Veva Linaza y los lados de los árboles

Sus últimos paisajes los exhibe la Galería José Manuel Lumbreras

Bilbao,

Hace ya un par de años pasó por nuestros Fichados Veva Linaza, artista bilbaína que ha investigado lo que la pintura tiene de corpóreo y también ha manejado una noción muy personal del paisaje, abordándolo desde el color y el gesto y estudiando hasta dónde estos le dejarán llegar.

La naturaleza le sirve como punto de partida para profundizar en las esencias de esa disciplina pictórica, incluso de la mirada, pero su propia actividad creativa, a su vez, también le aporta nuevos modos de acercarse al paisaje. En sus procesos, intuitivos, da pasos hacia delante y hacia detrás; nos lo explicaba: El paisaje, su redefinición e interpretación han sido una constante en mi investigación artística. Lo utilizo como herramienta para tratar de entender qué es la pintura, aunque a estas alturas no sabría decir si es en realidad la pintura la que me ayuda a entender el paisaje. Me gusta la idea de Elie Faure cuando dice que hay pintores que pasan la vida mirando al suelo y otros escrutando el horizonte. Así lo percibió una vez, al analizar las obras de Courbet y Puvis de Chavannes. Pintor enfangado el primero, etéreo el segundo; como si el peso de los colores del barro de uno retuviese la fuga del sutil vuelo del otro.

El paisaje es un concepto que me ayuda a pensar en esto. Me ayuda a mirar como el pájaro y a arrastrarme como el reptil. A tensar el color hasta ese momento en que ya no puede subir más y la cuerda tira hacia abajo. Para mí, la pintura es un poco eso, un proceso de acumulación, de intensificaciones que, como en una alegoría, no implica un pensamiento lineal, sino en zigzag. Hacia atrás y hacia adelante. Algunos gestos se asientan, otros se desdibujan. Muchos vuelan y acaban desapareciendo. Decir que pintar un cuadro es un proceso de acumulación es tratar de ser consciente de hasta dónde puedes llegar al decir eso. Saber hasta dónde puede ir una, con eso del color. Hasta dónde, con eso del gesto. Hasta dónde puede hacerse cuerpo la pintura. Precisamente esta inquietud es la que está guiando mi trabajo en los últimos años.

Le interesa de la pintura, como vemos, lo sólido y lo etéreo; también en qué medida se hacen presente en ella las ausencias: Quiero confrontar esa acumulación temporal alegórica al deseo del cuerpo en pintura; evidenciar el peso material y al mismo tiempo lo fugaz de la misma, planteando cómo, de algún modo, al igual que en la alegoría, su cuerpo se va construyendo en base a lo que no está, a lo que se lleva consigo. Pienso que hay algo de extemporáneo en la pintura, algo que continuamente escapa a esa acumulación y que hace que volvamos una y otra vez en su busca. Cuando pinto no pienso en esto, pero luego, cuando acabo una sesión y observo lo que ha pasado, intuyo algo así… algo que siempre se me escapa…

El paisaje me ayuda a mirar como el pájaro y a arrastrarme como el reptil.

Veva Linaza. Malakate, 2022
Veva Linaza. Malakate, 2022

Hasta el próximo 22 de julio, Linaza presenta en la Galería José Manuel Lumbreras de Bilbao la muestra “Tres árboles de espaldas”, en la que nuevamente se sumerge en el paisaje para estudiar cómo se hace presente en la pintura de nuestro tiempo. Entremezclando y tratando como entidades análogas las nociones del arte y de esa naturaleza tamizada por nuestra mirada, ha planteado las telas que forman parte de esta exhibición como espacios de temporalidad que van más allá de la representación para incidir en los caminos previos. Bucea en la noción de naturaleza-proceso, esto es, de la naturaleza como cuerpo, en la que la pintura también es agente y no solo receptor del volcado pasivo del trabajo del artífice; en sus palabras, no se utiliza como herramienta representacional ni expresiva, sino como entidad presentada desde la potencialidad significativa de su gesto.

El título de la exhibición lo ha tomado de un fragmento del ensayo Pensar entre imágenes, de Godard, en el que el cineasta reflexionaba justamente sobre paisajes: explicaba que, tomada la decisión de filmar a quien se ama, es mejor hacerlo primero de espaldas, y que, si sin embargo se elige el rostro, es mejor permitir al espectador imaginar… que también tiene trasera. Afirmaba, asimismo, que introducir el paisaje en sus películas le permitía pensar de otra manera, cuestionándose, por ejemplo, la relación entre frente y espalda en un árbol o si es posible filmar uno por detrás.

Aquellos pensamientos podremos evocarlos ante la hilera de troncos de Getxo, la ciudad donde vive, que Veva ha plasmado en varias de las obras expuestas: este motivo cercano le ha servido para cuestionarse si es posible hoy continuar mirando el entorno natural desde la tradición pictórica occidental, que nos enseñó a mirar en la distancia. El proyecto se completa con una publicación que la artista ha editado en colaboración con el Ayuntamiento de esa localidad.

Veva Linaza. Paisaje al viento, 2022
Veva Linaza. Paisaje al viento, 2022
Veva Linaza. Paisaje con montaña al fondo (o campa del Malakate Agirre), 2022
Veva Linaza. Paisaje con montaña al fondo (o campa del Malakate Agirre), 2022
Veva Linaza. Tres árboles de espaldas, 2022
Veva Linaza. Tres árboles de espaldas, 2022

 

Veva Linaza. “Tres árboles de espaldas”

GALERÍA JOSÉ MANUEL LUMBRERAS

c/ Henao, 3

Bilbao

Del 9 de junio al 22 de julio de 2022

 

 

Comentarios