Un Miró, un Cuixart y un Lagar procedentes del Reina Sofía se exhibirán en el MNAC barcelonés

Ambos museos han acordado un intercambio de depósitos

Joan Miró. Pintura, 1949. Museo Reina Sofía en depósito en el MNAC
Joan Miró. Pintura, 1949. Museo Reina Sofía en depósito en el MNAC

El Museu Nacional d´ Art de Catalunya ha informado hoy de la incorporación a las salas de su colección permanente de tres pinturas de Miró, Cuixart y Celso Lagar gracias a un acuerdo de intercambio de depósitos entre este centro barcelonés y el Museo Reina Sofía, que, por su parte, recibirá cuatro obras de la colección del MNAC: un Canals, un Urgell, un Nonell y una escultura medieval.

La pintura de Miró, que ya se puede ver en las salas de la colección permanente del Museu Nacional, es una pieza de grandes dimensiones realizada por ese artista tras su regreso a Barcelona, en 1949, y muestra su lenguaje de madurez: conjuga contundencia expresiva y refinamiento poético y técnico. Se trata de un óleo sobre tela que ahora sirve de entrada y eje en las salas dedicadas al arte de postguerra catalán; hay que recordar que este autor tuvo una influencia fundamental en una generación más joven de artistas con inquietudes de vanguardia, especialmente en el grupo Dau al Set, fundado en 1948.

La pintura de Modest Cuixart, datada en 1957, es también una obra de gran formato representativa del periodo en que el artista entró en la abstracción informalista, un nuevo lenguaje con el que alcanzaría reconocimiento internacional y que le valdría el Primer Premio Internacional de Pintura de la Bienal de São Paulo en 1959. Se titula Omorka.

La abstracción de Cuixart destaca por sugerir un espacio de densa oscuridad, surcada por trazos radiantes que pueden evocar fuerzas telúricas o cósmicas. En el Museo, esta imagen incidirá en el impacto importante del informalismo en Catalunya.

Por último, la pintura de Celso Lagar La Guerra Civil (1936) ya se ha incorporado a las nuevas salas dedicadas al arte durante la contienda en el MNAC, en el espacio dedicado a las víctimas y al papel de la mujer en el conflicto, junto al retrato de la miliciana Lina Ódena. Se trata de una suerte de friso donde conviven distintas escenas: presenta los dos bandos enfrentados y algunos efectos de la violencia sobre la población civil. Una miliciana comparte espacio con la Guardia Civil y algunos fragmentos aluden a capítulos específicos, como la exhibición de los cadáveres de las monjas del convento de las Salesas barcelonés. Su visión de un cementerio y un fusilamiento, con ecos de Goya, establece cierta línea de continuidad con la historia trágica de nuestro país.

Modest Cuixart. Omorka, 1957. Museo Reina Sofía en depósito en el MNAC
Modest Cuixart. Omorka, 1957. Museo Reina Sofía en depósito en el MNAC
Celso Lagar. Guerra Civil, 1936. Modest Cuixart. Omorka, 1957. Museo Reina Sofía en depósito en el MNAC
Celso Lagar. Guerra Civil, 1936. Museo Reina Sofía en depósito en el MNAC

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