Ugo Rondinone y “La noche de plomo”

En su paseo, el protagonista se encuentra con su propio yo veinte años más joven y a punto de morir. Su yo adulto guía a su yo menor hasta que, con la llegada del alba, éste último muere. Al igual que la obra del germano Henny Jahn, la exposición que Rondinone presenta en el MUSAC indaga en la construcción de la identidad, en la introspección y en el modo en que la vida del narrador está a merced de la narración que lleva a cabo.
A lo largo de 2.500 metros cuadrados, más de la mitad de la superficie que el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León destina a muestras temporales, el artista nacido en Brunnen y residente en Nueva York nos ofrece un viaje introspectivo estructurado en cinco capítulos que juegan a romper las barreras entre la realidad y el sueño, el tiempo y el espacio y lo banal y lo sublime mediante metáforas asimétricas y juegos de símbolos.

Ugo Rondinone. Vista de la exposición “Get up girl a sun is running the world” (con Urs Fischer). Fotografía: Stefan Altenburger Photography, Zürich. Cortesía Galerie Eva Presenhuber, Zürich. ©El artista

“La noche de plomo” combina producciones nuevas de Rondinone, algunas ideadas específicamente para exhibirse en el MUSAC, junto a obras anteriores. Todas las piezas seleccionadas, en cualquier caso, juegan con las dimensiones de las salas del centro leonés, alternándose en ellas grupos escultóricos de gran tamaño y figuras pequeñas, o telas de grande y pequeño formato representativas de los temas centrales en torno a los que el creador suizo hace girar su poética.
La muestra se abre con las esculturas de seis olivos milenarios y una bombilla que invitan al espectador a desprenderse de sus mecanismos de contemplación habituales para enfrentarse de otro modo a las historias e imágenes que encontrará en esta exposición. Escenifican un paisaje simulado e inerte que obedece más al recuerdo que a una realidad tangible. A continuación catorce pinturas envuelven la pieza If there were anywhere but desert, que representa a un payaso, abatido en el suelo tras la contemplación del vasto horizonte, y que fue concebido por Rondinone como su alter ego.

Ugo Rondinone. If There Were Anywhere But Desert. Tuesday Matthew Marks, 2002
Colección Particular. Cortesía Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte.

Posteriormente el visitante accede a un nuevo espacio en el que encuentra cinco esculturas de piedra y hormigón, las Scholar Rocks, recreaciones a gran escala de piedras de la región china de Tai. En su reverso, el artista pegó páginas de The New York Times. En conjunto, la obra hace referencia a la obsesión por el paso del tiempo, la pesadez de la vida, los nexos en común de las tristezas individuales y colectivas.

Completan “La noche de plomo” dos instalaciones: Still. Life (John´s FIRE place), replica de la chimenea del apartamento del poeta John Giorno y Its late, alusiva a lo periódico y repetitivo de los actos humanos.

Ugo Rondinone, conocido internacionalmente desde los noventa por la variedad de sus registros y la combinación de influencias del Pop Art y el Minimalismo, imprime a sus trabajos un vocabulario subversivo, nostálgico e íntimo. Representante en 2007 de su país en la Bienal de Venecia, ha mostrado su producción en la Whitechapel londinense, Kunsthalle Viena o el Palais de Tokyo y ahora presenta en el MUSAC un proyecto específico dominado por la presencia de lo psíquico, lo afectivo y lo recordado.