Virtuosismo y teatralidad

UU, una muestra que analiza el proceso por el que el gran artista italiano y los escultores que trabajaron en Roma contemporáneamente a él transformaron el retrato de busto en un género artístico independiente e innovador, imprimiendo la presencia y la personalidad de sus modelos a la piedra inerte con gran realismo y maestría técnica. Organizada en colaboración con la National Gallery of Canada, la exhibición “Bernini and the Birth of Baroque Portrait Sculpture” reúne cerca de 60 trabajos, entre esculturas, pinturas y dibujos elaborados por el genial creador y procedentes de instituciones públicas y privadas. Este pintor, arquitecto y escultor napolitano representa la quinta esencia de la energía, la exuberancia y el dinamismo característicos del Barroco, combinados con una sutil observación de los rasgos físicos y psicológicos de los personajes que retrató. En la exposición que desde ayer podemos contemplar en Los Ángeles figuran algunas de sus piezas más destacadas, como el Busto de Constanza Bonarelli que Wittkower calificaría como una de las obras señeras de la historia del arte de todos los tiempos o diversas figuras a gran escala que realizó por encargo de la Familia Barberini en Roma o de los monarcas más poderosos de la época: Luis XIV de Francia y Carlos I de Inglaterra. Para ellos creó Bernini un arte absoluto, heroico y ostentoso, fiel reflejo de las pretensiones de sus mecenas.

Bernini
Retrato de Costanza Bonarelli, 1636-1638