Vicente Jarque
Lo más interesante del trabajo de José Ramón Amondarain (San Sebastián, 1964) es su paradójica humildad, siempre ligada a su capacidad de apropiación.
Galería Tomás March, Valencia
Desde 15 de noviembre de 2007 hasta el 7 de enero de 2008
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Él no se esfuerza en proponer nuevas imágenes derivadas de su propia experiencia personal, más o menos externa al arte, sino que trabaja con imágenes previas ya realizadas por otros artistas, para así reconvertirlas en nuevas. En esta muestra que presenta en la Galería Tomás March podemos ver algunas de las obras que ya expuso hace pocos meses en el centro Koldo Mitxelena, en Donosti.
José Ramón Amondarain Sin título, 2006 |
José Ramón Amondarain Sin título (Saphiro), 2006 |
Lo que hace Amondarain es reproducir a su peculiar manera, y por tanto interpretar y desarrollar en forma de pintura (y escultura) obras de gentes tan dispares como Robert Gober, Thomas Ruff, Jeff Wall, Matthew Barney, Txomin Badiola, Jorge Oteiza o Pablo Palazuelo, entre otros. Esto, desde luego, sólo tiene algún sentido en la medida en que todas esas obras ganen algo o nos hagan ganar algo a los espectadores- como consecuencia de ese proceso. Por fortuna, Amondarain no sólo trata de hacerles justicia, en el mejor de los sentidos, sino que lo consigue brillantemente.
José Ramón Amondarain. Volunteer, 2006.
De modo que hay algo que se gana. Que un artista se ocupe del arte de otros artistas es casi normal. Que lo haga de un modo tan explícito -y al mismo tiempo tan respetuoso- está muy bien. Otra cosa es que todos los artistas del futuro siguieran ese camino.
José Ramón Amondarain
Nude 7, 2006