Paisaje y ciudad componen el eje temático de la obra de Llorenç Ugas Dubreuil. Formado en el Institut d’estudis fotografics de Catalunya y en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, la fotografía ha sido su principal campo de trabajo, pero cada vez ha abierto más sus prácticas hacia la escultura y la instalación en el deseo de sumar a sus propuestas materiales tomados de los propios paisajes que capta, con el fin de que entren en relación con sus imágenes y de que modifiquen la morfología de las salas donde se exhiben y el tránsito del espectador por ellas, generando distancias nuevas.
Los parajes en los que desea fijar nuestra mirada han sido fundamentalmente lugares vacíos, y sumidos en el silencio, en los que es posible atisbar alguna huella intangible de habitantes o usuarios pasados: le interesa la memoria contenida en las paredes, las atmósferas que albergan las arquitecturas o a las que da lugar la naturaleza bajo determinados condicionantes. Porque si, en un principio, atendía especialmente a los lazos entre las sociedades urbanas y sus entornos inmediatos, paulatinamente ha profundizado más en hasta qué punto las crisis y emergencias contemporáneas y el afán humano de control del medio se hacen notar en los paisajes cotidianos, que quedarían de este modo sometidos a particulares formas de estrés de raíces políticas, urbanísticas, ligadas al turismo…
Documenta las ruinas y el abandono, pero también, desde esa diversidad de medios en la que desde hace años se viene manejando, las causas de que estén allí, incorporando a sus proyectos un cariz crítico, de dimensión política, y abierto igualmente hacia el planteamiento de futuros posibles. Por todas esas razones, forma parte muy relevante de sus procesos la acción de caminar, que concibe como puesta en relación del propio cuerpo con el entorno; tal es la importancia que otorga a ese acto de andar que una vertiente de su producción tiene que ver concretamente con esos desplazamientos en sí mismos, que dan lugar a vivencias particulares y subjetivas que busca mostrar.
Hasta el próximo 5 de abril, Araucària galeria d’art (Barcelona) le dedica la exposición “Asedio al horizonte”: recoge trabajos fechados entre 2017 y la actualidad, desarrollados en enclaves como el pantano de Sau, Canal Roya (Pirineo de Huesca) o Tarifa, en los que esas inquietudes habituales de Ugas han entablado cada vez una mayor relación con las medioambientales. Tras caminar por senderos privados y públicos, nos enseña este autor parajes bajo amenaza, tierras afectadas por la sequía y la infertilidad, algunas otras desahuciadas. Como afirma el texto de esta exhibición, una arqueología kilométrica del escombro: escenarios no lejanos, frágiles, que guardan memoria, testimonian fracasos y ponen a prueba los frutos (prácticos) de nuestra percepción.


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