Vantongerloo. Un anhelo de infinito

El Museo Reina Sofía redescubre la trayectoria del artista belga, pionero en el terreno de la escultura abstracta

Teórico y polifacético artista (su obra abarca tanto arquitectura y escultura como pintura), el belga Georges Vantongerloo (Amberes, 1886-París, 1965) fue miembro de De Stijl y del grupo Abstraction-Création, pero su producción, de contenido profundamente intelectual, ha sido objeto de escasas exposiciones hasta el momento.

El Museo Reina Sofía de Madrid busca salvar ese vacío con la exhibición “Un anhelo de infinito”, que podrá contemplarse entre los próximos 4 de noviembre y 25 de febrero y que ha sido comisariada por Guy Brett. Analizará todas las etapas de la trayectoria artística de Vantongerloo, desde sus inicios con Constructions in the sphere (1917) hasta sus trabajos posteriores a la II Guerra Mundial, en los que propuso innovaciones varias en el terreno de la escultura abstracta, que en sus manos se alejó cada vez más de la geometría para acercarse a ámbitos más subjetivos e intuitivos como el de la cosmología.

Su obra, clave en la consolidación del arte abstracto a comienzos del siglo XX, trató de reconceptualizar el espacio pictórico y escultórico. En una primera fase de la misma, fechada en torno a los años veinte, Vantongerloo se centró en la investigación del color como fenómenos físico y perceptivo; posteriormente, concibió sus pinturas y esculturas desde estrictas reglas matemáticas, algebraicas y geométricas, y, tras 1945, realizó series en plexiglás o modelos prismáticos en los que trató de encapsular visualmente las energías del universo y de fenómenos como la radiación, la radioactividad o el electromagnetismo.