrían así a enlazarse con un arte que les era cercano en el tiempo: el de Frank Stella o Donald Judd, formulando una continuidad inédita entre una y otra esfera; en los planteamientos de esta exhibición en la Oficina, una “complicidad de época”.
Es esta una manera, asimismo, de interpretar lo ilegible sin caer en el intento de desciframiento ni en la imaginación, solo en los vínculos elocuentes, potencialmente más expresivos que el documento per se. Logra así esta autora chilena convertir en fuentes productivas la censura y la destrucción: el principio de un movimiento nuevo.
Voluspa Jarpa. “Política de las formas”
C/ Morenés Arteaga, 9
Madrid
Del 14 de septiembre al 23 de noviembre de 2024
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