Un paisaje amnésico

Cada foto del canario Juan Carlos Batista construye un simulacro, una ficción que no trata de aparentar veracidad y que recrea una ceremonia de la confusión dirigida por el propio artista.

 

 

Según su concepción, vivimos en un mundo irreal, cuyos simulacros, producidos en serie, satisfacen los deseos fabricados de una población que necesita entender lo que sucede sin profundizar demasiado para no buscar la infelicidad. Es por ello que la realidad construída a partir de ficciones por Batista no es menos real que la que se vende como verdadera.

 

 

En la serie El paisaje amnésico, que veremos en Nieves Fernández desde el 5 de junio, Batista obtiene fotografías a partir de decalcomanías. Tras realizar cientos de ellas, y examinarlas minuciosamente, el extrae fragmentos replanteados como minúsculos paisajes.

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